Marchan en defensa de soldados presos acusados de asesinar a los 5 jóvenes en Tamaulipas

Militares y familiares de elementos de las Fuerzas Armadas machan del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Cuidad de México en solidaridad de los cuatro soldados presos que presuntamente participaron en el asesinato de cinco jóvenes civiles en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

“¡Justicia, justicia, justicia!” se escucha como la principal arenga que exclaman los cientos de manifestantes que buscan ser escuchados para que liberen a los elementos castrenses. Usando prendas de color olivo, los familiares y simpatizantes piden eliminar los derechos humanos de los criminales pues afirman que solamente los protegen. “Sólo defienden criminales”, aseguran.

Una persona identificada como Rosalío López, subteniente en retiro, quien encabeza la movilización, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador fortalecer su marco legal de actuación, porque dijo que manda a la guerra a los militares esperando que primero reciban una agresión para poder actuar y eso en el campo de batalla no se puede, porque no pueden esperar a que les disparen para accionar las armas ellos también. “Porque ahí te llamabas”. Dijo que las familias, las esposas, esperan que sus esposos regresen vivos a sus casas.

Entre gritos de consignas como: “soldado amigo, el pueblo está contigo” y “¡libertad, libertad!”, familiares caminan por las avenidas de la ciudad, al tiempo que otras decenas hacen los mismo en diferentes estados de la República como Tlaxcala donde un pequeño contingente exigió frente a la 23 zona militar la liberación de los militares presos.

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En Puebla, con pancartas en las que se podía leer “no somos asesinos, cumplimos con nuestro deber”, un grupo de personas se unió a la marcha nacional en apoyo al Ejército manifestándose frente a la 25 zona militar en apoyo a la liberación de los cuatro elementos detenidos.

A finales de febrero se reportó que militares habían ejecutado a cinco jóvenes en Nuevo Laredo, hecho que el propio presidente López Obrador condenó y se comprometió a esclarecer el caso. Debido a ello, cuatro elementos del Ejército fueron encarcelados, éstos presuntamente fungían como artilleros de una de las cuatro camionetas militares que persiguieron el automóvil en el que viajaban los jóvenes asesinados.

El general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), admitió que los elementos «accionaron sus armas de fuego» contra el vehículo «al escuchar un estruendo».

«Cuando oyeron disparos de armas de fuego, poniéndose en alerta, avanzando a la dirección donde se escucharon». Posteriormente visualizaron un vehículo tipo pick up con siete individuos a bordo, que se trasladaba a exceso de velocidad, con luces apagadas y sin placas. Al observar la presencia de las tropas, aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva impactándose contra un vehículo estacionado”, precisó la Sedena en un comunicado.

Pese a esa explicación, los cuatro militares fueron llevados a una prisión militar donde se les sigue un proceso por el asesinato de los jóvenes.