Manifestantes en contra de Boluarte acampan este jueves en espera de la “Toma de Lima”

Manifestantes provenientes de las regiones Cusco, Ayacucho, Cajamarca, Puno y Andahuaylas arriban a Lima, la capital de Perú, para participar en el Paro Nacional en contra de la presidenta Dina Boluarte en la llamada “Toma de Lima”.

Los inconformes con el gobierno actual exigen la renuncia del gobierno en turno y elecciones generales de manera inmediata para los poderes Ejecutivo y Legislativo. También piden la restitución del presidente destituido Pedro Castillo, quien se encuentra vinculado a proceso por “intento de autogolpe de Estado” al buscar disolver al Congreso.

Sin embargo, Castillo ha señalado que las autoridades le han negado su derecho a la defensa, al igual que rechazó intentar huir del país. Y, puntualizó en que no ha renunciado a su derecho del antejuicio político.

Los manifestantes a su llegada a Lima acampan en la calle y reclaman la muerte de 52 personas a manos de los cuerpos policiales peruanos.

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A su vez, estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) han tomado las instalaciones para convertirlas en un albergue temporal, para que se resguarden los manifestantes; a pesar de que la rectora los amenazara de ser desalojados por elementos de la Policía Nacional de Perú.

Esto ocurre luego de que la Fiscalía inició una investigación contra la presidenta y otros funcionarios federales por el delito de genocidio, derivado de las muertes que se han registrado en las últimas semanas.

Boluarte emitió, el pasado 13 de enero, un mensaje en televisión nacional, en el cual afirmó que no renunciará ya que su “compromiso” es con Perú; además, ofreció una disculpa en caso de que el gobierno se “equivocó en encontrar la paz y la calma” y aseguró que atenderá las demandas que la población ha exigido por décadas, que había prometido cumplir Castillo.

No obstante, advirtió que los responsables de los actos violentos son “infiltrados extranjeros” y exhortó a abandonar la violencia. Aunque, a la par alertó que los bloqueos a las carreteras principales son patrocinados por grupos criminales que se dedican al tráfico de drogas y minería ilegal.