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Cultura

Juan Diego Flórez cantó sin duda a México

Concierto de música clásica
Fuente: La Hoguera

¿Cómo iba a terminar Juan Diego Flórez su concierto si no con México Lindo y Querido? Después de casi un mes de espera, al fin se hizo la luz en la sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario y el tenor peruano rindió tributo a los damnificados de los terremotos de septiembre.

El concierto con la Orquesta Sinfónica de Minería estaba programado para el 18 de octubre pasado, dentro del programa del festival Viva Perú 2017, pero el cantante tuvo que suspenderlo debido a una “fuerte traqueítis”. Pero la espera a la noche del 9 de noviembre valió la pena minuto a minuto.

El programa oficial incluyó la Obertura de Le Nozze di Figaro, de Wolfgang Amadeus Mozart, que interpretó la orquesta bajo la batura de Enrique Patrón de Rueda. Pero antes de empezar el aria “Se all’impero, amici Dei”, de La Clemenza di Tito, el tenor hizo gala de humildad, al ofrecer por la cancelación previa una disculpa pública al público que ya lo había disculpado del todo, hechizado.

Un espontáneo se acercó al escenario y entregó a Flórez sendos banderines de México y Perú, que sin pensarlo el cantante puso al frente del atril, como un símbolo de fraternidad latinoamericana.

¿Puede llegar alguien tarde a un concierto de Juan Diego Flórez con boletos de mil 500, 800 y 400 pesos? Sí, increíble. Los mexicanos se dan ese lujo en esta ciudad. La Nezahualcóyotl estaba poco más de con medio llena, y hasta el intermedio aún llegaban los rezagados. Después, no cabía nadie.

Flórez se reencontró como siempre con Gioacchino Rossini, con “Ecco, ridente il cielo”, del célebre Il Barbiere di Seviglia, una de sus highlights, para después apagar con su voz hasta a los celulares, que no habían dejado de grabarlo toda la noche, con su interpretación ya clásica de “Una furtiva lagrima”, con la que oficialmente comenzó el hechizo de la noche a partir del L’Elisir d’amore.

Pero el tenor peruano todavía tenía bajo la manga más de Donizetti y cantó también para las víctimas de nuestros terremotos dando voz a la víctima de la reina Elisabetta, Roberto Devereux. “Ed ancor la tremenda porta… Como uno spirito angélico… Bagnato il sen de lagrima”.

Tras el intermedio y ya con lleno absoluto, llegó Ruggero Leoncavallo con Aprile, Vieni amor mio y Mattinata, con las que Juan Diego Flórez desbocó el ánimo en la sala ya hechizada, como hizo en 2015 durante el Festival de Salzburgo cuando también las interpretó con Vincenzo Scalera al piano.

Del italiano y el belcanto pasó a Jules Massenet y al francés con “Pourquoi me réveiller”, de Werther. Para cerrar el programa oficial con Verdi, primero con “La mia letizia infondere… Come poteva un angelo”, como el Oronte de I lombardi alla prima crociata, y después con el primer encore de la noche, como El Duque de Mantua: La donna è mobile, de Rigoletto.

Y llegó la noche mexicana, con Júrame, de María Grever, que no falta en los repertorios de concierto de los grandes tenores hispanoamericanos, empezando por Plácido Domingo, Rolando Villazón, Javier Camarena y el mismo Juan Diego Flórez, quien al terminar agradeció al público haber asistido a escucharlo, pero sobre todo a aportar el pago de su boleto para recaudar fondos para los damnificados de los terremotos del 7 y 19 de septiembre pasado, que afectaron Ciudad de México, Morelos, Puebla, Oaxaca, Chiapas y Tabasco, y dejaron cientos de muertos en conjunto.

Tras los sismos, Flórez estaba muy conmovido a principios de octubre por la solidaridad de los mexicanos con las víctimas de los terremotos y en un video anunció su concierto.

Queridos amigos, he seguido con detalle el dolor y pérdidas que ha sufrido el pueblo mexicano por los recientes sismos; he visto a distancia la gran solidaridad y fuerza que han demostrado. Todavía falta mucho por hacer y eso por eso que quiero dedicar mi próximo concierto en México a los esfuerzos para aliviar el sufrimiento para las víctimas de este desastre natural, me presentaré el próximo miércoles 18 de octubre en la sala Nezahualcóyotl y lo recaudado será destinado a las víctimas y para apoyar a la reconstrucción. Fuerza México”, dijo Flórez

Gerardo Suárez, del consejo directivo de la Sinfónica de Minería, señaló que por cada peso recaudado la fundación Harp Helú donaría el doble, con lo que se esperaba recaudar sólo por el concierto unos 4 millones de pesos, que irán a damnificados en Oaxaca y Chiapas.

Añadió que los músicos y Patrón de Rueda decidieron tampoco cobrar por el concierto, en apoyo. La orquesta también fue muy bien ovacionada por su altruismo y por sus oberturas de Le Nozze di Figaro y de Semiramide (Rossini), el Intermezzo de Cavallería Rusticana (Mascagni) y Meditation, de Thaïs (Massenet), con el concertino Mykyta Klochkov.

Casi para concluir el concierto, Juan Diego Flórez hizo subir al escenario la presidenta de Viva en el Mundo, que organiza Viva Perú 2017, la ex modelo y empresaria, Ingrid Yrivarren, quien también agradeció la asistencia para el concierto a beneficio.

Ante los aplausos para exigir más encores, Juan Diego Flórez sacó la guitarra y simplemente se puso a tocar, inspirado por los banderines de Perú y México. Primero una canción peruana y para rematar, sin pausa, México lindo y querido. La gente pedía Granada, pero se quedó con las ganas.

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