Informe sobre Ayotzinapa, resultado de un análisis técnico-científico, no político: Encinas

El subsecretario de Migración y Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez, afirmó que el nuevo informe sobre el Caso Ayotzinapa es el resultado de un análisis técnico-científico y no es meramente político. En tanto, indicó cuáles fueron las fuentes que se consultaron para la elaboración del documento ante los señalamientos de opositores respecto a que se basa en una sola fuente de información.

Como lo ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Alejandro Encinas se presentó en Palacio Nacional nuevamente para explicar a los medios de comunicación el contenido del informe sobre el Caso Ayotzinapa. Al respecto, este indicó que vale la pena hacer observaciones y comentarios al respecto porque se han hecho afirmaciones o críticas que muestran que el documento no se ha leído.

El subsecretario mencionó que el informe es resultado del proceso de una investigación y análisis técnico-científico que contó con apoyo y asesoría de un comité científico asesor y un grupo interdisciplinario de diversas instituciones públicas. En tanto, comentó que el único contenido político que existe se debe a que existe voluntad política por parte del gobierno para aclarar un crimen de Estado e ir al fondo de los hechos.

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El funcionario comentó que debe dar a conocer que es mentira que la investigación de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa solamente esté basada en una sola fuente como afirman algunos miembros de la oposición. Según precisó, para llegar a realizar las indagatorias se analizó información de la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y el Centro Nacional de Inteligencia.

Asimismo, comentó que también se utilizaron como fuentes a la Guardia Nacional, la Fiscalía General del Estado de Guerrero, la Fiscalía General de la República (FGR), el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el Centro Público de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y diversos testigos.

Junto a esto destacó que las conclusiones se sustentan en la evaluación de 87 millones de registros telefónicos que fueron depurados para ubicar 84 mil registros claves; además subrayó que 17 mil números telefónicos fueron rigurosamente analizados en dos años, lo que permitió hacer un mapeo y geolocalización de 116 números telefónicos para complementar la información de 41 mil 168 documentos aportados por la administración pública federal y órganos autónomos.

Además, comentó que se revisaron: las intervenciones de llamadas telefónicas que la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos realizó al grupo criminal Guerreros Unidos desde Chicago, Illinois; las intervenciones telefónicas que obran en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y la FGR; datos de la empresa que prestaba el servicio del software Pegasus; ideos de la Semar y del CNI; y 467 capturas de pantalla de cinco números telefónicos que muestran 37 conversaciones entre distintos actores .

Alejandro Encinas comentó que a estos datos se le suman también el trabajo de la reconstrucción de los hechos, pues se hizo un recorrido con sobrevivientes y testigos para saber qué pasó desde la salida de la Escuela Normal “Raúl Isidro Burgos” hasta la desaparición de los 43 jóvenes que estudiaban en ella. Este detalló que hasta ayer se han dado 105 acciones de búsqueda de campo en 711 días de jornadas de trabajo en 7 municipios del estado de Guerrero con el avance tecnológico más importante para la exploración del territorio: georadares , drones, cámaras térmicas y espectrales, binomios caninos, y modelos matemáticos para ubicación de concentraciones de hidrógeno.

Finalmente, el subsecretario enfatizó que este intento por dar con la verdad contrasta por completo con la manera en que se realizó la “verdad histórica” del Caso Ayotzinapa, pues esta última tuvo como sustento la tortura, la fabricación de pruebas y la manipulación de la escena del crimen.