Hilda Tenorio fue embestida por toro en su actuación en Puebla

La torera Hilda Tenorio recibió una cornada la noche de este viernes en su presentación en la emblemática plaza de toros El Relicario en la ciudad de Puebla. La practicante de la tauromaquia se enfrenta nuevamente a este tipo de incidentes, puesto que en sus inicios, con apenas 16 años, recibió una cornada que tuvo que ser atendida con más de 80 puntadas.

La torera originaria de Morelia, quien actuaba como parte de los espectáculos de la Feria de Puebla junto a sus compañeras Karla de los Ángeles (Puebla) y Maripaz Vega (España), fue golpeada por el toro al intentar recibirlo arrodillada.

Tras el impacto, esta fue sacada del ruedo para ser trasladada al hospital de especialidades «Betania», ubicado en la misma ciudad y el cual se encuentra a aproximadamente 15 minutos de la plaza de toros.

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El primer parte médico de la salud de Hilda Tenorio señaló que tras el golpe que recibió por parte del toro Querido Viejo, con un peso de alrededor de 510 kilos, había resultado en la fractura del maxilar superior y lesión del paladar, presentando además una apertura de labio de 5 centímetros que llegaba hasta su nariz.

Hoy por la mañana se confirmó y detalló aún más el nivel de las lesiones. Carlos Yarza, cronista y fotógrafo taurino, emitió un tweet en el que compartió que, tras el percance, Hilda Tenorio había sufrido un grave traumatismo de cara y cráneo clasificado como fractura de Le Fort grado 3. Además, los médicos habían determinado la fractura de ambas órbitas y de ambos maxilares superiores, por lo cual sería intervenida quirúrgicamente a las 10 de la mañana.

En una antigua entrevista para el Canal Judicial, esta relató su primer incidente frente a un toro cuando aún era novillera, el cual se dio al intentar realizar un farol de rodillas que pensaba rematar con un farol de pie con medio capote. En esa ocasión, reveló, se sentó con sus padres para platicar si quería dejar los toros pese a los recursos invertidos o si decidía continuar practicando la tauromaquia, aunque de decantarse por la segunda opción, como lo hizo, esta debía prometer estar consciente del riesgo y que debía redoblar esfuerzos para que no volviera a pasar eso.