España responde a Bolivia y expulsa a 3 delegados bolivianos

España no se deja intimidar. Ante el anuncio realizado por el gobierno de la autodenominada presidenta Jeanine Áñez en Bolivia de expulsar a la encargada de Negocios de España, Cristina Borreguero, y el cónsul Álvaro Hernández (incluida la embajadora de México, María Teresa Mercado) y considerarlos personas non gratas, el gobierno español llevó a cabo la misma acción hacia delegados bolivianos que laboran en el país europeo.

De acuerdo con medios españoles, el presidente Pedro Sánchez informó que se tomarían acciones «en reciprocidad al gesto hostil del Gobierno interino de Bolivia», es por ello que el mandatario otorgó 72 horas para que funcionarios bolivianos abandonen el país. El encargado de negocios, Luis Quispe Condori; el agregado militar Marcelo Vargas Barral, y el de la policía, Orso Fernando Oblitas Siles, son los funcionarios que deberán regresar al país sudamericano.

Asimismo, agregó que «España exige que el actual Gobierno interino de Bolivia reconduzca y desescale los contenidos de sus afirmaciones y se recupere cuanto antes el buen sentido de confianza y cooperación».

Bolivia expulsa a la embajadora de México

Por los hechos ocurridos en la nación gobernada por Añez, el Gobierno expresó mediante un comunicado que «España rechaza tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos de Bolivia. Para España, cualquier afirmación en este sentido constituye una calumnia dirigida a dañar nuestras relaciones bilaterales con falsas teorías conspiratorias»,

Dichas acciones de ambos países surgen a partir del ataque que sufrieron los agentes españoles cuando se disponían a recoger a los funcionarios de relaciones exteriores quienes fueron invitados por la canciller mexicana María Teresa Mercado a la embajada. En el altercado que se originó en las inmediaciones de la embajada de México, los agentes se cubrieron el rostro para evitar ser identificados pues observaron que estaban siendo grabados y fotografiados.

Tras el ataque, el Gobierno español inició la denuncia hacia Bolivia por lo sucedido, sin embargo, Jeanine Áñez afirmó que dicha reunión se efectuó para sacar clandestinamente a los ex funcionarios del gobierno del ex presidente Evo Morales asilados en la delegación mexicana. No obstante, el Gobierno de Pedro Sánchez mediante el Ministerio de Asuntos Exteriores informó que «el objeto de la visita realizada por la Encargada de Negocios de España era exclusivamente de cortesía», y negó «rotundamente que pudiera tener como objeto facilitar la salida de las personas que se encuentran asiladas en aquellas dependencias».