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Nación

El sexista mundo del periodismo en México

Foto: Rodrigo González.

Salir a la calle para perseguir la nota, redactar a toda velocidad, cuestionar y estar cerca de los grandes acontecimientos: es el mundo del periodismo, exigente, emocionante y ¿sexista?

La Hoguera le preguntó a través de Facebook a reporteras y periodistas de diferentes medios de comunicación sobre un problema de violencia de género que existe dentro del gremio: las mujeres son discriminadas, subestimadas y acosadas.

Guadalupe

Guadalupe, reportera, cuenta que ha recibido tratos sexistas al convivir con fuentes: “Que te digan ‘mi amor’, ‘cuándo nos tomamos un café’, ‘cómo no eres mi novia’. Obviamente a un hombre eso no le sucede nunca cuando va a entrevista”.

Menciona que cuando ella logra conseguir un dato extra durante una investigación sus compañeros hombres le contestan: “Ay, pues sí, obviamente ella le guiña el ojo (al entrevistado) y por eso se la dio”.

Otros comentarios que ha recibido han sido respecto a su imagen, en detrimento de su trabajo: “‘Saca tus encantos y pregúntale, seguro a ti sí te responde’, es un consejo clásico para las reporteras”. Guadalupe explica que sus compañeros de trabajo siempre comentan que para “las mujeres es más fácil, los funcionarios/ policías/ autoridades les pasan todo”.

“Quizá no sea así, pero tengo la percepción de que una mujer constantemente tiene que demostrar que tiene inteligencia, porque si no lo hacemos y nos va bien con algo siempre recibiremos comentarios sobre que lo conseguimos por nuestra apariencia”. Apunta que en las fuentes la han llamado “Niña, pequeña, bonita, mi amor”, y que eso no le pasa a sus compañeros hombres.

Tere

Tere es reportera y menciona que ha recibido tratos sexistas en su trabajo “todos los días”. “Mi jefe siempre hace comentarios referentes a mi trabajo que no hace con los otros reporteros que cubren la misma fuente que yo”.

Ella cuenta que cuando usa maquillaje o vestido o blusas entalladas “siempre hace comentarios. Tipo ‘hoy sí te maquillaste’”.

Frida

Frida, también reportera, comenta que no ha sufrido sexismo en su labor periodística: “No sé si eso es ‘suerte’ pero al contrario, creo que me apoyan más (no sé si sea cuestión de género o por lo diminuta que estoy)”.

Gabriela

Como fotógrafa legislativa, Gabriela también se ha sentido discriminada por razones de género por parte de sus compañeros. Relata que le tocó que le dijeran “chita, amor, corazón, bonita” mientras tomaba fotos: “Te tratan como ‘la bonita, quiere hacer sus fotos’” o “Ay, mi amor, está jugando a hacer fotografía”.

Señala que durante su labor en la Cámara de Diputados ha sufrido que la “hagan a un lado” y que pocas veces le tocó reporteros hombres “que fueran buen pedo, fotógrafos, que en el momento que estuviéramos tomando fotos me hicieran paro con la iluminación”. Dice que en vez de recibir ayuda de sus compañeros ellos preferían “sacarte el teléfono”.

Narra que un día convivió con “fotógrafos de la vieja guardia” y que ellos mostraron tratos discriminatorios hacia ella: “Unos dos o tres, me dieron tarjeta preguntándome que si era nueva y que si estaba trabajando, que qué estaba haciendo. Yo les daba mi número y ellos me daban su tarjeta”.

Esos fotógrafos después le escribían para invitarla a salir y le mandaban mensajes con textos como: “Que estás muy bonita, (para) chingarte y molestarte”.

Respecto a una experiencia dentro de una empresa, cuenta que sufrió acoso dentro del periódico. Sus compañeros estaban tomando, “yo estaba en la Redacción y tenía que cruzar (por donde ellos estaban). Iba para el lobby y me encontré a un vato de ahí. Me saludó pero me ñereó como de ‘Hoooola’ y me barrió y fui con otro grupo de weyes y lo mismo hicieron y yo me emputé mucho”, comenta a través de una nota de audio.

Cuando fue con su jefe para meter una queja él le dijo que “¿para qué exageraba?” Gabriela explica que en ese momento las mujeres que estaban cerca la apoyaron para que hiciera la denuncia, hasta que el asunto llegó hasta los directivos de la empresa. La solución del periódico fue hacer una “cartita” para decir que los hombres “tenían que tener una actitud respetuosa con las compañeras”.

A las quejas contra el acoso dentro de la redacción se sumó el hecho de que había cámaras y que aún así no se buscó identificar a los reporteros responsables de la agresión. “Fue como de ‘como no queremos meter a nadie en problemas vamos a hacer un comunicado general’”

“Y redujeron el problema diciéndome que pues venía borracho y que por eso lo hizo”.

María

“Solo en una ocasión”, explica la editora y catedrática María, “pero hicimos un escándalo una compañera y yo, que se les quitó las ganas de volverlo a hacerlo”.

Cuenta que cuando tenía 23 años tres reporteros hacían el mismo trabajo: “Uno de ellos era un hombre y le pagaban más. Fuera de eso, he sido privilegiada o no me he dejado”.

Patricia

Reportera y activista, Patricia cuenta que tuvo que dejar uno de sus trabajos por violencia de género. Menciona que hace dos años estaba trabajando en un medio en Chiapas y que el dueño la discriminó:

“Yo era editora y no había ningún problema…y como a los meses me dieron la oportunidad de ser la jefa de información pero la neta estaba bien jodido, porque a mi antecesor que era hombre le pagaban casi 12 mil pesos y a mí me pagan 6 mil porque ‘era mujer’, y me lo dijeron. Los tratos eran horribles”.

Relata que el dueño “siempre le hablaba” con groserías “de una manera inhumana”. Cuando ella le preguntó qué pasaba con el salario, el jefe se quejó porque para él la oportunidad que le había dado era justa por ser joven “y sin experiencia”: “Me dijo que cómo me podía quejar si era mujer”. Por lo que ella no encontró más opción que renunciar.

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