Connect with us

A Fuego Lento

El necio y el hijo desobediente: los peligros para México

Foto: Cuartoscuro

Dirán que la gente es mala y no merece
Más yo partiré soñando travesuras
Acaso multiplicar panes y peces
 
Ahí se los dejo a los pobres
Para que siquiera digan
Felipe, Dios te perdone

 

Andrés Manuel apenas pudo celebrar el primer año de su vorágine electoral cuando, bajo sus pies, estalló la bomba de la Policía Federal. En la incertidumbre de tener a un bloque armado y entrenado sublevándose, la figura de Felipe Calderón se vislumbró como la mano que mecía la cuna. Aunque lo niegue, esto ha puesto al expresidente ‘espurio’ a la cabeza de la oposición a la 4T, tan carente de un liderazgo que, en su desesperación, podría ser capaz hasta de lo impensable.
 
Aunque el elocuente dedito de Andrés Manuel primero apuntó al sexenio peñista, fue Alfonso Durazo quien abrió fuego desde la cima de la 4T contra Calderón, señalándolo de estar detrás del motín de los federales, sus federales. ¿El problema? El hijo salió, otra vez, desobediente y más tardó Durazo en sacar todo la rabia que le causó la crisis que Calderón en salir al ruedo y enfrentar a sus acusadores, a la 4T, a Andrés Manuel, otra vez, al necio.
 
Este careo le ha dado a Calderón lo que su nonato partido no ha podido: una plataforma desde donde enfrentar a Andrés Manuel. Una jugada peligrosa ya que, asumiendo la patria protestad de los federales, reconoce, de paso, el saldo de su guerra contra el narco, esa que el presidente ha llamado ‘la herencia más dolorosa’. Aunque, a la vez, le ha servido para tomar rehén la bandera de la oposición sobre la militarización de la Guardia Nacional. Es un todo o nada, pues.
 
Este secuestro de un reclamo que, a la vez, es de lo que más le ha criticado la izquierda a Andrés Manuel, bien podría tardar poco en volverse síndrome de Estocolmo. Carente de cuadros, de fuerza, de propuestas y de plataformas, una rebelión en el seno de la 4T pude resultar más que atractiva para la oposición. En especial si consideramos su desmejorada posición frente a Morena y sus cada vez más numerosos satélites.
 
En el PAN, los gobernadores ya demostraron que no le tienen el asco que su dirigencia no supera, reviviendo a los cuadros más calderonistas en el exilio. El PRD, lo que quede del él, es el mismo Sol Azteca que no le saca la vuelta a abrirle la puerta trasera de la historia para que entre de puntillas al ruedo. El PRI, el del priísmo tricolor y no moreno, busca cuartel para enfrentar la embestida de ‘Alito’ y, coincidentemente, es el mismo que mal no se llevó con Calderón durante su sexenio.
 
Durante su mañanera de este viernes, Andrés Manuel reconoció que la crisis de los federales podría extenderse más de un día más y, aunque al principio dio muestras de querer responderle a Calderón, a petición de los medios, claro, al final sus cálculos le dijeron que era mejor dejar el choque para otro momento. El presidente debe saber que al nadar con tiburones hay que cuidarse de que huelan sangre. ¿Por qué no meter en cintura a alguien que, en apariencia, está a su suerte?
 
Otra vez, todo se reduce a ellos. Como en el 97 cuando, desde las cimas de sus partidos hoy moribundos, le quitaron San Lázaro al régimen y le abrieron un boquete al sistema que culminó con el fin del septuagenario priato. Como 10 años después cuando, en la carrera a la Presidencia, se declararon la guerra sin cuartel que dinamitó los pininos de la democracia auténtica. Hoy, el necio y el hijo desobediente se vuelven a acusar de ser un peligro para México, poniendo a México en peligro con otro más de sus choques.
 
Los dislates de Clara Brugada

Vaya lapsus que se aventó la mañana de este viernes la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada. Mientras se entregaba una serie de recursos directos para unidades habitacionales en las diferentes colonias de la CDMX, la morenista empezó su discurso emulando al mismísimo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con ese discurso bien conocido de «primero los pobres».

Siguiendo esa línea argumentativa, la alcaldesa Brugada dijo que la Procuraduría Social (Prosoc) hacia allá tiene que ir, a “los pobres», porque para eso fue creada, para ayudar a «los que menos tienen».

Sin embargo, nadie le comentó que la Prosoc fue creada para fines sociales, para procurar el desarrollo social, pero no de manera específica para el combate a la pobreza. La Prosoc, al parecer la alcaldesa Clara no lo tiene claro, puede tener labores en un barrio pobre de Iztapalapa, así como en una colonia ‘fifí’ del sur de la ciudad.

Entre los periodistas que cubren la fuente capitalina se comenta que los lapsus de la señora Brugada suceden con cierta recurrencia.

Por ejemplo el pasado lunes, declaró que la Guardia Nacional aún no tenía operaciones en Iztapalapa, cuando la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se la pasó diciendo el fin de semana que la GN empezaba en Iztapalapa. Incluso, a pregunta sobre el comentario, Iván Escalante, director general de Comunicación Social de Sheinbaum, dijo que no sabía «por qué la alcadesa había dicho eso».

Leer más
Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones