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Nación

El Estado Mexicano se disculpa con ex guerrillera

Foto: Twitter

El Estado mexicano ofreció una disculpa pública a la ex militante de la extinta “Liga Comunista 23 de Septiembre”, Martha Camacho Loaiza, a su hijo y a su ya fallecido esposo, por los actos de desaparición forzada, tortura y ejecución extrajudicial. 

La disculpa se ofreció este lunes, por conducto de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y del subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, en una ceremonia realizada en el Centro Cultural Tlatelolco.  

“A nombre del Estado Mexicano les ofrezco una disculpa pública por la transgresión a sus derechos, por las violaciones graves y sistemáticas a los derechos humanos ocurridas en un contexto de violencia política del pasado en el periodo histórico conocido como ‘guerra sucia’”, expresó Olga Sánchez Cordero.

La secretaria de Gobernación también se comprometió con las víctimas para otorgarles la reparación del daño, así como con las medidas necesarias para la no repetición de los actos de transgresión a los derechos humanos, y que nadie más tenga que pasar por esta lamentable situación.   

Mediante este acto, la actual administración reconoce la responsabilidad del gobierno mexicano por las graves violaciones a derechos humanos cometidas durante las décadas de los 60s y 70s, en la llamada “guerra sucia”, periodo durante el cual el gobierno prista  dirigió una cruenta persecución hacia los movimientos sociales, particularmente contra la guerrilla.  

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Con 22 años y 8 meses de embarazo, Martha fue arrestada junto a su esposo José Manuel Alapizco, por soldados de la IX Zona militar, policías estatales y elementos de la extinta Dirección Federal de Seguridad, en Culiacán, Sinaloa, el 19 de agosto de 1977. Permaneció cautiva durante 49 días, fue torturada y obligada a presenciar la tortura y ejecución de su esposo, además de dar a luz en condiciones insalubres, fue liberada solo después de que sus padres pagaran un recate. 

Por su parte, Martha Camacho aceptó la disculpa de la cual dijo: “es importante porque ningún Gobierno ha reconocido su culpabilidad y reconocido al Estado como perpetrador”. Sin embargo, lo consideró como un punto de partida y espera que el Estado tome medidas de “no repetición”. 

La ex guerrillera subrayó y lamentó  la ausencia de representantes de la Secretaría de la Defensa (Sedena), hacia  quienes, dijo, preguntaría: “¿Por qué nos mantuvieron en la zona militar? ¿Por qué mi esposo fue mutilado frente a mis ojos, castrado delante de mí? Sin justicia y sin castigo a los culpables no hay perdón para mí”.

En su oportunidad, el exmilitante del Partido Comunista Mexicano, Alejandro Encinas, consideró el acto de gran trascendencia para el país, pues  constituye “un alto en el camino en una historia donde lamentablemente no hemos sido capaces de crear las conclusiones de entendimiento y de reencuentro ”

“Hacemos justicia del pasado no como revancha sino como principio de reivindicación de la sociedad mexicana”, expresó el Secretario.

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