Disney y Pixar invaden la Cineteca Nacional

Después del éxito sin precedentes de Stanley Kubrick. La exposición en la galería de la Cineteca Nacional, que recibió en medio año a más de 160 mil visitantes y recaudó unos diez millones de pesos en taquilla, el foro fílmico abre dos muestras dedicadas a la animación comercial estadounidense y su visión de la cultura popular mexicana: México & Walt Disney: Un encuentro mágico y El arte de Coco.

Ambas exhibiciones estarán abiertas a partir del martes 24 de octubre y hasta el 7 de enero en la galería de Cineteca, mientras de manera paralela se estrena la película animada hollywoodense Coco en cines comerciales en todo el país y en ese recinto dependiente de la Secretaría de Cultura cuyas misiones son la preservación de la memoria fílmica nacional y mundial y la promoción de la cultura cinematográfica.

México & Walt Disney: Un encuentro mágico se enfoca en la relación entre el más célebre productor estadounidense de películas de animación de la historia y sus viajes a México, que impactaron en su obra, entre ellos su visita de 1943 como “embajador de buena voluntad” y sus repercusiones en la cinta Los tres caballeros (1944), “ambientada” en varios países de América Latina con personajes como El Pato Donald, el loro José Carioca, que representaba a Brasil, y al gallo mexicano Pancho Pistolas.

Esta cinta de animación estrenada en el país en diciembre de 1944, un par de meses antes que en Estados Unidos y con frecuencia criticada por la imagen estereotipada de América Latina y, en particular, de México, incluía un tour que Pancho Pistolas daba a Donald y José Carioca en un sarape a través de Pátzcuaro, Veracruz y Acapulco, para mostrarles la visión de Disney sobre la cultura mexicana, que incluía las celebraciones del Día de Muertos, las posadas y piñatas; o corridas de toros y la Revolución. Su banda sonora fue reconocida con una nominación al Oscar, entre otras cosas por la canción You belong to my heart, en la que Dora Luz destrozaba Solamente una vez, de Agustín Lara.

Los visitantes a la exhibición podrán adentrarse también en la magia del doblaje mexicano para Disney, por supuesto recordando la célebre participación de Tin Tan en El libro de la selva (1967), además de explorar los vínculos del productor con Francisco Gabilondo Soler, Cri Cri. La muestra incluye un homenaje al escenógrafo morelense Emile Kuri, decorador de cabecera de Estudios Disney, y pinturas originales de Mary Blair, diseñadora de Peter Pan, Alicia en el país de las Maravillas y Cenicienta.

Sin duda el gusto de Disney por la música mexicana fue célebre. Baste recordar la colaboración del cineasta con el pintor catalán Salvador Dalí -quien siempre sostuvo que las películas de Walt Disney eran lo más surrealista que conocía-, para el corto Destino de 1945, que se concretó y estrenó sólo hasta 2003, con música compuesta por el chiapaneco Armando Domínguez, cantada también por Dora Luz. El filme de seis minutos ganó muchos premios, fue nominado al Oscar y se proyectó como parte de numerosas exposiciones sobre el artista catalán en EU, en el Tate Modern, y los museos de Arte del Condado de Los Angeles, de Arte Moderno de Nueva York y el Dalí de San Petersburgo, Florida.

En cuanto a El arte de Coco, la muestra corre paralela al estreno el próximo 27 de octubre de Coco (2017), la más reciente película de Pixar Animation Studios, subsidiaria de The Walt Disney Company, con la tradición mexicana del Día de Muertos y el culto nacional a La Catrina como escenografías.

En la galería de la Cineteca Nacional podrá uno seguir los múltiples viajes que realizaron en México durante cinco años el director Lee Unkrich (Toy Story 3), el codirector y escritor Adrian Molina (Monster Inc.), la productora Darla K. Anderson y su equipo, para investigar la celebración nacional del Día de Muertos, inscrita en 2003 en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En la muestra, creada y curada por Pixar Animation Studios, se presentarán las obras de la producción de la película, fotografías, maquetas y piezas digitales, elementos clave para el proceso de animación.

México y Walt Disney: Un encuentro mágico y El Arte de Coco estarán abiertas de martes a domingo en horario de 11 a 21 horas, pero el último acceso será a las 20 horas. El costo de los boletos será de 65 pesos general y 45 pesos para menores de 25 años, estudiantes y ancianos; se venderán 200 por hora.

México & Walt Disney: Un encuentro mágico y El arte de Coco se convierten así en las nuevas apuestas de la administración de Alejandro Pelayo para atraer a un público masivo y una cuantiosa recaudación a las arcas de la Cineteca Nacional, después de las pasadas expos dedicadas a Stanley Kubrick, que incluía una retrospectiva completa del cine del estadounidense con boletaje siempre agotado, y de ¿Actuamos como caballeros o como lo que somos?El humor en el cine mexicano.

A la par, la Cineteca Nacional se suma a las salas comerciales que estrenarán a fines de octubre la cinta animada Coco, en coincidencia con la conmemoración del Día de Muertos del 1 y 2 de noviembre. El filme cuenta en su versión original en inglés con las voces de Gael García Bernal, Alfonso Arau, Benjamin Bratt, Edward James Olmos, Sofía Espinosa, Anthony González y hasta Jaime Camil.

Coco trata sobre Miguel, aspirante a músico y guitarrista autodidacta que sueña con seguir los pasos de su ídolo, Ernesto de la Cruz, en la Tierra de los Vivos y hasta en la Tierra de los Muertos, a pesar de la oposición de su familia que esconde un secreto. En el camino, se topa con el timador Héctor (voz de Gael García Bernal) y juntos se embarcan en una travesía para develar la verdadera razón detrás de esa historia familiar. Según el equipo de producción, en Coco se buscó “crear un ambiente y una historia no sólo hermosa, sino también respetuosa y fiel a las tradiciones mexicanas y al Día de Muertos”.

En el filme de Pixar, realista y surrealista a la vez, parece emerger la más reciente versión hollywoodense de la cultura mexicana, con ofrendas de muertos, alebrijes y xoloitzcuintles, pero igual de folclórica a la de Los tres caballeros de 1944 de Disney de piñatas, posadas, corridas y sarapes.