Connect with us

Nación

Decreto de AMLO oficializa la continuidad de la estrategia de seguridad de Calderón y Peña: Álvarez Icaza

Foto: Cuartoscuro

El decreto presidencial publicado este pasado lunes 11 de mayo en el Diario Oficial de la Federación causó polémica debido a que faculta a las fuerzas armadas permanentes (militares y marinos) a cooperar con las labores de seguridad de la Guardia Nacional, lo cual ha sido interpretado como una militarización del país. La interpretación del senador Emilio Álvarez Icaza coincide con esto, pensando que en realidad el decreto de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) está oficializando que el sexenio de la 4T sea la continuidad de la estrategia de seguridad de los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto (2012-2018). 

A continuación reproducimos la entrevista realizada por La Hoguera al senador sin partido

Francisco Mendoza (FM). – Amanecimos este lunes con un decreto que señala fuerzas armadas cooperando en las labores de seguridad de la Guardia Nacional. Me conocer cuál gustaría es su interpretación de este decreto y qué va a implicar en de acuerdo a la perspectiva que usted ha denunciado. 

Emilio Álvarez Icaza (EAI). – El decreto regula el artículo 5 transitorio de la reforma constitucional para la creación de la Guardia Nacional, el cual autoriza por la puerta de atrás la participación de las fuerzas armadas en labores de seguridad hasta por 5 años, burlando toda la estructura constitucional. Lo que hace este decreto es una forma absolutamente deficiente de regular lo que establece la constitución y lo que señala el transitorio. 

No hay nada prácticamente nuevo, el decreto dice que las fuerzas armadas permanentes llevarán las tareas de seguridad pública con base a 5 criterios de su actuación (extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementada) como lo señala la sentencia de la Corte Interamericana para el Caso Nitza Paola donde se establecen los criterios con los que deben actuar en materia de seguridad. 

Sin embargo, no hay elementos en atención a ellos, [el decreto] no nos dice cómo se va a entender la función extraordinaria, no dice cómo va a ser la regulación, la fiscalización; sí habla de materia de subordinación, pero no queda más que la referencia de que será el secretario de Seguridad, quien deba coordinarse con la Secretaría de Defensa y Marina, pero tampoco nos establece cómo es el carácter complementario. 

FM. – ¿Hay manera de que se vigile que estas condiciones se cumplan? 

EAI.- Se nos dice que en marzo del 2024 las fuerzas armadas permanentes regresan en sus cuarteles, pero no nos dicen el modo, tiempo y lugar, ni la manera si se va a implementar una instrumentación del ejército en función de seguridad pública, cómo se hace, quién fiscaliza, cuál es el papel de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y cuál el de los órganos de control, es en mi opinión un decreto absolutamente pobre y deficiente, queda a deber. 

Y si uno se pregunta por qué sale en este momento, eventualmente es una confesión de parte de la preocupación que pudiera estarse dando en el marco de la crisis de la pandemia, pareciera como un amarrarse el dedo antes de la cortada para tratar de blindar aún más la participación de fuerzas armadas en materia de seguridad, ha venido desempeñando tareas para cuidar hospitales, proteger centros comerciales y no sé si es confesión de parte  de lo que ven que pueda venir. 

FM. – ¿Cree que esta es la señal de la militarización de la 4T? ¿de una estrategia parecida o igual a los anteriores dos sexenios? 

EAI. – No tengo duda de que esta sea la oficialización de la continuidad de la estrategia de Calderón y Peña, el presidente López Obrador (AMLO) ha abrazado el paradigma militarizarte como el paradigma en materia de seguridad pública. No tengo duda incluso de que el presidente López Obrador tenga una escalada de militarización mucho más allá de lo que tuvo Calderón y Peña, ha hecho uso de ellas más allá que cualquier otro presidente, les asigna funciones de seguridad pública, materia de construcción, licitaciones, distribución, solo falta que se hagan cargo de las guarderías.  

Creo que causó una enorme sorpresa esta inusitado e inesperado entusiasmo militarizante del presidente cuando su discurso decía todo lo contrario, pareciera que fue solo una estrategia de engaño para que al llegar veamos a un presidente que está enamorado de la idea del rol público, militar y social de las fuerzas armadas. 

Constantemente hemos visto medidas de excepción en materia presupuestal, en materia de fiscalización la Sedena y Semar son entidades que mantuvieron a sus contralores, que mantuvieron a sus oficiales mayores fuera de Hacienda, no tiene los contadores que establece la Función Pública y ahora en la pandemia recibieron más de 4 mil 500 millones de pesos. 

Te puede interesar: Fuerzas Armadas seguirán cumpliendo tareas de seguridad pública todo el sexenio de López Obrador

FM. – ¿Cuáles son los riesgos para México de este apoyo militar a las operaciones de la Guardia Nacional? 

EAI. -La Guardia Nacional había sido mandatada por el Congreso para ser una institución civil, lo que hemos visto es una burla, una vuelta al espíritu de la ley, es esencialmente el traspaso de lógica de operación militar y una estrategia militar a un uniforme de policías, no tiene nada civil tiene mandos y estructura militar. El riesgo es que los espacios públicos son utilizados por soldados, será muy complicado regresarlos y la normalización de la presencia de las fuerzas tan destacada en la vida pública del ejército y la marina, debilita la convivencia democrática. 

FM. – No quiero partidizar las críticas, pero algunas de ellas provienen de gobiernos anteriores que siguieron este modelo ahora apoyado por AMLO. La 4T se tenía un discurso iniciar de cambiar la estrategia de seguridad, si ya se ha tenido el diagnóstico ¿qué está fallando para hacer esos cambios de transitar nuevamente a instituciones civiles? 

EAI. –Yo creo que la apuesta que se había hecho para fortalecer a las instituciones civiles no se hizo, lamentablemente la medida no toma ningún fortalecimiento de las policías municipales y estatales en materia de su profesionalización. 

 La apuesta que se hizo para fortalecimiento de estructuras en materia de procuración de justicia no se hizo, el debilitamiento Fiscalía General de la República es notable, por dos años se ha disminuido los presupuestos, se ha insistido necesidad de una mirad holística del sistema penal mexicano, sin embargo, se han presentado reformas a contrasentido a lo que se venía avanzando como la de la prisión preventiva oficiosa en la reforma al artículo 19 cuando se debió avanzar en un sistema de garantías. 

Es decir, el modelo que presentó el presidente de su apuesta integral me parece que ha quedado trunco, es una narrativa potente y poderosa que es absolutamente arrollada en los hechos y que queda esencialmente como un acto demagógico y que tenía en ese tema una de las oportunidades más claras para deslindarse de la continuidad con los sexenios anteriores. 

Creo que eventualmente algunos pueden carecer de autoridad moral para criticar el modelo, por así decirlo, pero no es el caso de quienes venimos del mundo de Derechos Humanos, hemos venido trabajando de manera sistemática en organismos internacionales, con víctimas o levantando la mano desde la época de Calderón o antes. 

Creo que la pregunta que queda es por qué presidente hace esta apuesta tan desesperada por el ascenso de la militarización del país si hemos visto los costos, él en campaña ofreció otra cosa y no es suficiente decir que encontraron una situación peor de lo que esperaban porque por la vía de los hechos, el decreto y otras acciones, le da la razón histórica a Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto en materia de militarización. 

Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones