Cultura
Contratenores contratacan homofobia y prejuicios con recital en Cenart
Un grupo de cinco contratenores une esfuerzos en la capital para promover, entre jóvenes cantantes mexicanos y la comunidad LGBTTTIQ, a la más aguda de las voces masculinas para la ópera, en un recital que busca abatir prejuicios hacia esa tesitura que en Europa, Estados Unidos y aun México tiene gran demanda, con gente como Philippe Jaroussky.
Emmanuel Pool Castellanos, Gamaliel Reynoso, Rubén Berroeta y César Aguilar, bajo la dirección artística del pionero de los contratenores en el país, Héctor Sosa, presentan el concierto “¡Nada es lo que parece! El arte del contratenor y sus nuevas masculinidades”, acompañados al piano por el maestro Alain del Real, en única función en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, el jueves 21 de noviembre, a las 19 horas.
La voz del contratenor ha sido durante mucho tiempo, rara avis en las tesituras de la ópera en nuestro país. Para romper con este paradigma, los cinco contratenores mexicanos y un pianista se reunirán por primera vez en ese concierto único, para recrear las grandes obras de autores como: Henry Purcell, Georg Friderich Händel, Christoph Willibald Gluck, Gioachino Rossini, Igor Stravinsky, Salvador Moreno y Marcela Rodríguez, entre otros.
“El evento está dirigido a los profesionales de la ópera y estudiantes de canto de las escuelas de música en nuestro país, a los melómanos y apasionados del canto operístico, a la comunidad LGBTTTIQ, porque evidentemente la voz del contratenor es queer; a los jóvenes curiosos interesados en esta voz, a los acérrimos críticos y detractores de la tesitura de contratenor en México y también al público en general”, señalan los organizadores del espectáculo de Sosanelli Producciones, que de hecho da continuidad a otros de años atrás.
El 11 de junio de 2016, Pool Castellanos y Berroeta participaron, junto con Edwin Calderón, en un exitoso recital en el Castillo de Chapultepec, acompañados al piano por Rodrigo Sierra Moncayo. Al evento, auspiciado por el Centro Olivia Gorra, la Fundación Piotr Ilich Tchaikovsky y el Museo Nacional de Historia, asistieron unas 200 personas.
“A pesar del arraigado machismo y la homofobia que imperan en nuestro país, la más aguda de las tesituras masculinas, la voz de contratenor está floreciendo entre los jóvenes en el siglo XXI para resituarse y ocupar el lugar que históricamente le corresponde. Los contratenores contemporaneos están rompiendo con los mitos que existen alrededor de una voz tan inusual para rescatarla del injustificado olvido en que ha estado sumida durante tanto tiempo”, señala en la presentación el maestro Héctor Sosa, contratenor y musicólogo.
Resulta curioso que el concierto en el Cenart de los cinco contratenores mexicanos se llevará a cabo cuando en la Metropolitan Opera House de Nueva York se acaba de estrenar, el pasado 8 de noviembre, la nueva producción de Akhnaten, la ópera de Philip Glass de 1984 sobre el icónico faraón que impulsó el monoteísmo en el antiguo Egipto y que cuenta justamente con el contratenor neoyorquino Anthony Roth Costanzo en protagónico.
De hecho, Akhnaten podrá verse en transmisión en vivo desde Nueva York vía satélite en México y otros 70 países dentro de la serie MetOpera Live in HD, que se inició desde 2006 por iniciativa del manager de esa casa Peter Gelb. En la capital mexicana podrá verse, a las 12 horas, el sábado 23 de noviembre, a las 12 horas, en el Auditorio Nacional y la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario de la UNAM, además de Cinépolis.
En Europa y Estados Unidos, los contratenores tienen su boom desde los noventa -y tal vez antes con Alfred Deller, quien revivió a partir de los cuarenta el repertorio barroco relegado dos siglos atrás para esa tesitura-, con cantantes como los estadounidenses Bejun Metha, Lawrence Zazzo, Derek Lee Ragin, Darryl Taylor, David Daniels y Brian Asawa (fallecido el 16 de abril de 2016 y quien una década atrás había interpretado el rol protagónico de Ascanio in Alba, la ópera de Mozart, en la Sala Nezahualcóyotl).
También el alemán Andreas Scholl, el japonés Yoshikazu Mera, el argentino Franco Fagioli, el croata Max Emanuel Cenčić, el español Carlos Mena, el catalán Xabier Sabata, el griego Aris Christofellis, el canadiense Daniel Taylor, el inglés Michael Chance y el francés Philippe Jaroussky, que ha cantado varias veces en el Palacio de Bellas Artes, con lleno total.
En 1994, Farinelli, la película de Gérard Corbiau sobre il castrato Carlo Broschi (1705-1782), y las investigaciones y grabaciones de la mezzo romana Cecilia Bartoli que rescataron óperas barrocas, fueron un parteaguas para los contratenores, cuya cuerda ha sido mal comparada con la de i castrati. Justo el último álbum de la Bartoli, apenas lanzado este noviembre, está dedicado a Farinelli, con una investigación musicológica.
Sosa, el único contratenor que ha ganado un Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, en 1998, y el primero en participar como solista en conciertos de la Sinfónica Nacional y otras orquestas del país, identificaba con claridad los problemas que una voz como la suya enfrentó a lo largo de casi dos décadas, en una entrevista con este reportero en 2016, publicada por El Universal.
“El malinchismo y el machismo fueron los problemas constantes en mi carrera, además de que muchos directores de orquesta no sabían qué hacer con una voz como la mía. Lamentablemente la gente no entiende qué significa ser contratenor. Tendríamos que partir de qué es esa tesitura, qué sucede para que un hombre que viste pantalones suene con sonido agudo, casi de mujer; el casi significa que un experto conocedor se va a dar cuenta que hay un color rico, poco común, y va a notar que se trata de un contratenor y no de una mezzo soprano, por ejemplo”, expuso entonces el profesor de la Superior de Música.
“Gente que me prometió ganar cifras extraordinarias, poner títulos importantes para mí, estrenar óperas… Lamentablemente México es un país inculto, tercermundista. Lo que les sugiero es que se vayan del país, porque aquí no tenemos nada. Mis alumnos destacados están en Europa, los mandó allá porque México no les puede ofrecer nada. Tenemos pésimas autoridades culturales y pésimos directores de ópera, no hay nada que podamos ofrecerles yo, el país o el sistema. Tendrán que salir y forjarse un futuro afuera, y nosotros, importarlos cuando queramos escucharlos”, expresaba Sosa.
Para ese 2016, por ejemplo, Edwin Calderón era el único cantante que se había titulado como contratenor en 150 años de historia del Conservatorio Nacional. Y para ese mismo año, la Escuela Superior de Música tuvo también su primer contratenor titulado: Emmanuel Pool, quien en enero próximo también prevé titularse de la maestría, pero ahora en la Facultad de Música de la UNAM.
Calderón este 2019 tuvo una exitosa temporada ahora como tenor y actor en la obra Triple Concierto, de Claudio Valdés Kuri y Mónica Hoth en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario. Y contaba que en abril de 2015, en una iglesia de Puebla, interpretaba un aria del Stabat Mater de Pergolesi, y una señora “entró en crisis”, se paró de entre el público y le gritó: “¡Cantar así no es de Dios!”. La mujer no concebía que un hombre -robusto y de 1.80 de estatura- cantara tan agudo.
La tesitura de contratenor -explicaba Calderón aquel junio de 2016- es desconocida en México, no sólo para el público, sino también para jurados de concursos, organizadores de festivales barrocos, autoridades de ópera o maestros de las dos principales academias del ramo del país, el Conservatorio y la Escuela Nacional de Música.
En América Latina apenas en 2015 se lanzaron dos iniciativas pioneras, que abren posibilidades de desarrollo a esta tesitura: el I Concurso de Canto Olivia Gorra, que organiza el centro cultural de la soprano mexicana, y que incluyó por primera vez una categoría específica para contratenores, en la cual se llevó el premio Emmanuel Pool.
Y el Primer Certamen de Contratenores Alfred Deller, que organizaron en Cuba el maestro Leo Brouwer y su esposa Isabelle Hernández, dentro de su festival Las voces humanas, y en el que el mexicano Rubén Berroeta ganó ya un tercer lugar.
Justo los cinco contratenores mexicanos que cantarán en el recital del Cenart este jueves 21 de noviembre ya tienen buena experiencia internacional.
Pool, además, hace también investigación musicológica, arreglos, y acompaña al láud árabe; con la Filarmónica CDMX estrenó el Réquiem Mexicano, de Marcela Rodríguez, compositora con la que ha colaborado en otras óperas contemporáneas e incluso en el filme Bola Negra a partir de un cuento de Mario Bellatín.
Berroeta pasó por la danza y el teatro antes de encontrar su voz, audicionó en Valencia en el Palau de la Música. Además, junto con el violinista Johantán Cano formó el Ensemble Vissi d’Arte.
Respecto a Gamaliel Reynoso, el pasado 7 de noviembre resultó uno de los cuatro ganadores de las audiciones nacionales de la Metropolitan Opera House (MetOpera), que se llevaron a cabo por segundo año consecutivo en San Miguel de Allende, Guanajuato, y podrá concursar en la próxima etapa que se llevará a cabo en Nueva Orleans, por segunda ocasión seguida.
Luego de su participación en enero pasado en la semifinal regional de Nuevo Orleans del Metropolitan Opera National Council Auditions (Monca), Reynoso fue invitado a participar en el año inaugural de la International Baroque Academy en el Teatro de Bavaria. Estudió ahí dos semanas en agosto con el contratenor Christopher Robson y con otros especialistas en música barroca.
Para enero de 2020, también irán a la ciudad de Lousiana a la semifinal del Monca, las sopranos Jacinta Barbachano, Jennifer Velasco y Denis Vélez, quien el pasado domingo 17 de noviembre ganó el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, el mismo que ganó Sosa.
Llamado en su etapa como cantante El Contratenor de México, Héctor Sosa acaba también de cerrar el ciclo de la serie Grandes voces de la ópera en México, con dos nuevas grabaciones en CD, producidas por él y la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco (UAM-X), después de una década y justo a tres años de la muerte de uno de sus promotores, el escritor René Avilés Fabila, coordinador de Difusión Cultural de la casa de estudios. Además, formó a otro contratenor, Iván López Reynoso, quien asume la batuta de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (Ofunam), a partir de enero próximo, como director asociado.
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