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Nación

Conoce el protocolo de manejo de cadáveres por Covid-19 en México

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Luego de la terrible irrupción al Hospital de las Américas, en el municipio de Ecatepec, Estado de México, surgieron cuestionamientos sobre el manejo de los cadáveres que fallecen debido al coronavirus Covid-19, ya que en varios de estos materiales audiovisuales se veían a personas sin vida dentro de uno de los espacios hallanados.

Las autoridades sanitarias de México han hecho un reiterado llamado a la incineración de los restos de los contagiados por Covid-19 pero ¿cómo procede la Secretaría de Salud en el manejo de cádaveres por esta enfermedad?

A través de la guía de manejo de cadáveres por Covid-19, emitida el 5 de abril, existe una serie de procesos que toman en cuenta los diferentes entornos que rodean a las víctimas mortales por coronavirus.

Entre estos destacan la separación abrupta del ser querido, procesos de duelo, procesos de comunicación, así como de recepción y entrega de cuerpos en seguimiento a las instrucciones y protocolos funerarios y de sana distancia correspondientes.

Pese a que aún no hay confirmación del riesgo de infección a partir de cadáveres, las medidas fueron impuestas para no exponer a familiares, autoridades sanitarias y servicios funerarios.

De acuerdo con lo señalado por Oliva López Arellano, secretaria de Salud en la capital, este protocolo fue impartido a manera de capacitación a funerarias, por parte de la Agencia de Protección Sanitaria de la CDMX.

El protocolo se basa en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario de la Disposición de Órganos, Tejidos, Cadáveres de Seres Humanos y las Normas Oficiales Mexicanas relacionadas, sin dejar de lado la dignidad humana en el tratamiento de los cuerpos y la relación con los familiares del fallecido.

En un principio se tiene que explicar a los familiares, en los términos más sencillos y respetuosos, la importancia de evitar acciones emanadas de la emoción como tocar o besar el cuerpo.

Los responsables del fallecido deberán contar con un plan de disposición del cuerpo y con servicios funerarios contratados al momento que la institución de salud les entregue el cadáver.

Para este punto, las unidades de salud deberán verificar la capacidad de funcionamiento de su morgue, en un reporte que entregaron las autoridades correspondientes. Además deberán aplicar los cuidados y medidas que el personal en contacto con cadáveres debe mantener en todo el proceso desde el momento de la muerte hasta la disposición final del cadáver:

  1. Los principios de precaución y dignidad humana se deben cumplir siempre en todo momento de la manipulación del cadáver.
  2. Todo el personal que interviene en el manejo, traslado y disposición final de los cadáveres confirmados o sospechosos de Covid-19, deberán cumplir las normas de bioseguridad y el uso del equipo de protección personal.
  3. Realizar lavado de manos con agua y jabón después de la manipulación de los cuerpos. No se recomienda higiene de manos con alcohol-gel.

El personal médico deberá usar equipo de protección personal según la actividad a realizar.

El traslado mortuorio se deberá realizar lo antes posible luego del fallecimiento, manteniendo recomendaciones de bioseguridad además de tener todas las precauciones de contacto para retirar todos los dispositivos que tenga el paciente y disminuir así riesgos de contaminación por derrame de secreciones.

Antes de este traslado los familiares podrán tener acceso pero será restringido a los más próximos y cercanos quienes deberán utilizar las precauciones con el equipo adecuado y sin el contacto físico con el cadáver ni con otras superficies que pudieran estar contaminadas.

Posteriormente el cadáver se deberá introducir en una bolsa de traslado biodegradable que deberá contar con todas las características sanitarias de resistencia a la presión de los gases en su interior e impermeabilidad. Este procedimiento se realizará dentro de la misma habitación y una vez que el cadáver esté adecuadamente empacado la recomendación es desinfectar la bolsa externamente con una solución de hipoclorito de sodio.

Además la bolsa deberá estar identificada claramente, siguiendo los lineamientos de las instituciones notificando además al camillero quien deberá desinfectar con solución de hipoclorito la camilla luego de dejar al cuerpo a la morgue.

Para llevar a cabo un estudio post mortem, se deberá garantizar que sea en un ambiente seguro y cumpliendo con las recomendaciones de bioseguridad además del uso de equipo adecuado.

La atención en la morgue deberá seguir los mismos lineamientos de sanidad y de protección personal para todos los responsables del traslado y entrega del cuerpo. Si los familiares no acuden a reclamar el cuerpo se tratará de localizarlos. En caso de no encontrarlos se dará aviso a la autoridad correspondiente y se procederá conforme a derecho.

Luego de la correcta introducción del cadáver y desinfección de la bolsa para el traslado, la manipulación del féretro no provoca ningún riesgo por lo que podrá finalizarse el transporte de la forma habitual con un vehículo.

«La disposición final del cadáver será lo más pronto posible, preferiblemente mediante
cremación; de no ser posible, se practicará la inhumación en sepultura o bóveda. Si el destino final es entierro este se da en las condiciones habituales. Las cenizas pueden ser objeto de manipulación sin que supongan ningún riesgo», señala la guía.

Para consultar más apartados y detalles a continuación encontrarás la guía:

https://coronavirus.gob.mx/wp-content/uploads/2020/04/Guia_Manejo_Cadaveres_COVID-19.pdf

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