Cierra Penal de Topo Chico; conozca su historia y leyendas

Luego de que 2673 reos fueran trasladados al penal de Apodaca, el Penal de Topo Chico cerró oficialmente sus puertas este 30 de septiembre en un evento presidido por el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, ‘El Bronco’.

Cerca de las 10:30 horas inició una ceremonia frente a Topo Chico y asistió también el secretario de gobierno estatal, Manuel González, así como vecinos de los alrededores que fueron invitados.

Inaugurado el 3 de octubre de 1943, este penal marcado por varias situaciones de violencia, motines y autogobierno por parte de grupos criminales como ‘Los Zetas’ pasará a ser, luego de trasladar a los últimos 150 reos, un Archivo General estatal, un teatro y un parque.

“El penal del Topo Chico será cerrado y habrá un proceso de que la gente vaya, conozca la historia, y no la volvamos a repetir”, dijo el gobernador del estado.

Este penal además de estar marcado por la violencia y la sobrepoblación, que lo llevó a superar los 6 mil 500 internos albergados en el lugar que originalmente era para 3 mil 800 personas, fue también ‘hogar’ para personajes únicos.

Los huéspedes de Topo Chico

Diego Santoy Riveroll, conocido como ‘El Asesino de Cumbres’, llegó al penal acusado de privar de la vida a dos menores, ambos sus cuñados, hermanos de su pareja Erika Peña Coss.

También ingresó Mario López Razo, por el homicidio de un bebé de tres meses junto a su padre, por lo que continuará su condena en el penal de Apodaca.

Ana Lizbeth, de 8 años, fue violada y asesinada por Juan Fernando Ruiz, que recibió una sentencia de 190 años en prisión por su crimen que indignó tanto a la sociedad que incluso, al interior de Topo Chico, tuvo que ser aislado debido a las amenazas de muerte que había en su contra.

El médico Alfredo Ballí Treviño sedó a una estudiante de medicina a la que después descuartizó al interior de su consultorio, en la calle Artículo 123 de la colonia Talleres, en Monterrey, en el año de 1959. El médico fue ingresado a Topo Chico.

Derivado de este hecho el periodista Thomas Harris solicitó conocer a Ballí Treviño en 1963 y le sirvió de inspiración para escribir la novela ‘El Silencio de los Inocentes’, que llegaría a los cines con el protagonista interpretado por Anthony Hopkins.

La Matanza de Topo Chico en 2016

El 10 de febrero de 2016 se registró un enfrentamiento entre Jorge Iván Hernández Cantú, “El Credo”, y por otro, Juan Pedro Saldívar Farías, “El Z-27”, líderes de dos grupos rivales al interior del penal y que dejó un saldo de 49 víctimas mortales y 39 heridos, sentando un hecho sin precedentes en México.

Cerca de la medianoche del 10 de febrero y hasta después de 13 horas las autoridades penitenciarias recuperaban el control, luego de que los internos prendieran fuego a bodegas de víveres en las áreas C2 y C3.

La matanza ocurrió cuatro meses después de que ‘El Bronco’ asumiera el cargo como gobernador del estado. Juan Antonio Caballero era el comisario en jefe del penal y junto con Gregoria Salazar Robles, directora de esta prisión, fueron procesados por la masacre pero posteriormente fueron absueltos de los cargos.

Los Zetas dominaban la prisión

Un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sacó a la luz los privilegios que integrantes del cártel de Los Zetas tenían al interior de la prisión que iban desde ‘jacuzzis’ y pantallas al interior de las celdas, así como la construcción de un templo a la Santa Muerte.

Dentro del penal también fueron encontrados objetos, mercancía, armas, drogas y muchas situaciones irregulares.

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