Choques de Urzúa fueron con AMLO, Romo y SAT por ‘inercia neoliberal’

El presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que fue con él con quien tuvo diferencias Carlos Urzúa por lo que consideró ‘inercia neoliberal’ en las actuaciones del exsecretario de Hacienda y Crédito Público. Así como con Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, y con el Sistema de Administración Tributaria que encabeza Margarita Ríos-Farjat. Insistiendo en que no hay evidencia alguna de los conflictos de interés que denunció en su carta de renuncia.

“Yo respeto mucho a Carlos, pero tenemos diferencias, tuvimos diferencias. Me presentan el Plan Nacional de Desarrollo y, desde mi punto de vista, no representaba un cambio. Era como si lo hubiese hecho (Agustín) Carstens o (José Antonio) Meade, que es tan buena persona. Meade es muy buena persona y también Carstens”, dijo López Obrador durante su conferencia matutina. Dando a conocer que Urzúa propuso esperar hasta el sábado para hacer oficial su salida para evitar una reacción fuerte en los mercados, pero él prefirió que se hiciera a la brevedad.

“Yo no puedo aceptar algo que signifique más de lo mismo, algo en lo que no creo. Ni siquiera es un asunto técnico, es un asunto de juicio práctico. ¿Cómo voy a estar yo a estas alturas, después del desastre de la política neoliberal, voy a seguir con lo mismo? Allá defiendan ese dogma, allá ellos”, señaló el primer mandatario. Asegurando que la diferencia radicó en la ‘concepción con inercia neoliberal’ de Urzúa y con que, dijo, su proyecto está contrapuesto.

Además de estas discrepancias, López Obrador también confirmó que hubo choques entre Urzúa y Romo por la participación de este último en la banca de desarrollo. Empezando por el nombramiento de Eugenio Nájera Solórzano como director general de Nacional Financiera. “Yo no veo que haya conflicto de interés, pero, además yo estoy pendiente de todos, estoy pendiente de mi familia. ¿Qué no di a conocer un memorándum en donde no se acepta el nepotismo?”, dijo.

Al interior de Hacienda, López Obrador negó distanciamiento entre Urzúa y la oficial mayor Raquel Buenrostro, aunque admitió que a ella la ‘ven feo’ debido a que se encarga de la política de austeridad en las compras del gobierno. Por el contrario, el exsecretario habría tenido problemas con el SAT. Aunque no aclaró de que clase habrían sido los desencuentros, sí confirmó que fue él quien propuso a Ríos-Farjat para el cargo, al considerarla indicada para la tarea de detectar y eliminar la condonación de impuestos a grandes contribuyentes, entre otras prioridades.

“Tengo mi conciencia tranquila. ¿Se acuerdan la carta de renuncia de Germán Martínez? El destinatario era Urzúa. Y ahora los destinatarios son otros, Romo y yo mismo, pero es así esto”, dijo López Obrador, aludiendo a la renuncia del entonces director general del Instituto Mexicano del Seguro Social. Quien protestó por las políticas de austeridad implementadas desde Hacienda en la compra de medicamentos y otros aspectos del sector salud.

“Esto fue una discrepancia que tiene que ver, también, con el carácter. Cada quien tiene su carácter, yo celebro mucho eso en Carlos, en Germán. El decir ‘no’, lo celebro. ¿Cómo era antes? Eras siempre decir ‘sí, señor’. Entonces, respeto mucho a quien hace eso”, concluyó. Adelantando que no anticipa mayores movimientos en Hacienda, así como descartó despedir a funcionarios. Aunque dejó abierta la puerta a que haya más renuncias en su gabinete.