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Internacional

Carlos III es coronado en medio de lujos y protestas contra la monarquía

Foto: Especial

El rey Carlos III de Reino Unido fue coronado luego de ocho meses de haber sido proclamado como el titular de la corona británica tras el fallecimiento de su madre, la reina Isabell II. El evento, sin embargo, transcurrió entre lo establecido con el protocolo y protestas por opositores a la continuidad de la monarquía en el siglo XXI.

La ceremonia religiosa en Westminster

En una ceremonia realizada en la abadía de Westminster, donde estuvieron presentes la familia real y distintos invitados especiales, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, cumplió con el acto protocolario final para coronar al rey Carlos III. Durante la misa, el sacerdote pidió a los presentes reconocer y agradecer la vida del monarca por su nación, los reinos y la Mancomunidad de Naciones, así como presenciar con gozo su unción y coronación.

Posteriormente, Welby tomó el juramento del ahora líder de la familia real para gobernar solemnemente los pueblos del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, así como de otros más sobre los que tiene aún jurisdicción la corona, según sus respectivas leyes y costumbres. En tanto, el ungido se comprometió, como lo establece el protocolo, hacer que la ley y la justicia, sean ejecutadas en todos sus juicios.

«Yo Carlos solemne y sinceramente en la presencia de Dios profeso, testifico y declaro que soy un protestante fiel y que, de acuerdo con la verdadera intención de las leyes que aseguran la sucesión protestante al trono, defenderé y mantendré la dichos decretos en la medida de mis facultades conforme a la ley», rezó Carlos III tras besar la biblia.

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La liturgia continuó con la participación de algunas de las principales figuras de la política británica como el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, al leer una epístola. En tanto, la actual líder de la Cámara de los Comunes y el Partido Conservador, Penny Mordaunt, estuvo presente cargando la espada del Estado.

Tras varios minutos, el arzobispo de Canterbury colocó finalmente la corona de San Eduardo sobre el rey Carlos III. De manera sincronizada, la artillería de la Armada Británica disparó una salva de seis cañones en el desfile de guardias en honor al monarca.

Acto seguido, el arzobispo Welby procedió a coronar a Camila como reina del Reino Unido. Previo a ungirla , este pronunció que esperaba que sea colmada de abundante gracia y todas las virtudes principescas. «Que el espíritu te guíe en sabiduría y gracia, para que, por tu servicio y ministerio, la justicia y la misericordia sean vistas en toda la tierra», expresó.

El “lado B” de la coronación: la protesta del pueblo

Sin embargo, no todo fue algarabía con la coronación de Carlos y Camila, dado que ciudadanos antimonárquicos mostraron su molestia ante la consumación del ascenso del nuevo jefe de Estado. Reunidos en la plaza de Trafalgar de Londres, Inglaterra, centenares de personas corearon la consigna“¡No es mi rey!”, especialmente cuando el rey desfiló por dicha zona.

Entre las consignas de los manifestantes estaban la abolición de la monarquía, la formación de una república y el deseo de que sean «ciudadanos, no súbditos”. A través de redes sociales, algunos ciudadanos republicanos denunciaron que policías les intimidaron diciendo que podían ser arrestados por alterar el orden público por su protesta y que incluso otros fueron detenidos por continuar manifestándose.

Como parte de los homenajes a los reyes, la Premier League entonó al inicio de sus partidos el himno nacional, conocido como ‘God save the king’. Sin embargo, la afición del Liverpool mostró su posición en contra de la corona al abuchear las notas de esta composición al ser reproducida al inicio de su partido contra el Brentford.

Por otra parte, en Glasgow, Escocia, miles de ciudadanos marcharon para pedir la independencia de Escocia mientras se llevaba a cabo la ceremonia de coronación. En este país también hubo el pasado 30 de abril una protesta en medio de un partido de futbol en contra de la monarquía británica cuando los aficionados del Celtic F.C. comenzaron a corear, en en clásico contra el Rangers, “¡Puedes meterte tu coronación por el culo!”.

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