Cultura
Botellita de Jerez deslinda al #MeToo de suicidio de Armando Vega Gil
Hace unas semanas se gestó en redes sociales un movimiento donde las mujeres víctimas de acoso y abuso sexuales denunciaban de forma anónima a los agresores de ámbitos específicos como el periodismo, el teatro, el cine, agencias de publicidad, escritores y músicos entre otros.
Este movimiento, el #MeToo, provocó una serie de confrontaciones entre personas que apoyaban la propuesta de exhibir públicamente el comportamiento y situaciones que habían vivido las víctimas y por el otro lado quienes consideraban esto una herramienta para difamar y destruir la carrera forjada por la persona acusada.
Cientos de nombres conocidos salieron a la luz como agresores pero la semana pasada, el domingo, el bajista y vocalista de Botellita de Jerez, Armando Vega Gil, quien también fue denunciado a través de la cuenta MeToo Músicos Mexicanos, logró, con su suicidio, un punto de quiebre para este movimiento.
Armando Vega Gil fue denunciado por el supuesto acoso de una niña de 13 años, a lo que el artista multidisciplinario contestó, a través de una carta en sus redes sociales, en la que explicaba cómo esta denuncia le había destruido la vida y le había cerrado las puertas en el medio, llévandolo a tomar la decisión de quitarse la vida, acción que realizó después de publicar la carta.
Esta carta concluía diciendo que la decisión de quitarse la vida era sólo responsabilidad de Armando Vega Gil, pero sus seguidores comenzaron a crear una ola de acusaciones en contra del movimiento MeToo, culpándolo de la muerte del músico mexicano.
Pasado el escarnio y las declaraciones de cientos de personas que apoyaban los movimientos de denuncia contra acusadores y abusadores, la banda Botellita de Jerez, que después del suicidio de Vega Gil anunció su disolución, publicó el día de hoy su posicionamiento respecto de lo sucedido con quien fuera su frontman desde la fundación del grupo.
Posicionamiento del grupo Botellita de Jerez ante el lamentable fallecimiento de Armando Vega-Gil
Quienes hasta el 2 de abril de 2019 hemos integrado al grupo Botellita de Jerez, deseamos hacer pública una serie de reflexiones en torno al doloroso deceso de nuestro compañero, el artista multidisciplinario Armando Vega-Gil.
Respetamos la decisión que tomó en un momento crítico y muy agudo de su existencia, pero queremos enfatizar que ni la causa feminista ni el movimiento Me Too, son culpables de su suicidio. Como lo dejó en claro en su carta de despedida, misma que escribió con total responsabilidad y conciencia: “No se culpe a nadie de mi muerte”. Esta expresión no debe ser soslayada, sino asumida como un deseo genuino y patente de Armando.
Reiteramos nuestra postura expresada en diversas ocasiones: Nos oponemos resueltamente a la violencia contra las mujeres, expresada en acoso, hostigamiento, violaciones y bárbaras expresiones de misoginia, como los nefastos feminicidios. Nos sumamos a ideas compartidas por muchos mexicanos y mexicanas: desterrar las violencias de género, superar los machismos de hombres y mujeres, favorecer la equidad de género y abonar a la construcción de una cultura de paz y buen trato.
Hacemos un llamado a nuestros seguidores de ambos géneros a no caer en provocaciones y polarizaciones. Consideramos que la terminación del proyecto de Botellita de Jerez queda en un segundo plano con respecto a un tema fundamental: avanzar en los esfuerzos para deponer la violencia en contra de las mujeres.
Análisis superficiales y maniqueístas consideran a parte de nuestro trabajo musical y literario, como glosa y apología de la violencia de género. Que nadie se confunda, algunas de nuestras canciones y algunos textos individuales de Armando, aluden a las violencias con un sentido crítico, sarcástico y de denuncia. Por ejemplo, nuestro celebrado tema Alármala de Tos es una aproximación crítica al amarillismo y al lenguaje descalificador de algunos medios impresos mexicanos.
Proponemos una seria reflexión en torno al suicidio en general. Privarse de la propia vida en sí mismo no representa cobardía o valentía; tampoco es una falsa salida, ni necesariamente es consecuencia de severas alteraciones emocionales. Es una opción extrema pero respetable. El suicidio de un personaje público no puede generar emulaciones ni un Me Too hombres. Respetuosamente invitamos a quienes estén apesadumbrados, tristes y enojados por el deceso de Armando Vega-Gil, a buscar ayuda profesional.
Principalmente deseamos reflexionar sobre los instrumentos mediáticos, plataformas y redes sociales en su papel de foros de denuncia de agresores sexuales. Reconocemos que, hoy por hoy, el anonimato de las víctimas es un recurso que las protege de nuevas agresiones y revictimizaciones.
Somos conscientes que el aparato de impartición de justicia es deficiente, misógino y no ha funcionado a favor de las afectadas, sino al contrario.
Por otro lado, consideramos que los espacios de denuncia pública necesitan urgentemente de filtros, protocolos, normatividades internas y marcos éticos que garanticen el ejercicio de los derechos de presunción (de inocencia, verdad, justicia y reparación, logrando distinguir las venganzas oportunistas).
No hacerlo nos coloca frente a un escenario de futuras imputaciones sin sustento, a la exhibición mediática de inocentes, linchamientos morales, estigmatización, descrédito y daño en la reputación de las personas señaladas y sus familias. Desde nuestra reciente experiencia les decimos: las consecuencias pueden ser lamentables y sin sentido, perpetuando la violencia irracional en que nos seguimos sumergiendo.
Nosotros, quienes hemos conformado Botellita de Jerez, reivindicamos el feminismo y las nuevas masculinidades que se afanan en lograr la equidad de género. Como sujetos históricos nacidos en la segunda mitad del siglo XX, nos oponemos a los fundamentalismos, vengan de donde vengan, ya sea desde la violencia machista recalcitrante o de individualismos pseudofeministas de corta memoria y alianzas frágiles. Estamos en desacuerdo con los discursos de odio y a favor de las coincidencias y disidencias en un ámbito de respeto, sororidad y solidaridad. Busquemos puntos de encuentro, respetando nuestras diferencias.
Además de su particular sentido del humor, Armando poseía una gran calidad humana. Fue uno de los miembros fundadores de Botellita de Jerez y también un escritor reconocido que editó una treintena de libros, algunos de estos dirigidos a las niñas y los niños. Hizo música infantil con El Ukulele Loco, proyecto motivado por su reciente paternidad. Él quería heredar un mundo mejor para su hijo y por extensión, para los niños en general. Fue fotógrafo, dirigió cortometrajes, hizo videos y guiones para películas, apoyó organizaciones en causas nobles, dio talleres literarios y sobre todo, sembró un gran cariño en muchas personas. Así lo queremos recordar y nos gustaría que los demás lo hicieran, como la persona que realmente llevamos en nuestros corazones.
Ciudad de México a 7 de abril de 2019.
Francisco Barrios “El Mastuerzo”,
Santiago Ojeda,
y Rafael “Sr. González”.
Que salga la luna
Que salga el sol
Que salgan las nubes
Que salga el amor
Que salga un cometa
Que salga un volcán
Que se abra una grieta
Que salga la verdad
Botellita de Jerez
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