Muestra de Cine Nórdico trae rarezas de Finlandia y sorpresa de Groenlandia

El cine nórdico nunca se ha alejado de Cineteca Nacional desde hace décadas, y a partir del 23 de julio volvió con 13 largometrajes y 3 cortos de Finlandia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Islandia e incluso Groenlandia, incluyendo el filme clásico de Aki Kaurismäki, Unión Calamar. 

De acuerdo con los programadores de la Cineteca, la muestra tiene como hilo conductor la construcción del Estado y sus consecuencias en la vida privada; además, en esta ocasión se incluye una cinta sobre pueblos originarios Sangre sámi (Amanda Kernell, 2019) que muestra las raíces de las culturas del norte de Europa y sus influencias en regiones como Groenlandia. 

Sangre sámi, coproducción Suecia, Dinamarca, Noruega con las actuaciones de Maj Doris Rimpi y Lene Cecilia Sparrok, es la historia de Elle Marja, una joven criadora de renos de Laponia que, expuesta al racismo de los años 30 y a los análisis genéticos en su internado, empieza a soñar con otra vida, por lo que tiene que convertirse en otra persona y romper ataduras con su familia y cultura, según la sinopsis de los organizadores de la muestra.  

“Esta película se adentra en un capítulo vergonzoso de la historia Suecia para contar una lucha de superación individual en medio de un entorno de discriminación hacia los samis, el pueblo autóctono de la región escandinava”, se indica en la programación de Cineteca Nacional. 

Una rareza en la selección es Anorí, el segundo largometraje de Pipaluk Kreutzmann Jørgensen (también directora del cortometraje The Ravens Storm, de 2013), ambientado en Groenlandia y Nueva York, que toma como línea medular los viejos mitos groenlandeses acerca de la vida y la muerte para llevarlos a la época moderna y narrar una historia de amor trágica.  

Finlandia participa con “filmes que han marcado la historia del cine de ese país, así como títulos más recientes pertenecientes a la ola de “filmes nórdicos extraños”, la cual se ha venido gestando en las últimas décadas aludiendo a temas, motivos y figuras poco convencionales”. 

Justamente destaca en esta edición el gran número de películas finlandesas seleccionadas y con esas temáticas. 

En ese contexto se presenta la tercera película de Kaurismäki Calamari Union (1985), una comedia considerada por la crítica “surrealista” o “del absurdo” que se volvió de culto. 

También M (2018), primer largometraje de Anna Eriksson, una cinta de corte experimental donde la directora finlandesa se adentra en el universo del Eros y el Tánatos con la intención de diseccionar la velada relación que existe entre la sexualidad y la muerte. El metraje del filme se compone de fragmentos filmados durante cuatro años y en diversos países, como México, Portugal y Finlandia con la participación de actores no profesionales, según la sinopsis. 

Igual Finlandia trae una durísima película no apta para los amantes de los perros (o tal vez sí), que ya se había tardado mucho en llegar a México: Eutanasia (Teemu Nikki, 2017), 

El tercer largometraje de Teemu Nikki, que bien puede catalogarse dentro del subgénero de asesinos seriales, es la historia, sin concesiones para el espectador, de un mecánico finlandés que termina con el sufrimiento de los perros que se encuentran enfermos a través de la eutanasia.  

La labor “humanitaria” del mecánico se complica cuando alguien le pide acabar con un perro que no tiene ninguna dolencia. Una obra maestra del humor negro, también. 

El camino eterno (Antti-Jussi Annila, 2017), coproducción de Finlandia, Estonia y Suecia basada en una historia real, cuenta la aventura de Jussi Ketola, un obrero que vuelve a Finlandia tras trabajar en Estados Unidos, sumidos en la Gran Depresión a comienzos de los años 30.  

Una noche, y bajo la sospecha de ser socialista, Ketola es secuestrado por miembros de un movimiento de extrema derecha, pero consigue escapar huyendo hacia la Unión Soviética. 

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También de Finlandia llega el documental Sauna (2010), nuevo clásico de Joonas Berghäll y Mika Hotakainen, quienes se sumergen en la psique de varios hombres finlandeses que encuentran en los saunas un confesionario.  

“En estos espacios, purifican su alma y mente, reflexionan directamente desde el corazón y cuentan sus historias de vida, algunas divertidas, y otras tristes y dolorosas. El resultado es un esbozo íntimo sobre el amor, la muerte y la amistad”, se señala en la sinopsis de Cineteca. 

El filme obtuvo el Premio Jussi (el Óscar finlandés) a Mejor Documental en 2011. 

De Islandia, se presenta Mujer en guerra (Benedikt Erlingsson, 2018), que retrata la lucha por salvar el planeta de una profesora de canto y “terrorista ecológica”, que se enfrasca en combatir a la industria del aluminio que está contaminando su país mientras espera adoptar a una niña. Coproducida con Francia y Ucrania, la película está definida como “comedia absurda y extravagante sobre la defensa del medio ambiente”. 

De Dinamarca, El sindicato San Bernardo (Mads Brügger, 2018), una sátira en la que dos amigos daneses procedentes de familias adineradas intentan montar un negocio de cría de perros San Bernardo en China, en el municipio de Chongqing. 

De Noruega, se proyecta Ciudad natal. Historias de un siglo (Magnus Skatvold, 2015), ópera prima del director que a manera de collage hace un recorrido a través de once décadas de la historia de ese país, haciendo uso de material de archivo que se compone desde fragmentos audiovisuales resguardados en el archivo nacional, hasta películas familiares.  

Las adaptaciones de los clásicos de la literatura no podían faltar en una muestra de cine nórdico y así se incluye en esta Hambre (Henning Cerlsen, 1966), adaptación de la novela homónima del Nobel de Literatura noruego Knut Hamsun, en coproducción Dinamarca, Noruega, Suecia.  

La película en blanco y negro está ambientada a finales del siglo XIX y aborda la vida de un escritor anónimo que malvive por las calles de Cristianía (antiguo nombre de Oslo) intentando vender sus escritos a las revistas.  

“Vista a través de la enfermedad, el hambre y la fiebre, la ciudad aparece impenetrable, como una alucinación, y la experiencia del hombre está separada del aparente orden en el que viven todos los demás.” 

Otros filmes que se proyectarán son Border (Ali Abbasi, 2018) y Tragafuegos (Pirjo Honkasalo, 1998). Y los cortometrajes Aves en la tierra (Marja Helander, 2017), Llama (Sami van Ingen, 2018) y Aderezo de Saladdin (Anssi Kasitonni, 2018).