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A Fuego Lento

¿Consulta a mano alzada sobre juicio a expresidentes, el 1 de julio en el Zócalo?

Foto: Cuartoscuro

La idea impacta, ¿no? Imaginar a Andrés Manuel llenando el Zócalo de la CDMX una vez más, a un año de su apabullante victoria electoral, preguntándole a miles de mexicanos si quieren que se inicie la investigación contra los expresidentes neoliberales o si prefieren, como tanto defiende él, implementar el punto final, borrón y cuenta nueva, mirar hacia delante. Si tan fácil resulta visualizarlo, seas simpatizante o detractor de la 4T, ¿por qué el presidente no quiere hacer esto?

Andrés Manuel lo ha dicho hasta el cansancio: será el pueblo el que determine el destino de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña. Pero prefiere torear cuando se le pregunta dónde, cuándo y cómo el pueblo manifestaría su sentir. Él insiste en que la consulta se hará, si es necesario, pero las largas no dejan de llegar al respecto. Incluso, cuando uno de sus porristas le propuso en la mañanera hacer ‘una consulta para la consulta’, accedió de inmediato.

Caso contrario a las consultas a mano alzada que hace en sus mítines, donde se promedian unos 6 mil ciudadanos del estado en turno. En estos ejercicios Andrés Manuel lo mismo ha decidido la política bilateral con Estados Unidos en plena crisis con Donald Trump, como se han cancelado multimillonarias obras como el Metrobús de La Laguna. Una obra que abarca una zona metropolitana de dos estados diferentes, pero cuyo futuro recayó en las manos de los 5 mil duranguenses a los que se les ocurrió acudir al mitin del presidente.

Eso sí, cuidado con cuestionar la validez de estos ejercicios de democracia directa, participativa, eso solo lo hacen los clasistas, es un pensamiento conservador. Está mal cuestionar las decisiones del pueblo, porque este es sabio, honesto y sabe lo que es mejor. Además, no hace falta tanta metodología y representatividad, es una consulta popular, no una encuesta. A menos así lo ha defendido el presidente en, por lo menos, dos mañaneras distintas.

Usando el sentido común, que reconoce el presidente como el menos común de los sentidos, podemos ver que hay discordancia en los discursos. ¿Por qué en temas donde sabe que su opción ganará no hay por qué preocuparse de las formas? Al mismo tiempo, cuando se trata del resentimiento para con los expresidentes, el cual en gran medida es responsable de la mencionada victoria del 2018, entonces sí hay que cuidar los modos. Todo indica que el destino de los neoliberales no descansa en las manos (alzadas) del pueblo, sino en un elocuente dedito, uno solo.

Sheinbaum, ¿miedo a los medios?

Desde la semana pasada la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, implementó un nuevo modelo de prevención y combate a la inseguridad a “ras de suelo”, el cual consiste en asistir a asambleas vecinales en las colonias, barrios y pueblos más peligrosos de la CDMX para escuchar cuáles son las demandas más urgentes en materia de seguridad.

En su primera semana, se vio de todo: gente que le exigía mejorar la seguridad en su zona; cuestionamientos de quienes afirmaban haber sido víctimas de delitos de alto impacto; y gente que le reclamaba directamente a Sheinbaum “la ineficacia de su gobierno”.

Desde hace 8 días ya se había pactado con los medios de comunicación que martes, miércoles y jueves serían días de actividades “nocturnas”, entre tequios y asambleas.

Sin embargo, este martes no se convocó a medios. No fueron invitados a la colonia Buenos Aires, en donde se llevó a cabo la asamblea vecinal respectiva. Esta sí contó con la presencia del secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, y el alcalde de la Cuauhtémoc, Néstor Núñez.

¿Por qué la jefa de Gobierno dejó fuera de la jugada a la fuente que cubre sus actividades. ¿Acaso no quiere que los medios capturen los momentos en que los vecinos le exigen y le hacen reclamos por la inseguridad que viven día a día.

El pasquín que casi le cuesta a AMLO una millonada por menos de 500 pesos

Para variar, en el diálogo circular —de circo, no de círculo— en el que se convierten algunas mañaneras, uno de los pasquines que crecen a la sombra de la 4T aprovechó el foco para hacer otro berrinche personal y enjaretárselo al presidente. Con la pequeña variante de que, en esta ocasión, el arranque de uno de los tantos falsos reporteros que acredita Jesús Ramírez pegó a un negocio en el que se invertirá 3 mil millones de dólares.

Para abrir la mañanera, la misma mujer que usurpa el lugar de reportera para pedirle favores al presidente, como concesiones de gasolineras, usó su turno al micrófono para denunciar un mal personal, común y que afecta a la población, pero personal: BBVA le había cobrado una comisión inesperada de 450 pesos. Haciendo uso de la omnipotente charola que es la acreditación presidencial, seguramente amenazó al empleado del banco que la atendió con denunciarla en la tribuna inquisitoria más vista del país. Cumplió.

Dejando de lado que el berrinchito está prohibido por el reglamento que Ramírez ejecuta de manera discrecional, este cirquito mañanero pudo tener consecuencias irreparables de haberse prolongado unos minutos más. Y es que es el mismo BBVA, que sigue ‘haciendo de las suyas’, el que le prometió al presidente invertir la friolera de 3 mil millones de dólares a lo largo de su sexenio. Una noticia que fue oxígeno puro para la 4T y su siempre extraña relación con las potencias financieras.

Según resonó en los pasillos de Hacienda aledaños a la mañanera, BBVA no estuvo muy contento con que la señora los acusara con el presidente por cobrarle sus 450 pesos. Aunque en un momento llegaron a pensar que se trataba de una puesta en escena para anunciar una movida importante contra los privilegios de los que gozan los bancos, los ánimos se calmaron con la reacción presidencial. Aunque el coraje nadie se los quita.

El berrinchito pudo, en segundos, echar abajo casi un año de cortejos y coqueteos por parte de la 4T con los bancos. Empezando por el round que se aventó el presidente con Ricardo Monreal para evitar el avance de la reforma financiera, el haber mandado a los machuchones económicos Carlos Urzúa y Poncho Romo en misión de paz con los banqueros, y hasta jurarle al presidente de España, en su cara, que no se atentaría contra las inversiones ibéricas en el país.

Con tanto en juego por un breve balbuceo que debería haber quedado en la irrelevancia propia del personaje que lo pronunció, se esperaría que Jesús Ramírez actuara, ¿no? Lo hizo, sí, pero solo para poner pies en polvorosa y desaparecer junto al presidente en cuanto este se retiró. Tal vez a la mente maestra de Regeneración no le resulten importantes los 3 mil millones de billetes verdes por los que Andrés Manuel, incluso, accedió a tomarse la foto del recuerdo junto a Jaime Serra Puche, uno de los hijos pródigos y prodigios del neoliberalismo salinista.

Oh, irreparable error, estamos volando la nota. La señora no denunció el cobro de sus 450 pesos. Denunció el cobro de sus 451 pesos. Esos cien centavos deben hacer la diferencia que lleva a la práctica el vocero y su equipo. Mientras tanto, y tomando una página ilustre del libro del presidente, nosotros repetimos lo que dicen los jóvenes en las benditas redes sociales: ya siéntese, señora.

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