¿Puede AMLO ganarles a las calificadoras?

Andrés Manuel y su gente sabían con antelación del más reciente golpe de las calificadoras: la reducción que Standard & Poor’s hizo a México. Tanto que dedicaron toda la semana pasada a trabajar en una estrategia no solo para enfrentar el impacto, sino también para llevar a cabo la promesa del presidente de que, como lo ha hecho con tantos otros retos, sacará de su error a estas firmas.

En Palacio Nacional existe preocupación sobre el tema, sí, pero sigue reinando la confianza en Andrés Manuel por una sencilla razón. Desde que asumió la Presidencia de la República ha doblegado a todos sus adversarios. No importó que fueran huachicoleros, cabezas de organismos autónomos, organizaciones civiles. Todo aquel al que ha señalado con su elocuente dedito terminó a sus pies.

Ahora, si bien del lado de Presidencia hay entusiasmo por carearse con las calificadoras, del lado de Hacienda optan más por la precaución. Si el gobierno confía en Andrés Manuel, Andrés Manuel confía en Carlos Urzúa. Lo que lo llevó a quedarse 5 días seguidos en la CDMX, algo que no hacía desde el periodo de transición, para prepararse para el choque. Todo con el consejo del secretario.

Una parte de este plan fueron los acercamientos, públicos y privados, con empresarios del más alto nivel. Desde Emilio Azcárraga, Germán Larrea y Alberto Bailléres el lunes, pasando por el Consejo Coordinador Empresarial en donde cerraron filas con él, hasta llegar al jueves, cuando recibió a banqueros y ejecutivos financieros. En lo que, espera, dé pie a un acuerdo de inversión que detone la economía nacional.

Además a inicios de la semana convocó a una reunión urgente de gabinete, tanto que Olga Sánchez Cordero no asistió por estar en Estados Unidos de gira de trabajo. El mensaje dado a los funcionarios del gobierno fue claro. Lo que se ha hecho en casi 100 días no será suficiente y hay que redoblar el paso. Particularmente en materia de seguridad pública y programas de bienestar. Temas que Andrés Manuel conjuga con el crecimiento económico.

A estos dos se les suma una tercera pierna, la de serenar a los sindicatos ante la oleada de huelgas, manifestaciones, plantones y protestas que se ha esparcido a lo largo del país. De ahí la reunión con Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, para que se comience a gestionar acuerdos con las cúpulas obreras y mitigar el nerviosismo que estas han causado en la iniciativa privada.

Estas son las tropas y armas que Andrés Manuel alista para enfrentar a las calificadoras internacionales. No para destruirlas, sino para probarlas equivocadas al dudar de las estrategias que la 4T implementa en el país. Ya lo dijo el presidente, su interés no es el de castigar, sino desnudar al régimen neoliberal. Qué mejor manera que restándole credibilidad a las empresas que aplauden cada política de este tipo.

Sheinbaum busca “algo barato” para sustituir la Fórmula 1

Los organizadores del magno evento de Fórmula 1 informaron que México perdió “el derecho preferencial para recibir el Gran Premio de 2020”. A través de un comunicado, los organizadores dijeron que tal decisión se derivó de que se cumpliera el plazo límite “para conservar la fecha que hasta el momento ha gozado el Fórmula 1 Gran Premio de México”.

Desde hace al menos un mes se le ha insistido a la Jefa de Gobierno dar una explicación clara y una postura ante tal evento. Sus respuestas han sido similares a “aún lo estamos viendo”, “estamos revisando”, “veremos lo que sea mejor para la Ciudad”, sin dar una respuesta asertiva.

El día miércoles de esta semana se cumplió el plazo para la renovación del evento deportivo y, como sabemos, no hubo renovación. Esto significa que para el año 2020 en México no habrá Fórmula 1 y los organizadores, como se dijo al inicio, “castigaron” quitándole “el derecho preferencial” a la Ciudad.

¿Cuál es el premio de consolación? Sheinbaum dijo que la CDMX buscará un espectáculo alternativo a la Fórmula 1 en los próximos años, tratando de que este sea “barato para la gente”, pues la Fórmula 1 se había convertido en un evento exclusivo para gente con gran poder adquisitivo.

El ahorro de los 400 mdp será destinado para el próximo evento que hospede la CDMX o incluso para uno de los tantos programas sociales que la Jefa de Gobierno ha puesto en marcha. Esta semana, la mandataria se horrorizó al decir cuánto costaba la Fórmula 1, pues aquel dinero era del pueblo y representa casi el doble de lo que costaría el rescate del parque Cuitláhuac (el Chapultepec de Iztapalapa).