Sheinbaum-Ebrard-Monreal ¿Quién en 2024?

Con todo el sexenio por delante y una nutrida agenda de temas el presidente Andrés Manuel López Obrador se percibe inalcanzable para las elecciones del 2024. Sin embargo, su personalidad, poderío y contundente victoria en los últimos comicios vuelven su sucesión uno de los principales puntos tabú a tratar durante la administración.

El interés por la sucesión presidencial radica, principalmente, en la misma victoria del Movimiento Regeneración Nacional. Puesto que el fantasma de la reelección ha sido el argumento más repetido por los opositores de la ‘cuarta transformación’, algo que López Obrador rechazó incluso al asumir la Presidencia de la República. De igual manera, por el diverso y hasta contrastante bloque que conforma la mayoría de Morena en el Congreso de la Unión y a niveles estatales.

Claudia Sheinbaum:
La más cercana a López Obrador habiendo sido su secretaria del Medio Ambiente cuanto este era Jefe de Gobierno del Distrito Federal, así como secretaria de Patrimonio en la “Presidencia Legítima” del 2006. Durante años más enfocada a la academia que a la política, Sheinbaum es la única de la baraja principal que no ha militado en el Partido Revolucionario Institucional.

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México logró su primer cargo de elección popular en 2015 cuando se hizo con la delegación Tlalpan en las primeras elecciones que disputó Morena. Tras una gestión de clarooscuros de menos de tres años, Sheinbaum se volvió la primera mandataria democráticamente electa de la capital de la República con su programa de “Innovación y Esperanza”.

Doctora en ingeniería ambiental por la Universidad Nacional Autónoma de México, Sheinbaum cuenta con un amplio currículum académico. Egresada del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable del Colegio de México, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y la Academia Mexicana de las Ciencias, así como participó en programas a nivel internacional en la misma materia.

Marcelo Ebrard:
El hoy secretario de Relaciones Exteriores fue secretario general del PRI-DF de 1988 a 1992, puesto que dejó para ser el segundo al mando del fallecido Manuel Camacho en la regencia de la entidad y la misma SRE. Para las elecciones del año 2000 fundaron el partido Centro Democrático, contendiendo por la Jefatura de Gobierno y la Presidencia de la República, respectivamente. Aunque ambos declinaron en favor de los eventuales ganadores, López Obrador y Vicente Fox.

El gesto fue correspondido por López Obrador, quien lo incluyó en su gabinete, primero como secretario de Seguridad Pública y luego de Desarrollo Social, hasta volverse su sucesor al frente del DF. La gestión de Ebrard en el gobierno capitalino lo volvió el presidenciable nato del Partido de la Revolución Democrática para el 2012, perfilándose como el principal rival del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Aunque, nuevamente, terminó por dejarle el camino libre al hoy presidente.

Tras culminar su mandato y no llegar a la Secretaría de Gobernación como había propuesto López Obrador durante su campaña, Ebrard se volvió una figura incómoda para la cúpula del PRD que buscaba acercarse a Peña Nieto. Primero al ser bloqueado en su intento de presidir el partido, luego cuando se le negó una diputación plurinominal en 2015 tanto en el Sol Azteca como en el aliado Movimiento Ciudadano. Pese a esto, el canciller no formalizó el fin de su era perredista y su incorporación a Morena hasta inicios de 2018, sumándose a la campaña de López Obrador.

Ricardo Monreal:
Mandamás en el Senado de la República, el líder de la bancada morenista vive un segundo aire en su carrera política. Misma que inició a mediados de la década del 70 cuando ingresó al PRI por medio de la Conferencia Nacional Campesina. Llegando a ser diputado federal de 1988 a 1991, tras lo cual se volvió senador para el periodo 1991-1997, y finalizando con su regreso a la cámara baja en 1998.

Fue en ese año que abandona las filas del PRI para contender, y ganar, bajo las siglas del PRD la gubernatura de Zacatecas. Estado que se volvió su bastión, así como el de su familia, y que lo catapultó al plano federal. Llegando a ser coordinador de la segunda campaña presidencial de López Obrador y uno de los principales promotores del naciente Morena, aún como asociación civil. Además de volver al Senado de 2006 a 2012 con el Sol Azteca, y a San Lázaro de 2012 a 2015 con MC.

Si algo se interpondrá en su camino es el distanciamiento con López Obrador surgido de su confrontación a mediados de 2017 por la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno. Ya que Monreal, entonces delegado de Cuauhtémoc, insistía en ser una mejor opción que Sheinbaum. Con más de un pie fuera del partido, terminó por quedarse y volver a ayudar a coordinar una campaña de López Obrador.

¿Vida después de la cuarta transformación?                                                                                   La apabullante victoria de Morena, el respaldo masivo hacia López Obrador, la falta de fortaleza de las otras fuerzas políticas y la fuga de cuadros de estas mismas hacia el nuevo partido dominante dificultan que la oposición distinga algún caballo de batalla. Aunque esto no impide a algunos comenzar a alzar la mano.

En primer plano se encuentra Enrique Alfaro, nuevo gobernador de Jalisco y estandarte del MC, al grado de poder posicionar a aliados suyos como Clemente Castañeda, Jorge Álvarez Maynez y Tonatiuh Bravo en puestos clave del partido y sus grupos parlamentarios. El mandatario arrancó su administración en pie de guerra, dejando en claro que no se someterá a la cuarta transformación.

Junto a Alfaro se encuentra Margarita Zavala, quien buscará reaparecer en la boleta electoral, esta vez abanderada por LIBRE, el partido que fundará junto a su esposo, el ex-presidente Felipe Calderón, tras la salida de ambos de Acción Nacional. Por su parte el PAN, aún segunda fuerza política después de Morena, tiene a sus principales cartas en la gubernatura de Chihuahua, con Javier Corral, y en la coordinación de senadores, con Rafael Moreno Valle.

Finalmente, y desdibujados tras el primero de julio, se encuentran el PRI y el PRD. El primero tiene al senador Miguel Ángel Osorio Chong y al gobernador campechano Alejandro Moreno Cárdenas, quienes también aspiran a liderar el partido, aunque aún no lanzan sus primeras posturas y, por el contrario, han demostrado la mejor disposición al tratar con López Obrador y Morena.

Mientras que el segundo hace lo propio con Miguel Ángel Mancera y Juan Zepeda en la cámara alta y Silvano Aureoles en el gobierno michoacano. El primero no es militante; el segundo ha amenazado varias veces con renunciar, incluso mostrándose cercano al MC; y el último está por dejar el puesto a la vez que enfrenta un proceso de expulsión.