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Metrópoli

«CDHCM de Nashieli Ramírez ha sido la más defensora del país; logró territorializar su trabajo»: Brugada

La jefa de Gobierno de Ciudad de México (CDMX) declaró que la Comisión de Derechos Humanos local, encabezada por Nashieli Ramírez, ha sido la más defensora de todo el país. Esto como reconocimiento a la ombudsperson en el marco del fin de su segundo y último periodo.

Desde las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México (CDHMC), Clara Brugada expresó que esta institución reafirmó, bajo la batuta de Nashieli Ramírez, el derecho de las personas a vivir sin miedo, ser escuchadas, recibir justicia y habitar una ciudad que la reconozca como igual. Señaló que ante el inminente final del ciclo de ocho años, debía reconocer a la aún presidenta del órgano por hacerlo la Comisión de Derechos Humanos más defensora de todo el país.

«Y una de las tantas acciones que ha hecho esta comisión, es la de descentralizar su actuación, y eso lo valoro muchísimo. Entonces estamos empeñados en descentralizar el Gobierno de la ciudad, y lo vamos a hacer, por supuesto, pero la Comisión ha logrado territorializar su trabajo. Y eso es lo mejor, porque nos ayuda a tener una acción rápida, eficaz; estar donde se cometen las injusticias», externó.

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Sobre esto, comentó que llevar a la institución al territorio fue lo correcto, dado que así estuvo en los lugares donde duelen las injusticias, laten las resistencias y emergen las demandas. Opinó que es necesario que la comisión acuda a las colonias y barrios para escuchar y acompañar los casos, a fin de que no se normalicen las injusticias y exigir, como institución autónoma, atención de los gobiernos a las periferias.

Por su parte, Nashieli Ramírez comentó que la apuesta en su gestión ha sido no seguir en la lógica de ser un contrapeso en el marco anacrónico de la teoría clásica de la división de poderes, sino adaptarse a los cambios sin perder su autonomía. Explicó que, en ese sentido, viró hacia un trabajo para: colocar a las víctimas en el centro; constituir a la CDHCM como la diferencia a la postergación o acceso a la justicia; y dejar robustecido el engranaje institucional. Ello a fin de atender problemas como la protección de la niñez, el abuso policial, la distribución del agua, la expresión de la protesta y la mejora de la calidad de vida.

«Hicimos más accesibles los mecanismos para presentar las quejas, e incluimos desde el primer contacto, formas para recabar y clasificar información, desde el enfoque diferencial, lo que favorece un posterior análisis interseccional. Aseguramos la proximidad territorial, no sólo por medio de las 16 oficinas en la alcaldía, sino acercar la comisión a los espacios donde se sucede la vida de esta ciudad: albergues, calles, mercados, parques, barrancas», subrayó.

Finalmente, la ombudsperson expresó que, en sus casi ocho años como presidenta, la comisión y la ciudad avanzaron en una ruta de transformaciones estructurales. Sin embargo, aceptó que persisten pendientes, además de que la cuenta por saldar no es menor, lo cual implica que se requiere continuar y no normalizar las violencias, advirtiendo que no habrá progresividad de derechos sin transformación cultural.

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