Contención del Covid-19 afectará el empleo en América Latina: Cepal

La Cepal publicó este viernes su primer ‘Informe Covid-19’, el cual trata los efectos de dicha enfermedad en América Latina y el Caribe, dando un panorama oscuro debido a que prevé que las medidas de contención en la región tengan altos costos en la producción y el empleo formal.

Según señala la Cepal, el Covid-19 afectará a la región a través de distintos canales de transmisión, siendo el primero la disminución de la actividad económica de sus principales socios comerciales y principales consumidores dado que se depende de las exportaciones cuyo valor se reducirán por lo menos 10.7% durante la recesión mundial en 2020 y cuyo volumen hará lo propio al contraerse 2.5%, según estimaciones.

La organización internacional advierte que Argentina, Brasil, Chile y Perú son los países que quedarán más gravemente expuestos ante la falta de exportaciones regionales a China al ser sus mayores proveedores, contemplando que estas disminuirían aproximadamente 21.7% durante el presente año.

A esto se le sumará la interrupción de las cadenas globales de suministro, comenzando por los proveedores chinos y luego los de producción europea y estadounidense, advirtiendo que México y Brasil serían los principales países afectados por ellos al tener los sectores manufactureros más grandes de la región.

Las malas noticias para México no terminarían ahí dado que los países exportadores latinoamericanos de petróleo también experimentarán la mayor pérdida en el valor de ventas al exterior al tener costos de producción más altos que los de otros productores a nivel mundial, por lo que tendrá una menor capacidad para soportar un periodo prolongado de precios bajos.

Además del carácter meramente comercial, la Cepal advierte que la crisis producida por el Covid-19 causará en América Latina una menor demanda de servicios de turismo, especialmente en aquellos países insulares del Caribe, los cuales podrían ver una contracción del 25% de su actividad turística de darse los mayores efectos de la pandemia en este segundo trimestre del año, sumándose finalmente la intensificación de la aversión al riesgo y de las condiciones financieras.

Asimismo, se prevé que exista una escasez de mano de obra calificada y de suministros médicos debido a que no se ha invertido lo necesario en la salud, causando sistemas de salud débiles y fragmentados que no garantizan el acceso universal necesario para la crisis sanitaria.

En cuanto a educación, se señala la interrupción en los centros educativos, afectando la seguridad alimentaria y de cuidado de muchos niños cuyos padres deben salir a trabajar, e imposibilitando para otros el continuar los cursos a través de plataformas digitales ante la carencia de infraestructura tecnológica y disparidad de acceso a los dispositivos digitales y a internet de banda ancha.

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Por si fuera poco, se señala que, dadas las desigualdades en la región, los efectos del desempleo afectarán de manera desproporcionada a los pobres y los estratos vulnerables de ingresos medios, incrementando el empleo informal e incluso el mercado de trabajo infantil puesto que los sectores más afectados (turismo, comercio, transporte, servicios empresariales y sociales) por las medidas de distanciamiento social y la cuarentena son los servicios y actividades informales, los cuales dependen de los contactos interpersonales.

Finalmente, alertan que los elementos económicos y sociales se dan en un contexto de inestabilidad política generalizada e incluso agitación política, por lo que se podría profundizar la crisis geopolítica y la redistribución del poder político, económico y militar, dando pauta al resurgimiento de la extrema derecha y los aislacionistas.

Ante todo, este panorama, la Cepal pide ser eficientes en el aplanamiento de la curva de contagio, además de promover la integración regional para fortalecer el comercio interregional para asegurar la cadena de suministro de bienes críticos y la creación de un fondo regional para que países de ingreso medio puedan recuperarse.

La Cepal preveía que la región de América Latina crecería un máximo de 1.3% en 2020; sin embargo, los efectos de la crisis han llevado a cambiar y pronosticar una caída del PIB de al menos 1.8%, la cual puede llegar a una contracción de entre 3% y 4% a nivel regional.