Demandante de Weinstein se retira de los acuerdos

El caso de Harvey Weinstein se retrasa. Este fin de semana se informó que uno de los 4 acusadores, quienes demandaron al productor de cintas en Estados Unidos, podrá salir de los pactos a los que llegaron con el productor, mientras que el resto objetarán el caso.

Acorde con el diario The Guardian, Dominique Huett podrá quitar la solución legal para buscar por cuenta propia al magnate de películas y llegar a un acuerdo. Del mismo modo, al menos otras dos acusadoras han contratado abogados para realizar formalmente objeciones.

Éste no sería el primer caso, pues el mes pasado se informó que Weinstein realizó al menos 30 acuerdos con mujeres que lo acusaron de actos sexuales tras 2 años de disputa legal. Asimismo, se especula que debido a las negociaciones, el juicio contra el productor fue pospuesto hasta febrero; sin embargo, aún no se sabe si esto es motivo del creciente número de mujeres que optaron por no participar.

Junto a Huett, Wedil David, Kaja Sokola y Alexandra Canosa decidieron retirarse del acuerdo. “Optar por no participar es la mejor manera de obtener un mejor trato para mí y para todos”, declaró Dominique.

En el pacto realizado, Harvey Weinstein no pagaría ninguna multa y tampoco admitiría ninguno de los delitos de acoso o abuso de los que es acreedor. Esta resolución entre las personas afectadas y el productor sería financiada por las compañías de seguros que aún representan al estudio Weinstein Company y otorgarían más de 12 millones de los cuales una cuarta parte sería para los costos legales.

No obstante, Huett expresó que «el monto del acuerdo no es muy justo para todas las víctimas y la forma en que está estructurado realmente beneficia a los acusados ​​mucho más que a nosotros», dijo Huett. «Quiero optar por no establecer un precedente para otros y decir que este acuerdo no es justo».

Dominique informó que en 2010 Harvey la invitó a un hotel en Los Ángeles para una reunión de negocios a la que ella acudió; sin embargo, durante su estadía en el Peninsula Beverly Hills, el magnate la obligó a tener sexo oral «y luego se masturbó», afirmando que era un derecho de paso para tener una carrera en Hollywood.

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