¡Viva Cristo Rey!: FRENAAA marcha pidiendo a la virgen que AMLO y el comunismo se vayan

“¡Viva Cristo Rey!”, recitaba el profesor Maro Trujillo Bolio detonando las risas de nosotros, sus alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Era una burla o crítica abierta a los Cristeros de la posrevolución, pero para FRENAAA era un grito de batalla en la marcha. Cristo y la Virgen de Guadalupe son sus guías para ir en contra del supuesto comunismo del presidente.

Los integrantes de FRENAAA volvieron a salir a las calles de la CDMX para hacer una marcha. La cita para congregarse estaba programada para las 9:00 horas en el Monumento a la Revolución. Algunos llegaron en sus camionetas e intentaron buscar estacionamiento cerca. Otros bajaron de autobuses estacionados sobre Puente de Alvarado. Caminaron a su destino ondeando sus banderas y estandartes de figuras religiosas hasta encontrarse con su demás grey.

A esa hora no había contingentes, sino filas que llevaban a mesas de registro para otorgarles un número. -«Vamos a hacer que renuncie López»-, decía uno de los asistentes que sostuvo que serían más de 100 mil personas las que marcharían junto a él.

La marcha de este sábado fue la contestación a los dichos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) el pasado 29 de septiembre. El presidente aseguró que a la primera manifestación de 100 mil personas en su contra dejaría el cargo. Eso sí, siempre y cuando tampoco le favorecieran las encuestas. «Ni siquiera espero la revocación del mandato, ahí nos vemos, porque tengo principios, porque tengo ideales», dijo. FRENAAA no lo tomó como algo futuro sino como un reto e hizo la marcha.

El movimiento Anti-AMLO buscaba asegurarse que la asistencia fuera mayor al número pedido por el presidente y certificarlo con un notario. «No somos uno, no somos cien. Somos un chingo, cuéntanos bien», era una de las arengas comunes en las marchas capitalinas cuando el presidente era la oposición. FRENAAA se cuenta solo y también contaba a los automovilistas.

Miles de personas, ya con el número pegado en sus caretas y ropa, se aglutinaron sobre avenida Juárez y el contingente inició su trayecto al Zócalo. Olvidada quedó la ‘sana distancia’ pues hombro con hombro caminaban en su protesta. El presidente mexicano fue retratado como el ‘maligno’ por los integrantes de FRENAAA. «AMLO no es el mesías, es el demonio», expresaron tanto en sus arengas como en sus consignas escritas durante toda la marcha.

Los gritos de ¡Fuera López! y ¡No al comunismo! y su andar fueron interrumpidos por un “Abran paso, viene la virgencita para encabezar nuestra marcha”. Nadie se opuso y un manto gigante de la Virgen de Guadalupe se abrió paso entre la multitud para alcanzar a la vanguardia cerca de la ‘Torre del Caballito’.

«La virgen de Guadalupe es quien va a interceder ante su hijo para que no se aplique el comunismo aquí en México», decía uno de los organizadores a través del megáfono. La gente se encargó de callarlo y apropiarse del símbolo. «¡Viva Santa María de Guadalupe! ¡Viva Santa María Guadalupe Reina de México! ¡Emperatriz de América!, ¡Viva Cristo Rey!», exclamaba la gente afirmando que «a virgen de Guadalupe es quien va a interceder ante su hijo para que no se aplique el comunismo aquí en México» y que era su protectora. Mientras tanto, otros cantaban ‘La Guadalupana’ para recibir a la imagen.

Los manifestantes también calificaron a AMLO como el títere de una pandilla masónica que quiere «seguir una agenda internacional de la ONU» y del Foro de Sao Paulo. Como en anteriores entrevistas, expresaron su descontento por seguir un pensamiento «internacional» y atentar contra la vida mediante la aprobación del aborto. «No se metan con nuestros hijos», reclamaban advirtiendo que el pueblo es capaz de desafiarlo y mucho más.

La presencia de policías se incrementó paulatinamente a partir de ese punto y hasta el Centro Histórico. Colocados en los costados, resguardaron que la marcha no tuviera altercados. «Muchas gracias por cuidarnos» decía la gente a dos semanas de su primer intento por llegar a la Plaza de la Constitución.

A su andar se integró una comisión de mujeres y jóvenes indígenas procedentes de Chihuahua, quienes fueron vitoreados por sumarse a su lucha. Al poco tiempo les pidieron estar detrás de la bandera de México. Ellas no hicieron caso y se postraron al frente de la marcha hasta pisar el Zócalo. Tanto el lábaro patrio como los arcángeles San Miguel y San Jorge que acompañaban a la Virgen de Guadalupe quedaron detrás.

El grueso del contingente llegó pasadas las 11:20 a.m. al primer cuadro de la ciudad. La gente cubrió la calle contigua a la Catedral y aproximadamente una tercera parte del zócalo y quitaron las vallas de seguridad. Gilberto Lozano aseguró que se le terminaron “los 153 mil papelitos” para contar a los asistentes. Él, como muchos otros, dejó el lugar a menos de una hora de estar ahí exigiendo la renuncia del presidente.

La plaza quedó semivacía, aunque algunos manifestantes ampliaron el plantón ya existente. El tráfico volvió a su cauce natural antes de la 1 de la tarde. AMLO continuó con su gira por el norte del país.