Hace ya algunos ayeres, me tocó ir a entrevistar al primogénito de “Los tres porrillos” en el auditorio de EMI Music.

En ese entonces, el más chico de ellos, Alejandro, gozaba de gran popularidad, mientras que Vicente Fernández (hijo) tenía una carrera más sencilla aunque no por eso menos importante.

Después de platicar del disco que lanzaba en ese momento y apagar la grabadora, hablamos de lo que significaba su padre, el gran “Chente”, para la música vernácula.

Se podría pensar que, como debería ser obvio, Vicente junior tendría a su papá en el pedestal; sin embargo, practicó las enseñanzas familiares: la humildad.

—Para mí, tu padre tiene un lugar entre otros personajes que le antecedieron: Jorge Negrete, Pedro Infante, Javier Solís y José Alfredo Jiménez, le comenté.

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“Gracias, en verdad muchas gracias”, mencionó, “la gran mayoría que han hecho esa referencia dicen que mi papá ocupó el lugar que dejó José Alfredo, y qué José Alfredo el de Javier, y así sucesivamente, pero no, cada uno ha tenido su lugar, cada uno tiene su importancia, a cada uno le ha tocado una época distinta, cada uno es un ídolo”.

Y agregó: “Pero no sólo ellos, ahí están Tito Guízar, Cuco Sánchez, Luis Aguilar, Antonio Aguilar, Miguel Aceves Mejía, y tantos otros que han puesto en alto el nombre de México gracias sus canciones. Quizá Jorge, Pedro, Javier, José Alfredo y mi papá tuvieron un poco de más fama, pero todos han sido importantes, y eso lo aprendía de mi padre”.

—¿Y esa popularidad del apellido no te podría afectar?

“No, porque tengo todo el respaldo de mi padre para esta carrera y en mi caso no sólo es el apellido, sino el nombre, pero estoy consciente de que lo que pase conmigo será por lo que yo haga”.

Ya era tiempo de que otro compañero pasara a la entrevista, así que así concluyó esa charla.

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Días después, recibí una llamada telefónica de quien en ese momento tenía a su cargo el departamento de prensa del sello discográfico.

“¿Cómo estás? Me dijo Vicente que platicó con su papá de ti y que tienes las puertas abiertas de su rancho para cuando quieras ir a entrevistarlo porque le gustó que no comparaste a grandes personajes como Negrete, Infante, Solís, y Jiménez con él, que Vicente no les llega a los talones”.

—Por supuesto que sí, le mencioné.

“¡Claro que sí!, pero él es así, humilde, así que ya sabes, cuando quieras nos avisas para irnos a ‘Los tres potrillos’”.

Lamentablemente, nunca lo concreté y se me fue esa gran oportunidad.

Este domingo que falleció el gran “Chente” recordé ese pasaje que como reportero de espectáculos siempre estará ahí, como también las conferencias de prensa que me tocó cubrir junto con sus megaconciertos de más de tres horas.

Un abrazo para Vicente junior y su familia…