Urge ONU a garantizar libertad de expresión en internet

David Kaye, relator especial de la ONU para la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, afirmó que son necesarias acciones gubernamentales para regular y minimizar los discursos de odio, así como asegurar la libertad de expresión en actividades en línea.

Esto, en “un informe histórico” presentado el pasado 19 de junio ante el Consejo de Derechos Humanos; en él, profundiza en el riesgo que implica la socavación de la libertad de expresión en internet, e insta tanto a los funcionarios públicos como a las autoridades privadas a atender problemas tales como discursos de odio y desinformación en línea.

El informe forma parte de una iniciativa aún más amplia para examinar los retos a la libertad de expresión en la era digital, y es la culminación de un año de consultas y visitas a las principales empresas de internet, así como de un amplio rango de información Estatal y de la sociedad civil.

“Los gobiernos tienen la responsabilidad de asegurar el cumplimiento de las leyes nacionales e internacionales, pero también deben actuar ahora para asegurar que la capacidad de las plataformas de internet para proveer un espacio seguro para que la libertad de expresión no se vea socavada,” dijo el relator.

A pesar de esto, asegura que los gobiernos se están “moviendo en la dirección equivocada» y que eso deriva en amenazas directas para la libertad de expresión en línea, que se expresan en términos concretos como la criminalización de la crítica hacia el gobierno, la religión u otras instituciones públicas.

Por esto, afirma que debería evitarse un enfoque exclusivamente regulacionista, y dirigir dichos esfuerzos hacia incentivos que divulguen información acerca de la implementación de las reglas del mundo digital, por medio del refuerzo de las autoridades legales, sobretodo, para que estas determinen la legalidad de los contenidos.

“Los Estados son responsables de asegurar que sus políticas sobre libertad de expresión en línea generen ambientes propicios para la libertad de expresión», explicó.

De la misma forma, también fincó responsabilidades en la empresas proveedoras de estos servicios, pues el Informe también provee una evaluación a profundidad de cómo las compañías de internet regulan el contenido en línea, y hace un llamado para que los estándares de las empresas se basen en el derecho internacional de los derechos humanos y para que implementen los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos.

“Los estándares y procedimientos de las empresas, particularmente en el contexto de las redes sociales, son preocupantes en términos de derechos humanos. Éstos incluyen una falta de claridad y transparencia en el proceso de creación e implementación de reglas, una débil e inconsistente consideración del contexto, demasiada confianza en la automatización y una falta de procesos de reparación y apelación significativos,” dijo.

Asimismo, instó a estas compañías a transparentar y facilitar las reglas bajo las que operan sus servicios, así como explicitar los motivos de existencia de dichas reglas, y las formas de reparación y rendición de cuentas que existen cuando son ellas las que se equivocan, enfatizó.

Todo esto, para evitar consecuencias dañinas hacia la libertad de expresión, y posibles atropellos en contra de los Derechos Humanos de los usuarios: “Apoyarse en los estándares de derechos humanos les daría a las empresas las herramientas para articular sus políticas de manera tal que se respeten las normas democráticas y se contrarresten las demandas autoritarias,” añadió el experto.