UNAM ha dado 335 servicios psicológicos por violencia y para prevenir suicidio

Por la emergencia sanitaria en México, la Universidad Autónoma de México (UNAM), participa en el programa “Mi salud también es mental ante el COVID-19”, que tiene por objeto brindar atención psicológica de primer nivel y a distancia, así como promover la salud mental entre la población.

El programa es parte de la estrategia nacional implementada por la Secretaría de Salud federal, en la que colaboran las facultades de Psicología y Medicina, así como la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO) y la Secretaría de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria (SPASU).

La estrategia nacional para brindar atención psicológica a distancia tiene la finalidad de homologar procedimientos basados en evidencia y protocolos internacionales. El programa arrancó desde el pasado 23 de marzo y ha proporcionado 23 mil 622 servicios de atención psicológica, de los cuales 54 por ciento corresponde a población abierta, 25 por ciento a comunidad UNAM y 21 por ciento a personal de salud.

El programa ofrece a la ciudadanía 335 servicios especializados por violencia y riesgo de autolesión o suicidio, y 82 psiquiátricos en hospitales generales por estrés agudo, estrés postraumático, ansiedad y consumo de sustancias psicoactivas.

De los 23 mil 622 servicios de atención psicológica, las situaciones más frecuentes por las que llama la ciudadanía ha sido por violencia (36 por ciento); consumo de sustancias y depresión (17 por ciento). Las dos entidades nacionales con más solicitantes del servicio son la Ciudad de México (49 por ciento) y el Estado de México (21 por ciento), seguidas por Jalisco (4 por ciento) y Baja California Norte (3 por ciento).

El acceso a la atención médica a distancia se puede realizar a través de la dirección electrónica: https://misalud.unam.mx/covid19/, ubicada en la plataforma de la UNAM, avalada por la Secretaría de Salud y diseñada por expertos de la FP y el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz. Lo único que se tiene que realizar para darle seguimiento a la atención psicológica es llenar un cuestionario para identificar los problemas que afectan al usuario y evaluar el nivel de riesgo (de nulo a alto); entonces los expertos que colaboran en este esfuerzo lo orientan sobre las acciones a realizar, información en línea, apoyos, derivación del servicio o atención a distancia, inmediata o programada.

La estrategia atención psicológica a distancia no sólo tiene la finalidad de ayudar a la ciudadanía durante la emergencia sanitaria sino también el reunir evidencia empírica sobre el modelo de atención psicológica a distancia, para lo cual se hace seguimiento de cada caso y una evaluación del impacto de las acciones que se siguen.

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