“Un Día sin Nosotras”, oportunidad de valorar la aportación de las mujeres

Pareciera una película al estilo Hollywood o hasta un acto de magia lo que se pudo observar este domingo en las calles, el transporte, escuelas, trabajos y supermercados de la Ciudad de México. Fue como si las mujeres se hubieran desvanecido de la faz de la tierra y los únicos habitantes del planeta fueran los hombres.

“Un Día sin Nosotras” dio no solo a la capital del país sino a otros estados e incluso otras partes del mundo un matiz diferente. México se veía como una gran obra maestra pero incompleta o tal vez como una pintura hermosa portadora de todos los colores del arcoíris, menos el violeta y el rosa, unos de los más importantes y la base de todos los demás.

Sin embargo, a pesar de haber sido convocado para que “el 9 nadie se mueve” también muchas mujeres tuvieron que salir a trabajar e hicieron sus actividades cotidianas como normalmente lo hacen. No obstante, algo es seguro no fue un lunes normal, pues desde muy temprano la ausencia de trabajadoras, madres, esposas e hijas, se notó.

A las 8:00 de la mañana, en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, donde es muy difícil conseguir a esa hora un lugar para sentarse, sobraban los asientos y las mujeres que se encontraban dentro utilizaban el momento para tomarse fotos, leer o maquillarse.

“Yo voy camino a la escuela, sí pudimos faltar pero yo quiero ir para aprovechar mi tiempo en la biblioteca y terminar tareas pendientes”, dijo a La Hoguera Sofía, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al dar su opinión sobre “Un Día sin Nosotras” durante su trayecto a la escuela.

Cerca de las 12 horas, caminando por las calles del Centro Histórico se podía observar a estudiantes varones caminando con sus amigos lado a lado; las tiendas de trajes, zapaterías, locales de perfumes y cosméticos, en su mayoría, eran atendidos por hombres.

“Creo que “Un Día sin Nosotras” fue una lección para nosotros, ¿no?, a ser más conscientes, a respetar a las mujeres, por ejemplo mi hija no fue a la escuela y mi mujer está en la casa, hoy no fue a trabajar”, dijo Manuel Rodríguez, un trabajador del gobierno, quien salió de su oficina para comprarse una hamburguesa.

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