Teziutlán: del ejemplo poblano contra la Covid-19 a encabezar el brote regional

Teziutlán es una pequeña ciudad de la sierra norte de Puebla con oficialmente poco más de 92 mil habitantes, cabecera de distrito, uno de los puntos más importantes en el comercio o educación de la región y ejemplo de cómo un brote puede romper con los resultados de lo que parecía una buena atención local a la pandemia de Covid-19.

Las presiones de distintos sectores productivos de Teziutlán, la necesidad y el bajo número de incidencia de Covid-19 que presentaba el municipio poblano animaron a las autoridades a reabrir los comercios durante el penúltimo fin de semana de mayo, aunque desde la capital el gobernador Miguel Barbosa señalaba la imposibilidad de reabrir la economía el 1 de junio o aumentar el número de trabajos «esenciales» ante el incremento de casos a nivel estatal.

Pese a ello, Miguel Barbosa comentó en una de sus conferencias de prensa que él respetaría las decisiones del presidente Carlos Peredo, considerándolo un hombre capaz y responsable para afrontar la crisis de salud y económica en Teziutlán, poniéndolo como ejemplo al resto de ediles al pedirles que tuvieran un comportamiento similar dado que previamente había ordenado el cierre anticipado de actividades a lo indicado a nivel estatal, la distribución de alimentos y despensas para habitantes a través del DIF y el contar con plan de reapertura gradual.

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La reapertura y el aumento de casos regional

El lunes 25 de mayo la mayoría de comercios no esenciales reabrió sus puertas bajo estrictos protocolos de seguridad y con horario limitado, a excepción de aquellos dedicados al ocio que se mantienen cerrados, a fin de comenzar a apoyar a los distintos comerciantes del daño económico de una cuarentena que se había extendido casi 6 semanas más de las 2 semanas originalmente planteadas.

«Es momento de tomar decisiones, aunque esas no sean las más populares. No se trata de contrastar, que me digan si algún municipio puede tener una vida aislada de todos los demás municipios del estado o de Veracruz», dijo Miguel Barbosa en su conferencia del 21 de mayo sobre el caso de Teziutlán.

Fuentes de La Hoguera en la región comentan que la reapertura de los negocios y la mayor operación del transporte público tuvo la dificultad de hacer que la gente portara el cubrebocas de manera obligatoria ante la indiferencia de algunos a la emergencia sanitaria, creyendo que esta era menor o no existía, burlándose de quienes lo portaban o reclamando por ver impedido su paso a algún local dado que se podían hacer acreedores de multas o cierres.

Teziutlán tenía entonces un total de 13 casos positivos a Covid-19 en el momento del reinicio de actividades, en tanto que en Chignautla (2), Xiutetelco (2) Atempan (5) y Tlatlauquitepec (7), del lado poblano, tenían pocos casos. El hospital de Teziutlán se encontraba siendo desahogado dado que, tras superar su límite de seguridad, fue habilitado uno en Zacapoaxtla como apoyo regional una semana atrás.

Los temas de la probable fecha de la feria y las festividades de la Virgen del Carmen, patrona de la diócesis de Papantla con sede en la ciudad, salieron algunos días a flote; sin embargo, perdió importancia ante la continuación y cada vez más frecuente diagnóstico de casos de Covid-19 mostrando que algo estaba pasando.

El 22 de junio, el médico Armando Martínez, director del Hospital Regional de Teziutlán, ocupó sus redes sociales para alertar que los casos de Covid-19 estaban siendo incontables en la medicina privada y que familias enteras estaban infectadas.

«Personal médico y paramédico contagiándose en esta batalla contra un virus que ha mostrado su poderío frente a una población que no acepta aún que está viviendo una guerra biológica, y ese mismo personal cansándose de la irresponsabilidad de aquellos que no tienen actividades esenciales y salen a la calle», reclamó quien vive de cerca los casos, augurando un pronto incremento de las muertes y con ellas el dolor de familias.

El brote y la dificultad de «aplanar la curva»

El 15 de julio, Teziutlán se despertó con la noticia de que la Minera Autlán, planta metalúrgica a las afueras de la ciudad, había identificado días atrás un brote de Covid-19 entre sus trabajadores luego de que se notificara que en el certificado de defunción de otro de ellos aparecía como causa del fallecimiento la Covid-19.

Las cifras municipales de Covid-19 pasaron de 35 cuando alertó el médico a 164 para el 15 de julio. Las alertas parecían estar en la región desde antes debido a anuncios de aumentos de casos en Xiutetelco, los cuales pasaron de 11 el 27 de junio a 24 el 9 de julio.

Ello forzó nuevamente al Ayuntamiento a tomar decisiones como el cierre de mercados y negocios del Centro de la ciudad los domingos para evitar aglomeraciones vistas sobre las calles Cuauhtémoc e Hidalgo, mismas donde se encuentran el parque municipal, los bancos, mercados y variedad de comercios de distintos giros, así como las bases de transporte público que recorren distintos municipios vecinos.

La decisión causó una protesta especialmente entre locatarios de los mercados, quienes lograron que también se cerraran las plazas comerciales a fin de tener condiciones iguales en todo el municipio, causando que las calles esos días lucieran desiertas, algo que contrasta con las fotografías que otros días publican algunos ciudadanos para cuestionar la gran cantidad de personas que continúan circulando entre semana.

La transmisión de la enfermedad, de acuerdo a los datos oficiales, ha ido disminuyendo, teniendo a la semana 34 un nivel similar al de 7 semanas atrás, aunque un poco más alto (33) al momento. No obstante, de la identificación del brote a la fecha se han confirmado 316 casos más para un total de 480 hasta el 31 de agosto; en tanto a las muertes, estas ascienden a 49, de las cuales 37 han ocurrido del 16 de julio hasta el 31 de agosto.

Ello se traduce en historias de angustia y tragedia de distintos tipos. Los casos más visibles han sido los de José Bello, secretario general del Ayuntamiento, responsable del Consejo Municipal de Salud y de la estrategia local contra el coronavirus, quien enfermó de Covid-19 debiendo ser internado en el «Covitario» el 23 de julio ante dificultades para respirar, siendo dado de alta del hospital días después.

Carlos Aguilar y Jorge Camacho Foglia, conocidos médicos y expresidentes municipales, también informaron de sus resultados positivos a coronavirus SARS-CoV-2; en tanto, el coronavirus alcanzó a quien alertó del aumento de los casos en el municipio, ya que el pasado 18 de agosto el director del Hospital Regional de Teziutlán, Armando Martínez, recibió la noticia de que sus pruebas salieron positivas, siendo al momento un paciente ambulatorio.

Lamentablemente, algunas de las historias de pacientes con sintomatología grave y o casos fatales tras los números han sido confirmadas para este medio, dando cuenta del dolor, la angustia y la duda del porvenir de sus familiares.

El caso de Teziutlán muestra la importancia de continuar con las medidas sanitarias pese a que parezca que la epidemia ha cedido o no llegará a un lugar como lo ha señalado el subsecretario Hugo López-Gatell, puesto que un relajamiento de medidas puede ayudar a que existan casos de aumento sustancial de casos como este, el cual, combinado con distintos factores , ha colocado al municipio con una incidencia mayor a la de otros polos urbanos, como San Pedro y San Andrés Cholula, Atlixco, San Martín Texmelucan, Huejotzingo y Chalchicomula de Sesma (Ciudad Serdán), a partir del gran incremento de la semana epidemiológica 28 pese a que antes siempre había sido menor.