“Sistema eléctrico nunca estuvo en riesgo; apagones fueron para balancear demanda y generación”, asegura CFE

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) aseguró que el Sistema Eléctrico Nacional nunca estuvo en riesgo como difundieron opositores y medios de comunicación, ante los apagones en algunas ciudades durante la semana pasada. Al respecto, la empresa paraestatal sostuvo que estos fueron parte de una estrategia para balancear la demanda y la generación de energía ante cambios de consumo no previstos.

Durante la conferencia matutina, Manuel Bartlett Díaz, director general de CFE, declaró que integrantes de CFE estaban presentes este día en Palacio Nacional para presentar cómo opera el Sistema Eléctrico Nacional y qué ocurrió del 7 al 9 de mayo, con la finalidad de demostrar que nunca estuvo en riesgo. Este resaltó que durante casi todo el día el servicio de electricidad estuvo estable a nivel nacional en esos días, pero señaló que en los picos o momentos de mayor demanda hubo problemas de incapacidad de atacarlo.

Quien fuera secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid Hurtado indicó que fue frente a ese escenario que decidieron realizar ciertos cortes de electricidad parciales y de aproximadamente una hora en distintos puntos de la República. En tanto, indicó que tras esos tres días, el sistema eléctrico se recuperó inmediatamente y está operando con la seguridad de los últimos años.

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Enseguida, Ricardo Octavio Mota Palomino, director general del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) explicó que la institución a su cargo tiene la responsabilidad de determinar balances entre variación de carga y disponibilidad de la generación, de modo que cuando prevén un problema potencial pueden notificar una alerta local o nacional. Este añadió que las reglas que tienen les indican siempre comunicar las alertas sin importar la gravedad de los eventos, por lo que se establece comunicación directa con los agentes que pueden ser perjudicados.

Por otra parte, el funcionario detalló que estas son una especie de semáforos amarillos para comenzar a tener ciertos cuidados con el fin de mantener la normalidad del sistema, ya que pasar a una emergencia significa afectaciones a los consumidores por falta de fluido eléctrico. No obstante, señaló que esto último puede ocurrir en cualquier momento del año porque la extensión del sistema eléctrico está sujeto a salidas de plantas o fenómenos naturales.

En ese sentido, Juan Antonio Fernández Correa, director corporativo de Planeación Estratégica de CFE, indicó que del 7 al 9 de mayo México sufrió un impacto de una ola de calor que desplazó el promedio de la temperatura 1.4ºC arriba de lo registrado en el mismo periodo de años anteriores. Esto generó incrementos imprevistos en la demanda de hasta 13% respecto del mismo periodo del 2023, equivalentes a 2.5 veces la demanda de la Península de Yucatán.

“[Ese nivel de consumo] se adelantó seis semanas en el calendario y lo tuvimos que atender de manera imprevista. Es un diferencial 6 mil MW; el que exista más calor implica crecimiento de demanda, es un evento inusual, una ola de calor atípica”, comentó. En tanto, alertó que el calentamiento global y las sequías han hecho que CFE no tenga disponibilidad total de recursos para la generación hidráulica.

Tras ello, Mauricio Cuéllar Ahumada, director de Planeación y Operación del Sistema Eléctrico Nacional, dijo que las condiciones climáticas del 7 al 9 de mayo incrementaron la necesidad de equipos que habían sido programados para su mantenimiento. Al respecto, indicó que existe una planeación anual, mensual, semanal y diaria del Cenace para definir qué generadores pueden tener mantenimiento y cuáles deben operar.

“Es relevante decir que la energía eléctrica se debe producir en el momento exacto que se demanda […] si no alcanza toda la generación considerada, la única forma de hacer balance es disminuyendo la demanda, afectando usuarios de energía eléctrica”, explicó respecto a los apagones. A la par, expuso que siempre se tiene un 6% de reserva para echar mano de ella si hay afectaciones en los generadores o un incremento súbito de la demanda; sin embargo, apuntó que las emergencias notificadas la semana pasada fue porque se llegó al límite de 3% de margen.

Cuéllar Ahumada argumentó que los apagones eran necesarios al llegar a dicho punto porque de no hacerlos podía detonarse un “disturbio mayor” que podía descontrolarse afectando tanto a usuarios como a los generadores. Tras ello, sostuvo que para evitar que la situación evolucionara a una de mayores consecuencias no podían esperar ni un segundo y se determinó cortar la luz en determinadas zonas.

Finalmente, Juan Antonio Fernández Correa retomó la palabra resumiendo que la ejecución de mecanismos de interrupción por el Cenace se dan cuando hay un desbalance entre demanda y generación que debe igualarse de manera instantánea para evitar que la perturbación evolucione. En tanto, precisó que los “apagones” se hacen de manera controlada, escalonada y rotativa, de manera que la afectación fue a solo el 5% de los usuarios de CFE, equivalente a 2 millones 660 mil 501 usuarios, por un tiempo promedio de aproximadamente 30 minutos.