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Salón Hidalgo, centro de baile que da apoyo psicológico a empleados durante la pandemia

Foto: Especial

Poco a poco algunos negocios del Centro Histórico han ido abriendo en esta nueva normalidad; sin embargo, muchos de ellos, por ejemplo el Salón Hidalgo, un centro de baile familiar, sigue cerrado ya que son de los últimos en reabrir en la lista del semáforo Covid-19. Mientras esto sucede su gerente asesora psicológicamente a clientes y empleados “para evitar depresión porque también están pasando por una pérdida”.

“No contábamos con que esto se iba a alargar tanto y que desgraciadamente nuestro giro era de los más vulnerables por el acercamiento que se tiene a la hora de bailar, y que nos iban a dejar hasta el final del semáforo”, señala Luz María Hernández, gerente del Salón Hidalgo, quien también es psicóloga tanatóloga.

Desde que inició sus actividades, el Salón Hidalgo se ha caracterizado por ser un lugar seguro y confortable donde toda la familia puede asistir y practicar este hobbie favorito de muchos que es el baile. “Tenemos dos eslogan, el primero es ‘el baile es un deporte’ y el segundo ‘la pista más cómoda para bailar en México’, porque tenemos una pista muy grande donde la gente baila cómodamente.

Foto: Especial

A diferencia de otros centros de baile, el Salón Hidalgo tiene un espacio muy grande en donde sus clientes pueden divertirse, pues sus mesas se ubican en las laterales. A parte del espacio, el Salón se caracteriza por sus valores ya que este lugar cuenta con reglas específicas que tanto empleados como clientes deben respetar.

“Si algún cliente falla con las reglas no puede regresar hasta dentro de dos meses. Lo más increíble es que la gente respeta, y a los dos meses regresa”, dice alegre Luz.

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Cuando los negocios cerraron a causa de la pandemia, muchos no apoyaron a sus empleados ni en el aspecto económico ni emocional y eso ocasionó que muchos cayeran en depresión; no obstante este no fue el caso del Salón Hidalgo pues Luz María, al ser psicóloga, implementó varios cursos para que sus empleados no cayeran en este estado emocional.

En cuanto a lo económico, por ejemplo, a los meseros no se les bajó el sueldo, ya que de por sí lo que ganaban era el mínimo y completaban con sus propinas y ahora ya nos las tienen, por lo que muchos de ellos están haciendo otras actividades para que les alcance.

Aunque a sus empleados no los podía ver, mediante videos, mensajes de voz, cuestionarios, y lecturas, la psicóloga se ponía en contacto con ellos con el fin de mantenerlos activos y emocionalmente estables, además de capacitarlos en esta “nueva normalidad”.

Foto: Especial

“Salón Hidalgo no se enfocó tanto en la pérdida, sino en que ellos a partir de la pérdida empezaran a conocer cosas, capacitarse”, menciona la licenciada Hernández. Muchos de los libros que les dejó a sus empleados por leer hablaban de superación, utilizar las palabras adecuadas con el cliente, cómo ser una persona altamente efectiva y entender emociones que una persona puede sentir cuando vive momentos difíciles.

“A muchos les sirvió para el trabajo y para su vida diaria porque también era apoyarlos para que vean ellos las emociones que pueden surgir y no haya agresiones en sus casas. Así estamos manteniendo nosotros a nuestro personal, activo mentalmente. A los empleados debemos de tenerlos bien para un buen servicio, esa es mi parte ahorita, trabajar con ellos en la parte emocional”, afirma.

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María Hernández asegura que la pandemia no solo ha afectado a los trabajadores, sino también a los propios clientes, ya que muchos acudían al Salón Hidalgo porque les ayudaba a superar sus miedos y tristezas mediante el baile y el ambiente familiar.

“Una persona me dijo ‘yo estoy divorciada y a mí lo que me sacaba adelante era ir a bailar y ahorita que no estoy yendo me siento muy mal”, comenta, por lo que también trabaja con ellos y les manda historias y mensajes para que ellos entiendan lo que emocionalmente están pasando y puedan superar estos duelos porque perdieron algo que representaba mucho para ellos en sus vidas.

María Hernández destaca que aunque los músicos no son empleados de planta del Salón, también están sufriendo por la falta de apoyos, pues al cerrar a causa de la pandemia, al menos 50 grupos que tocaban diferentes géneros musicales como salsa, cumbia, banda, rock and roll, entre otros y que formaban parte de los eventos ahora tampoco cuentan con ingresos.

A ellos se suman los negocios que se encontraban abajo y fuera del salón que también se beneficiaban con la asistencia de las personas al Salón Hidalgo como los puestos de tacos, tamales y tortas. “Si nuestros clientes no van, ellos tampoco compran, nosotros éramos y somos generadores de empleo”, recalca Luz María.

Foto: Especial

Ante el avance del color en el semáforo de Covid-19 en la Ciudad de México, el Salón Hidalgo ya se prepara para cuando las autoridades sanitarias y el Gobierno de la capital autorice su reapertura, colocando gel antibacterial en zonas estratégicas del lugar, usar tapetes sanitizantes, limpieza de barandales, que será cada media hora, en los baños de los hombres colocar separadores de acrílico, así como en la parte de la taquilla.

Además tendrá una ocupación del 30%, cada mesa tendrá metro y medio de separación y se colocarán anuncios de prevención.

Finalmente la psicóloga con especialidad en tanatología envió un mensaje a sus clientes y empleados, “quiero agradecerles su lealtad y su espera y la confianza que siempre nos han tenido y que tengan la seguridad que todas las medidas que nosotros impongamos en el salón siempre será para cuidarlos y en su beneficio. Tengan la certeza que va a haber un cambio en el servicio para que estemos todos seguros”.

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