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Plaza Oasis quiere expandirse y vuelve a causar malestar a vecinos

oasis coyoacán vecinos 1
Archivo

Vecinos de la colonia Romero de Terreros han denunciado que la plaza Oasis Coyoacán busca expandirse, además de haber usado parte del estacionamiento para instalar un casino cuya apertura la comunidad ignoraba, situación sobre la cual han expresado su desacuerdo debido al largo historial de problemas de movilidad, ambulantaje e inseguridad que ha traído consigo esta plaza comercial.

La denuncia llegó a La Hoguera ante una serie de medidas que, consignan los vecinos, traerán más problemas viales y de seguridad a las inmediaciones de la colonia.

Entre las propuestas que suscitan su inconformidad, se encuentran la construcción de un casino (Play City) en el sótano 1 de la plaza (al lado de Office Max, que también es un local nuevo), mismo que entrará a funcionar a la brevedad, con un horario de apertura a las 7 de la mañana y cierre a las 12 pm, dado que se les informó que estaban en regla todos los permisos, mismos que fueron otorgados desde finales de noviembre del 2018.

También se mencionan la ampliación de la glorieta de los Coyotes en dos carriles, lo que implica la disminución de dos carriles viales actuales; la instalación de topes anchos en las 4 calles que confluyen en la glorieta y la reducción del camellón de Miguel Ángel de Quevedo en sus extremos, que implicará la remoción de la fuente con la escultura La Bañista.

Igualmente, se consigna que la base de taxis que opera sobre M. A. de Quevedo afuera de la plaza no puede ser removida porque es «pirata», y que algunos ruteros que tienen su terminal sobre Avenida Universidad se cambiarán frente a la sucursal de Banamex, con la consigna de que recojan pasaje en máximo 5 minutos.

«Todo es un atropello»

«Qué preocupante e indignante me parece todo este planteamiento», expresó uno de los vecinos de la colonia, mismo que apuntó: «Oasis se construyó con aceptación y condiciones que los vecinos pusimos. ¿Ahora cambian todo y se les autoriza sin presentación previa a la comunidad? ¿Un casino?¿La vialidad, el ambulantaje, las bases de camiones y micros frente a Banamex, frente a Gandhi?… ¿No poder remover la base de taxis porque es pirata? ¿Qué seguridad? ¿Reducir carriles en la glorieta y topes? ¿Quitar árboles? ¿Ampliar la Plaza y con solo una salida? Todo es un atropello».

Otra expresión de descontento se refería a la cantidad de lugares de estacionamiento de la plaza, los que han disminuido con la construcción del nuevo casino: «Cuando se iba a construir Oasis ofrecieron un número de lugares de estacionamiento mismos que se han mermado significativamente por la construcción un casino. No se debe permitir que se abra», reclamó una vecina.

Asimismo, se menciona que la plaza ofreció un deprimido para no talar árboles y agilizar la vialidad, mismo que se ha incumplido, y que la base de taxis ilegal podría ser la misma que «merodea» las calles aledañas.

«Base de camiones, microbuses en la glorieta, ¿que tomen pasaje en 5 minutos? Inaceptable! ¿Pero qué tal el monto de predial que pagaremos este año? Más caos vial provocarán ellos con su propuesta», expresó otro vecino.

Oasis… de incumplimiento

Los problemas con la plaza, construida por MF ingenieros, empresa constructora propiedad de Moisés Farca, son añejos y se extienden desde su construcción, en 2015, cuando la serie de mitigaciones de daño prometidas, comenzaron obstaculizarse aún recién planteadas.

Debido a los efectos y consecuencias que pueden tener las nuevas edificaciones en la ciudad, sus regulaciones deben llevarse a cabo rigurosamente. Su monitoreo está a cargo de las secretarías de Desarrollo Urbano (SEDUVI), de Movilidad (SEMOVI) y de las alcaldías, instancias que deben evaluar los impactos negativos que podrían tener tales construcciones en el entorno.

De ser estos efectos negativos menores en su proporción, la empresa se ve obligada a realizar labores de mitigación de daños, que compensen positivamente las afectaciones al daño público.

Sin embargo, una y otra vez se han presentado casos en los cuales las mitigaciones no tienen un impacto real en las vialidades o el espacio público, sino que solo cumplen una función de ayuda a la misma construcción, redirigiendo el tráfico a sus salidas y entradas, amoldando lo externo a sus propias necesidades, en lugar de que sea al revés.

Todo esto con el aval del gobierno federal, que por años ha permitido grandes desarrollos con efectos perniciosos para la ciudad, y sin que éstos tengan consecuencias verdaderas para aquellas empresas que los ejecutan.

Plaza Oasis, desde que contó con el aval delegacional, encabezada entonces por Mauricio Toledo, para su construcción, adeuda una serie de medidas de mitigación que a más de tres años de su inauguración (7 de octubre de 2015) continúan sin realizarse. Estas serían, principalmente, un desnivel que permitiría el acceso por Miguel Ángel de Quevedo, lo que liberaría carga vehicular, la construcción de una ciclovía y la remodelación de un parque. Otras medidas que involucran drenaje, riesgo y sustentabilidad, tampoco se han llevado a cabo.

Los desarrolladores del complejo, no obstante, han incumplido con el estudio de impacto de factibilidad para construir el túnel que permita el acceso desde la avenida Miguel Ángel de Quevedo –sentido oriente-poniente, hacia los sótanos de estacionamiento– que están en el interior del predio. En su momento, incluso se sugirió quitar la Glorieta de los Coyotes que tiene un árbol histórico plantado por Romero de Terreros.

Asimismo, el periódico La Jornada documentó, el 12 de noviembre de 2015, que el complejo tampoco ha presentado un programa interno de protección civil, ni de renovación y mejoramiento del parque denominado Dos Conejos, al tiempo que ha cumplido de manera parcial con las obras de agua y drenaje.

Por otro lado, como se puede ver en los disgustos presentados por los y las habitantes de la zona, el transporte se ha visto complicado y orillado a «secuestrar» un carril de la avenida Miguel Ángel de Quevedo. Tal como lo documentó Salvador Medina en un trabajo de 2015, se le dio la espalda al servicio del Metro, debido a que la salida de la estación que comparte nombre con la avenida, quedó completamente apartada de la entrada a la plaza, mismo hecho que constituye una señal evidente de que la protección obligada que el centro comercial debe dar a los espacios públicos, se ha ignorado deliberadamente.

Esto, porque debido a que no existe un desnivel que podría conectar fácilmente el Metro con el interior de la plaza, los consumidores se ven obligados a caminar un tramo para acceder, al tiempo que estas obstrucciones han facilitado que se instale una base de taxis pirata que no puede ser removida y que los peseros y camiones carguen pasaje hasta en segunda fila.

El problema es evidente: la falta de voluntad política de la alcaldía para demandar la solución a estos conflictos, es proporcional a su disposición para permitir que los intereses privados prevalezcan por sobre el bien público.

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Propuestas vecinales

Cuando fueron recibidas las quejas vecinales, La Hoguera buscó comunicarse con las autoridades de la alcaldía, primero con Manuel Negrete y posteriormente con el titular de la Dirección Jurídica de Coyoacán, Farid Barquet, para conocer su declaración. En ninguna de las ocasiones se obtuvo respuesta.

Asimismo, también se contactó con la Plaza Oasis sin obtener respuesta por ningún canal, ni telefónico ni por correo.

Por otro lado, los vecinos han tomado postura con respecto a estas inconformidades, detallando varias acciones a llevarse a cabo, mismas que incluyen pedir audiencia con la propia jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para expresar su rechazo a la ampliación de Oasis, la operación del casino y la extensión de paraderos a Miguel Ángel de Quevedo.

Ante el descontento informaron a La Hoguera que buscarán también presentar sus objeciones tanto sobre la autorización previa de la autoridad para que se abra el casino, misma que no conllevó ninguna consulta, como es el «orden de las cosas», pues aducen que no puede ir primero la ampliación de locales y luego las medidas para mejorar la movilidad en la glorieta y la avenida Miguel Ángel de Quevedo.

Otras de las objeciones, incluyen las contradicciones de la propuesta de movilidad: «el giro del nuevo negocio, que haya intocables que crean problemas y no se les toquen, la reducción de carriles y estacionamiento, el pretender que los microbuseros van a seguir una consigna de tiempo», así como expresarán su rechazo al «ahorro» de las medidas de mitigación, ya consignadas como asignaturas pendientes.

«Les interesa nuestro visto bueno, clientela y rutas para llegar a su negocio (…) pero no hacen compromisos concretos y de mediano plazo de responsabilidad social que ayuden a atender las necesidades de la colonia en temas de seguridad, movilidad y habitabilidad como si no tuvieran incidencia en el tema», apuntaron.

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