Pide corriente del PRI reconstrucción del Tricolor

Por Mafer Sosa

Tras la estrepitosa caída del Partido Institucional Revolucionario en las elecciones del 1 el julio, la corriente Democracia Interna afirmó que existe la posibilidad de reconstruir al tricolor.

En una carta abierta, la corriente señala que la corrupción “del presidente (Enrique) Peña y sus funcionarios en el primer nivel en el gobierno” son los responsables del resultado electoral.

Señalaron principalmente a los encargados del combate a la inseguridad y la pobreza por cometer actos de corrupción; “en vez de erradicarla se convirtieron en parte de ella”. Democracia Interna exigió que los involucrados asuman su responsabilidad y que no participen en la reconstrucción del PRI.

Por ello pidieron que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), los dirigentes de sectores y organizaciones pongan sobre la mesa sus renuncias”. Es el momento de actuar con dignidad y ayudar a construir, entre todos, una nueva dirigencia electa por los militantes y simpatizantes, los nueve millones de electores que creyeron aún en nosotros”, expresaron.

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De acuerdo con la corriente interna, esperan que los ánimos estén más tranquilos para que inicie el proceso de reconstrucción. Advirtieron que la restauración del tricolor se debe decidir entre la militancia.

Antes de las elecciones el PRI era la primera fuerza política en Congreso de la Unión (tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República), la primera fuerza política en relación con el número de estados que gobierna ya que tenía en su poder 20 estados.

El principio de la tragedia priista se visualizó a partir de que Meade no ganó en ninguno de los 32 estados y ni uno solo de los 300 distritos electorales. Tampoco pudieron retener las dos entidades que actualmente gobierna y que estuvieron en disputa: Jalisco y Yucatán. En el resto de las entidades donde se eligió gobernador no fue un partido competitivo.

Además las cifras preliminares de la nueva composición del poder legislativo ponen al tricolor como la tercera fuerza política, incluso perdieron uno de los municipios más icónicos del PRI, Atlacomulco en el Estado de México.

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