“Parecíamos un apéndice de las agencias estadounidenses; hacían lo que les daba la gana”, acusa AMLO

“Se había perdido la independencia, parecíamos un apéndice de las agencias estadounidenses; entraban sin permiso, hacía lo que les daba la gana”, reclamó el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el actuar de los agentes de Estados Unidos durante las administraciones pasadas, especialmente la de Felipe Calderón Hinojosa.

Sobre las versiones periodísticas de que presuntamente agentes de agencias de Estados Unidos operaron una red de lavado de dinero en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) rechazó pedirles cuenta, pues dijo que desde que tomó posesión del gobierno en diciembre de 2018 se planteó ver hacia adelante, pero trabaja porque no se vuelva a repetir.

Dijo que ahora existe una cooperación con el gobierno estadounidense, pero respetando la soberanía del país y no como se hacía antes que los agentes entraban a tierras mexicanas sin pedir permiso haciendo lo que querían.

“Estamos viendo hacia adelante, que no vuelva a suceder, por eso se llegó a un acuerdo de en qué condiciones se permite o se da la cooperación que necesitamos tener los dos gobiernos, los dos pueblos, por cuestiones de cooperación en lo económico, social, por cuestiones de seguridad, por lo que significa la frontera, necesitamos trabajar conjuntamente, pero no subordinados, con respeto a nuestra soberanía”, sostuvo el presidente durante su conferencia de prensa mañanera.

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Pese a insistir en que no hará un reclamo a Estados Unidos, López Obrador no descartó que sí haya existido la red criminal operada por agentes del vecino país del norte porque recordó que durante el gobierno de Felipe Calderón, en el que Genaro García Luna era secretario de Seguridad, el AICM era operado por la delincuencia organizada con el aval de la delincuencia de cuello blanco porque hasta paraban las operaciones para descargar aeronaves con droga y “todos se hacían de la vista gorda, como que no veían”.

“Tenían el control completo del aeropuerto y esto no se puede hacer si no existe la complicidad de las autoridades, no es la delincuencia o es la delincuencia organizada en contubernio con la delincuencia de cuello blanco. Todo eso era lo que sucedía”, afirmo.

Además, de la intromisión del gobierno estadounidense en complicidad con el del panista para poner en marcha el fallido operativo ‘Rápido y Furioso’ en el que introdujeron miles de armas a México, mismas con las que se han cometido asesinatos de ciudadanos de ambos países, dijo que antes las agencias calificaban a las corporaciones mexicanas y el gobierno se los permitía.

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“Participaban en todo, entraban sin pedir permiso, hacían lo que les daba la gana. Que no se nos olvide que los embajadores de Estados Unidos eran los que calificaban el comportamiento de las corporaciones policiacas y de las Fuerzas Armadas en México. Hay documentos donde los embajadores, cuando menos conozco uno, decían: ‘Esta corporación se porta bien, ésta se está portando mal; esta corporación la vamos a entrenar en Estadios Unidos para que actúe de acuerdo a nuestra información, a nuestra estrategia’. Así fue durante el gobierno de Calderón, de manera abierta. Hay testimonios”, recordó.

Asimismo, reveló que cuando llegó al gobierno se dio cuenta de la corrupción que imperaba no solamente en los aeropuertos, sino también en los puertos y las aduanas del país, por lo que decidió entregarlas a la Secretaría de Marina y de la Defensa Nacional para su operación, decisión que indicó, le valió la renuncia del entonces secretario de Comunicaciones y Transportes Javier Jiménez Espriú, a quien dijo tenerle mucho cariño, pero había que hacer el cambio para erradicar la corrupción en la que estaban sumergidas por la delincuencia de cuello blanco que entregaban esos espacios a la operación del crimen organizado.

Dijo que la decisión de dejar el control de las aduanas en poder de la Marina ha sido una buena decisión porque los delincuentes también amenazaban a los agentes civiles de la Secretaría de Comunicaciones con “plata o plomo” o tenían la tentación del dinero o simplemente no resistían las amenazas como sí lo hacen los militares.