Napoleón a adversarios: “que se atengan a consecuencias”

En su reaparición pública Napoleón Gómez Urrutia aseguró estar dispuesto a dejar en el pasado los conflictos surgidos de la tragedia de Pasta de Conchos. Aunque llamó a la reconciliación, el senador también sentenció que los propagadores de la corrupción, del acoso y la difamación deberán atenerse a las consecuencias de sus actos.

En conferencia de prensa desde un hotel del centro de la Ciudad de México Gómez Urrutia hizo un llamado a dejar atrás el pasado y trabajar para lograr la transformación de la vida pública que prometió en presidente electo Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, el senador del Movimiento Regeneración Nacional también aseguró que no se puede olvidar la tragedia de la mina de Pasta de Conchos en la que «65 familias fueron destruidas». Así como señaló que el caso ha quedado en la impunidad.

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Flanqueado y protegido por los miembros del sindicato minero que lidera, Gómez Urrutia retomó las acusaciones de responsabilidad en contra del conglomerado Grupo México, propietario de la mina colapsada.

Tachando la tragedia de un «homicidio industrial» rememoró como fue que los empresarios dueños de la mina optaron por clausurarla apenas 5 días después del incidente, sin saber si los mineros estaban vivos o no. Así como emprendieron un «ataque cobarde» en contra de él y del sindicato.

Por esta razón insistió en la importancia de reabrir la investigación, indemnizar a la familias de las víctimas y rescatar los cuerpos que han permanecido al interior de la mina clausurada en 2006 «como si fueran herramientas de trabajo».

Además de Pasta de Conchos Gómez Urrutia también mencionó casos de minas en Cananea, Sonora; Taxco, Guerrero; o Sombrerete, Zacatecas; propiedad del mismo Grupo México, que han estado en huelga desde hace más de 10 años.

Grupo México, acusó Gómez Urrutia, utiliza a miembros de la Confederación de Trabajadores de México o contratistas centroamericanls para mantener estas minas en operación. Teniéndolos en «auténticos campos de concentración».

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Sobre las medidas legales en contra de Germán Larrea, presidente de Grupo México, o el ex-secretario del Trabajo Javier Lozano por difamaciones en su contra, Gómez Urrutia se limitó a decir que sus abogados son quienes manejan esos temas y estas figuras deberán «atenerse a las consecuencias de sus actos».

Larrea también tuvo choques con López Obrador durante la campaña, incluso el presidente electo lo acusó de ser parte de una «minoría rapaz» que controlaba el gobierno. Aunque su relación pública ha mejorado desde la elección del primero de julio.