Muere el escritor brasileño Rubem Fonseca a los 94 años

Una gran pérdida en el mundo de la literatura brasileña. El escritor Rubem Fonseca falleció este miércoles a los 94 años. De acuerdo con información proporcionada por su familia, su deceso fue originado tras sufrir un infarto en su domicilio ubicado en Río de Janeiro, Brasil.

Los familiares afirmaron que tras el infarto que sufrió mientras realizaba una comida en su departamento fue trasladado a un nosocomio en el barrio de Botafogo, al sur de la ciudad, sin embargo, éste arribó ya sin vida.

Fonseca fue un escritor de novelas y guionista del cine brasileño; sin embargo, su carrera no inició en el mundo de las letras, pues durante su juventud estudió la carrera en derecho ejerciendo dentro de la policía del país, el joven Rubem se desempeñó como comisario en el 16º Distrito Policial, en São Cristóvão, Río de Janeiro, por el año 1952.

A casi un mes de cumplir los 95 años (11 de mayo), el escritor oriundo de Juiz de Fora fue uno de los autores más representativos e influyentes del siglo XX en América Latina. Durante su carrera fue acreedor a diversos galardones como lo es el Premio Camoes (2003) el cual es otorgado a los autores que escriben en lengua portuguesa, recibió del colombiano Gabriel García Márquez el premio Juan Rulfo el cual actualmente permanece extinto, y para 2015 recibió uno de los principales reconocimientos en la literatura brasileña; el Machado de Assis.

Algunos de los textos realizados por Fonseca son el cuento «Feliz año nuevo», en 1975, o las novelas «El caso Morel», en 1973, «Agosto» (1990) y «El gran arte» de 1983 considerado éste último como la obra maestra del brasileño. Sus textos tuvieron su relevancia al ser escritos con un estilo directo, en ocasiones violento y con dosis de erotismo y acidez que lo llevaron a entrar a diversas polémicas tas sus publicaciones e incluso años después.

Rubem Fonseca siempre defendió sus obras y su lenguaje considerado obsceno asegurando que las plumas de la literatura no pueden «discriminar las palabras». Durante la entrega del premio Machado de Assis, el escritor aseguró que sus 30 libros están «todos llenos de palabras obsecnas. «Nosotros los escritores no podemos discriminar las palabras. No tiene sentido que un autor diga ‘eso no lo puedo usar'», expresó.

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