Connect with us

Nación

¿Es Meade un joven Trudeau?

Foto: Especial

José Antonio Meade, precandidato de PRI, Verde y Panal a la Presidencia, difundió su nuevo spot televisivo; para muchos, una copia del que hizo durante su campaña el ahora primer ministro canadiense Justin Trudeau.

 

Un comparativo entre uno y otro ejercicio muestra que, efectivamente, existen semejanzas, pero también marcadas diferencias.

 

El video del abanderado de la coalición Todos Por México sigue la estructura del que realizó el mandatario canadiense con el objetivo de desatar un sentimiento de cercanía, de intimidad con el receptor del mensaje.

 

 

La secuencia de imágenes en ambos videos es idéntica y se construye de las siguiente manera:

0. El personaje observa sentado en un escritorio la televisión en un ambiente informal.
0. El personaje apaga el televisor con un control remoto, rompe la cuarta pared y habla con el televidente.
0. El personaje lanza una critica en contra de lo observado.
0. El personaje «propone», se le encuadra y aparecen los logos del principal partido al que representa.

 

Sin embargo, la similitud pareciera darse sólo en el ámbito formal de los videos; en la zona del discurso, el de Trudeau y el de Meade siguen caminos muy diferentes.

 

Mientras que el primer ministro canadiense hace un llamado a que la sociedad de su país puede hacer «algo mejor» que críticas superficiales con fines propagandísticos; por ejemplo, trabajar unidos para levantar a Canadá. Al final, el mensaje queda claro: sólo los canadienses unidos podrán sacar a su país adelante si dejan los discursos de odio.

 

Meade, por su parte, inicia su discurso con burla y crítica a sus rivales «¡No, hombre, unos genios!».

 

Después de descalificar al otro, el precandidato da inicio a un discurso autoconsagratorio a partir de sus «logros», como el hombre capaz de concretar un cambio efectivo.

 

Meade «remata» su video señalando diferencias entre él y “aquellos», dejando al expectador la decisión de elegir quién debe dirigir el cambio en el país.

 

La estrategía que utiliza el precandidato es conocida, dentro de la retórica, como falacia «Ad hominem», es decir, se pretende convencer al observador a partir de la descalificación de un contrario, pero sin debatir las propuestas del adversario ni plantear las propias.

 

Asimismo plantea el «falso dilema» de que sólo existen dos alternativas ante el problema de la pobreza: la suya y la de sus rivales, que, además, la de éstos se basa únicamente en «gritos y discursos».

 

Así, mientras que el joven Trudeau hace un llamado a la unidad para construir un mejor futuro, José Antonio Meade ataca y descalifica a sus adversarios, y presenta a la audiencia la disyuntiva: conmigo, el bueno y capaz, o con los otros, los malos e ineptos.

Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones