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Nación

Marchan en CDMX por el 2 de octubre: exigen justicia por el crimen del 68 y critican la militarización actual

Foto: Francisco Mendoza

Cientos de ciudadanos volvieron a salir como cada año a marchar para exigir justicia por la matanza del 2 de octubre de 1968, cometida por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, Ciudad de México; sin embargo, destacó esta vez que algunos de los principales organizadores también hicieron una crítica a la “militarización” que vive el país, advirtiendo que con esta no se podrá construir democracia.

En punto de las 12:05 p.m., los miembros del Comité 68 Pro Libertades Democráticas y exintegrantes del Movimiento Estudiantil y Popular de 1968 formaron la vanguardia de la marcha del 2 de octubre y comenzaron a caminar sobre Eje Central y Ricardo Flores Magón. En el siguiente bloque se organizaron algunos padres de los 43 de Ayotzinapa y estudiantes actuales de la Escuela Normal Rural “Raul Isidro Burgos”.

Acompañados de alumnos de otras instituciones y ciudadanos, estos comenzaron a corear arengas para conmemorar a los estudiantes caídos en ambos crímenes de Estado. El “¡2 de octubre no se olvida, 2 de octubre no se olvida, es de lucha combativa!” y el conteo del 1 al 43 para terminar con el grito de ”¡Justicia!”, para recordar a cada uno de los normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, sonaron ante los vecinos de las colonias Tlatelolco y Guerrero que les vieron desfilar.

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Sin mayor contratiempo, la marcha avanzó hasta el Centro Histórico y se dirigió rumbo al Zócalo de Ciudad de México caminando sobre la calle Tacuba. Fue en esta zona donde comenzaron a hacerse presentes algunos conatos de violencia por parte de integrantes del “bloque negro”, dado que los encapuchados comenzaron a golpear y hacer pintas en las vallas que protegían a los comercios y bancos del lugar.

El mitin del Comité 68 en el Zócalo comenzó alrededor de las 2:00 p.m. Ahí, uno de los conductores del evento recordó los hechos de la tarde del 2 de octubre, así como la participación del batallón Olimpia para atacar a sus compañeros en una acción totalmente concertada por el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz y el secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez. De repente, un estallido cortó su discurso.

El sonido provino detrás de él, donde los encapuchados estaban ya con la intención de intentar tirar las vallas ; sin embargo, tras el llamado a la paz por parte de los organizadores del mitin, estos cesaron de lanzar los petardos y su intento por acercarse más a Palacio Nacional fue terminado. No obstante, antes de marcharse los miembros del “bloque negro” hicieron una serie de pintas contra el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el muro de metal montado, mismo que además era custodiado por decenas de policías detrás de él.

Comité 68 se pronuncia contra la militarización del país

Felix Hernández Gamundi, integrante del Consejo Nacional de Huelga 68 e integrante del Comité 68, fue el encargado de abrir las participaciones en el evento. Este recordó que México tiene la necesidad de avanzar, dar justicia y reparar los daños de varios crímenes. Además, rememoró que el Estado mexicano ha sido responsable de actos de lesa humanidad más allá del acontecido en 1968, como las desapariciones en la “Guerra Sucia” desarrollada durante las décadas de 1960 y 1970 y la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en 2014.

“Tenemos demandas y retos nuevos, debemos avanzar organizándonos para construir libertad y democracia. Esto no se puede lograr en medio de proceso de militarización generalizada de la vida pública nacional como hoy, es una amenaza presente. Nuestra presencia aquí tiene que servir como una expresión contundente de que esta no es necesaria y no es posible construir democracia en ese ambiente”

Asimismo, el activista sostuvo que cada vez que la fuerza militar ha estado a cargo de tareas de seguridad pública, el pueblo ha sufrido la violencia, la violación de los Derechos Humanos y muchas de las luchas han terminado ensangrentadas a pesar de haber sido pacíficas. Por eso, señaló que la marcha debía tener como demanda central y enérgica su oposición a delegar las tareas de seguridad a las Fuerzas Armadas.

Enseguida, se leyó el posicionamiento oficial del Comité 68, en el cual se reiteró la oposición de todos sus integrantes a que el Ejército mexicano asuma tareas de seguridad pública. Asimismo, en este la organización criticó que López Obrador impulse una consulta ciudadana inconstitucional y no vinculante, pues consideran que es una simulación que legitima la militarización del país con un instrumento a modo.

«Nuestra oposición ha sido clara y contundente sin importar el partido que gobierne. No le hacemos el juego ni a la derecha ni a nadie, somos consistentes en insistir que el Ejército mexicano ha cometido de manera reiterada y sistemática graves violaciones a derechos humanos, la persecución, la detención extrajudicial, la desaparición forzada, la tortura, los tratos crueles e inhumanos, la violación y la ejecución son el común denominador de una larga lista de agravios contra el pueblo», leyó una de sus integrantes.

Otro común denominador citado fue la falta a de acceso a justicia plena por dilación, omisión y negligencia del Estado mexicano y sus instituciones. Al respecto, se subrayó que el pasado 11 de septiembre la Fiscalía General de la República (FGR) clasificó como confidencial por cinco años toda la información referente a 450 averiguaciones previas iniciadas por la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP), lo que lapida el acceso a la justicia para más de 500 desaparecidos políticos, así como para otros crímenes de Estado del siglo pasado.

Finalmente, el Comité terminó su posicionamiento señalando que su lucha histórica es contra la impunidad y que sostienen que existen suficientes elementos para la acción de la justicia, pues de poco sirve el acceso a documentos si eso no se constituye de manera jurídica. En tanto, advirtieron que los trabajos memoriosos de carácter institucional constituyen en realidad a procesos de revictimización y exhibicionismo del terror que instan a no luchar, mientras que han sido las familias y el interés académico los que han documentado y judicializado en realidad los crímenes por décadas.

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