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A Fuego Lento

MANCERA, DEPRIMIDO

Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, encabezó el recorrido por el albergue provisional, instalada en las inmediaciones de la Casa del Adulto Mayor “Elena Poniatowska” en la delegación Iztacalco, para dar ayuda y alimento a algunos de los afectados en días pasado por las fuertes lluvias en la capital. FOTO: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO.COM
Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, encabezó el recorrido por el albergue provisional, instalada en las inmediaciones de la Casa del Adulto Mayor “Elena Poniatowska” en la delegación Iztacalco, para dar ayuda y alimento a algunos de los afectados en días pasado por las fuertes lluvias en la capital. FOTO: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO.COM

Malos días vive el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, camino hacia su quinto Informe de Gobierno. Cuando la palabra socavón es una palabra maldita, al jefe de Gobierno le aparecen no uno sino dos oquedades de ese tipo en calles de la Ciudad de México, amenazando devorar no sólo a algunos capitalinos, sino sus planes políticos hacia futuro.

Qué decir del Frente Ciudadano por México, que todos celebran, pero del que no todos serán figura estelar para el 2018. Ya muchos hacen cola, del PAN, del PRD, fósiles de la UNAM, pero en los primeros sitios no se ve al jefe de Gobierno. Las voces coinciden en que la figura estelar para el 2018 será un panista, y entre estos el más aventajado es el líder blanquiazul Ricardo Anaya, aunque doña Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, insiste en que la corona le pertenece a ella, que si su marido pudo, por qué ella no.

Incluso ya se comenta cuál podría ser el premio de consolación para el doctor Mancera: la Fiscalía General. Y en algo que no deja de ser irónico, el GDF tiene una alerta antisismos que alarma cuando no debe. Que tiene un rango de certeza del 50%, de dos acierta una. Y cuando acierta es porque casi casi el terremoto tira el Ángel de la Independencia. Ni hablar del Deprimido de Mixcoac. Está para llorar. O deprimir a cualquiera, por ejemplo al jefe de Gobierno.

Lo presumieron como una magna obra de ingeniería blindada contra inundaciones, y el primer día de operación se inunda. Y cuando creía que tenía la prueba superada, en el mismo complejo de túneles que tantas críticas le ha acarreado y que tantas satisfacciones pensaba le traería, un par de maleantes atracaron a un automovilista.

Y para su desgracia, del jefe de Gobierno, no de los asaltantes, todo quedó registrado en un video que las Redes Sociales viralizaron para sarcasmo, burla y escarnio de Miguel Ángel Mancera y sus jefes policiacos. Así, el doctor Mancera camina sobre terreno plagado de minas. Aunque por ahora tendrá días para llamar la atención sobre sus logros de 5 años de gobierno que, quizá, le alcancen para superar estos días de depresión.

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