Madero, la Revolución, AMLO y la 4T

Este año se celebra el 109 aniversario de la Revolución Mexicana, conflicto armado que dio fin al gobierno de Porfirio Díaz, quien se perpetuó en el poder por 35 años, y culminó con el nacimiento de la Carta Magna que aún permanece vigente en el país.

La proclamación contra el gobierno de Díaz dio lugar a la elección de Madero, quien gobernó del 6 de noviembre de 1911 hasta poco más de un año después, en 1913, cuando fue traicionado y asesinado junto con su vicepresidente José María Pino Suárez.

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, que asume el liderazgo de lo que él llama la cuarta transformación del país, este acontecimiento histórico representa la tercer transformación. Además de establecer una línea secuencial con este cambio, el presidente ha encontrado varios símiles, no solo con el proceso sino también con su líder Francisco I. Madero.

Al igual que Madero, López Obrador imprime un carácter místico-religioso a su discurso político, también retoma la figura de Benito Juárez como un estandarte moral; además de estas similitudes el actual mandatario equipara su situación con la que tuvo que afrontar Madero cuando estuvo en la presidencia.

El pasado 2 de noviembre el presidente López Obrador advirtió que México ya no es “tierra fértil” para “otro golpe de Estado” como el que derrocó al “apóstol de la democracia” Francisco I. Madero, quien encabezó el movimiento armado que daría inicio a la Revolución Mexicana.

La comparación se hizo días después de que se dieran a conocer las inconformidades de algunos sectores del ejercito por el tratamiento que el Ejecutivo hizo del fallido operativo Culiacán y de algunas de sus decisiones en materia de seguridad.

La presidencia de Madero tuvo que enfrentar tanto los sectores más conservadores como a los revolucionarios. Pascual Orozco y Emiliano Zapata, representantes de los sectores obreros y campesinos, encabezaron insurrecciones armadas contra Madero por considerar que su gobierno no había cumplido con las demandas sociales que había prometido satisfacer.

Por otro lado, el ala conservadora, encabezada por fuerzas milicianas porfiristas y con el apoyo de la embajada estadunidense lanzan un golpe de estado contra el gobierno maderista. En el episodio conocido como “La Decena Trágica” Victoriano Huerta se hace de la presidencia luego de traicionar a Madero y a José María Pino Suárez, quien en ese momento era vicepresidente.

“Ahora es distinto. Aunque son otras realidades y no debe caerse en la simplicidad de las comparaciones, la transformación que encabezo cuenta con el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz, que no permitiría otro golpe de Estado“, dijo AMLO tras el discurso y el video de altos jefes militares.

Gene Sharp, politólogo estadunidense, también advierte que la la naturaleza bélica del siglo XXI ha cambiado y que en la actualidad es mediante las “armas sicológicas, sociales, económicas y políticas” que se puede derrocar a los gobiernos.

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