Hace unos días se dio el mejor ejemplo de lo que es un linchamiento en redes sociales, y lo que es peor, el desconocimiento del público respecto de quiénes son los que hoy “dominan” los medios de comunicación.  Silvia Pinal dio positivo a Covid-19 y su familia la internó en un hospital.

Tarde se le hizo a Adela Micha, a la que han calificado hasta de periodista, para enterrar a una de las últimas divas del cine nacional. Sí, deblas últimas, porque Elsa Aguirre, por mencionar a una, también está en ese estatus.

Sin tacto y sin acordarse de que en plataformas como YouTube no hay cortes comerciales, la conductora, porque eso es, pidió a su producción que le prepararan “la morgue” (como se le conoce a la información que se ha recabado durante años de una persona) para hablar de la vida de una mujer a la que, según, considera su amiga con frases nada amigables: “¡Ya no tarda en morirse…!, ¡Tiene 90 años…!”.

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Por si fuera poco, al regreso de corte salió con que: “Me dicen que…”, “Yo dije que era posible que muriera…”, etc, pero como se dice en el argot periodístico, ya estaba muy empinada.

En las redes comenzó la embestida, muy merecida por cierto, hacia esta mujer, y quienes la defendieron, incluida ella misma, salieron con la fácil: “¡Así es el periodismo, el reporteo…!”.

Lamento informarle a esta señora y sus seguidores que este oficio no es así. El periodismo es dar una información precisa, no tratar de ganar la nota para perderla en el escritorio y mucho menos tratándose de una amiga, porque hasta doña Micha quiso mostrar su “alcance”, tanto que mencionó: “¿quieren que le llame a la Pasquel?”, ¡uy, a temblar!, como también se suele decir en el argot periodístico.

Al día siguiente, se vieron algunos enlaces televisivos desde la unidad médica en la que se encontraba la actriz.

Así, Eeeeeeesmeralda González (Televisa) y Chabely Huerta (nombre artístico de Chabela Huerta, TV Azteca), dando información por demás ridícula, sin bases y tratando de sobresalir más que la nota, una de ellas (adivine cuál) se aventó la puntada de asegurar que “solo la familia puede pasar a verla”. Nadie le dijo a esta reporterita que en el área Covid nadie puede pasar.

Quizá el más centrado, pero al que metieron en problemas los conductores de Hoy, sobre todo Arath de la Torre con sus preguntas que en ese momento serían imposibles de responder por el reportero porque seguramente las respuestas no las tenían ni la familia Pinal, fue Ernesto Buitrón, al no hablar de más e irse sólo con la información recabada, no inventada.

Tras la noticias de la salud de Silvia Pinal, a Adela Micha se le hizo tarde para «enterrar» a una de las divas del cine nacional Foto: Especial

Ya hemos visto casos, sobre todo en espectáculos, de conductores que se creen periodistas por tener un título en la pared de su casa y no por dominar los géneros periodísticos (nota, entrevista, color o crónica, editorial y no la editorial, artículo de fondo, así como columna), y dan una nota sin verificar con tal de salir con la estúpida idea de “ser los primeros” y no “ser los precisos en la información”.

Silvia Pinal, como cualquier otra persona famosa o no, debe ser tratada con dignidad, mientras que quien busca la información tiene que verificarla antes de soltarla.

Es mentira que la nota hace al medio, el medio es parte de esa nota y por tanto una mentira o dato que vayan en ella se convierte en basura.

Una cosa es cierta, Adela Micha dejará de ser “amiga” de las Pinal por una de dos, nunca fue reportera o como dijo Ryszard Kapuscinski: “Una mala persona nunca podrá ser buen periodista”.

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