Holandesa de 17 años muere por eutanasia por trauma de violación

Este domingo Noa Pothoven, una joven holandesa de 17 años, murió a petición suya, es decir por eutanasia, luego del estrés postraumático, anorexia y depresión que sufría.

Víctima de abusos sexuales cuando tenía 11 y 12 años y posteriormente violada a los 14, Pothoven solicitó la eutanasia porque ya no aguantaba el sufrimiento.

“Seré directa: en el plazo de 10 días habré muerto. Estoy exhausta tras años de lucha y he dejado de comer y beber. Después de muchas discusiones y análisis de mi situación, se ha decidido dejarme ir porque mi dolor es insoportable”, dejó escrito la joven en su cuenta de Instagram.

Noa no señaló fecha. Tampoco se supo si el método para quitarse la vida fue asistido por profesionales. Pero ella sí falleció el domingo 5 de junio.

«No vivo desde hace mucho tiempo, sobrevivo, y ni siquiera eso», dijo antes de morir, “El amor es dejar marchar. En este caso, así es”. La joven aprovechó los últimos días de su vida para despedirse de sus padres, sus dos hermanos y sus amigos.

El primer abuso sexual del que fue víctima fue cuando ella tenía 11 años, en una fiesta escolar. Noa era una niña alegre y con buenas notas hasta ese momento, según su familia. Un año después volvió a ser víctima de abuso en una fiesta de adolescentes.

Para cuando cumplió 14 años la joven fue violada por dos hombres en un callejón de la ciudad.

Tras el ataque pasó tiempo para que ella lo dijera y junto a su madre interpuso la denuncia pero le costó mucho revivir esa situación por lo que cayó en la anorexia y un desfilar eterno en hospitales y centros especializados.

En uno de ellos se le definió un estado emocional y se le internó a la fuerza durante seis meses, inmovilizada y aislada para que no pudiera lesionarse “nunca, nunca más volveré a un sitio así. Es inhumano”, dijo la joven holandesa pasado un tiempo.

Esta situación empeoró el estado de salud de Noa y su familia denunció que no había lugares especializados en Holanda para tratar estos problemas y ella tuvo que esperar seis meses para ser admitida en una clínica para desórdenes alimentarios en donde terminó hospitalizada y con una sonda nasogástrica.

«Ganar o aprender» fue un libro escrito por Noa Pothoven en 2018, impulsado por las situaciones y hechos por los que pasó durante su adolescencia.

Sin que nadie de su familia lo supiera, la joven contactó a la Clínica para Morir (Levenseindekliniek), un centro especializado en personas aquejadas por sufrimiento psíquico, considerado uno de los más difíciles de evaluar objetivamente y que está definido en la Ley de Eutanasia holandesa desde 2002.

La eutanasia o muerte asistida es legal en Holanda desde 2002 y es a partir de los 12 años cuando puede ser solicitada por niños con enfermedades sin curación y padecimientos insufribles junto con el permiso de los padres.

Pero es a los 16 años cuando las personas pueden recibir eutanasia por su propia decisión pero con ayuda y autorización médica.

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