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Germán Martínez plagió capítulo y conclusiones de su tesis de licenciatura
“Repudiaré siempre el fraude académico”, sentenció recientemente el senador Germán Martínez Cázares, expresidente del Partido Acción Nacional (PAN), exsimpatizante de Morena y actual miembro del Grupo Plural en el Senado de la República, al señalar que está en contra del plagio académico en cualquiera de sus formas. En especial, consideró que esta práctica era repugnante para él al involucrar el decoro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sin embargo, esa postura no impidió que defendiera férreamente el trabajo final que entregó la candidata presidencial de la oposición Xóchitl Gálvez Ruiz, con el cual se tituló como ingeniera en Computación por la Facultad de Ingeniería de la UNAM; esto aunque Morena CDMX indicó que el plagio sería del 20% y ella lo admitiera a medias diciendo que la “pendejió”. Para ello, aseguró que el documento que entregó su excompañera de partido tenía un «trabajo previo» en contraste a la tesis de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, de quien afirma sí «plagió» una tesis, aunque aún no haya un veredicto académico sobre ello, pero sí uno judicial que la exonera.
Ahora el tema del plagio ha alcanzado al senador que hace unos meses “exigía” juicio político en contra de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues su propia tesis denominada “Naturaleza jurídica del voto”, fechada en noviembre de 1997 y con la que obtuvo el título de licenciado en Derecho por la Universidad La Salle, incorporada a la ‘Máxima Casa de Estudios’, tiene un tufo de robo intelectual. Ello debido a que contiene fragmentos de diversas obras publicadas años atrás que intentaría hacer pasar por propios porque omite dar crédito al autor original tanto en las páginas redactadas como en la bibliografía.
El documento contenido en la base de datos de Tesis Digitales de la Universidad Nacional Autónoma de México (TESIUNAM) cuenta con la firma de Jaime A. Vela del Río, como asesor de la tesis, y del doctor Luis Rodríguez Manzanera, entonces director de la Facultad de Derecho, para avalar que cumple con los requisitos necesarios para su presentación. De acuerdo con el entonces alumno, la preocupación que le llevó a redactarlo era democratizar el derecho y demostrar que la norma debe reflejar la “voluntad social”.
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En el primer capítulo, Germán Martínez comienza definiendo “Derecho electoral” en sentido amplio y estricto, a partir de los análisis del politólogo Dieter Nohlen, para diferenciar la regulación del proceso de designación de cargos públicos y la decisión de quiénes son los habilitados para ser electos y ocuparlos. Este explica tal área como una rama del derecho público y justifica su estudio, retomando la obra de Augusto Hernández Becerra, para decir que cuenta con tradición histórica; singularidad de sujetos, objetos y contenido; terminología propia; y fuentes propias.
En las páginas siguientes, este sostiene que el “Derecho electoral” tiene elementos que le dan autonomía respecto a otras áreas del conocimiento jurídico en México, entre las que se encuentran la legislativa; la jurisdiccional; la académica; la doctrinal; y la jurisprudencial, clasificación que parece asumir como propia al no referenciar otros autores. Asimismo, esboza elementos que se abordan en el estudio de la misma, que van desde características del sufragio hasta el orden legal que da pauta a los actos de impugnación y las resoluciones electorales, mismos que sustenta con lecturas de Rafael de Pina Vara, Dieter Nohlen, Niklas Luhmann y Roberto Chang Mota.
El plagio del senador
En el primer capítulo, que va de la página 6 a la 31, Germán Martínez realizó 21 citas de las cuales siete son referencias a códigos legales o aclaraciones de información. Sin embargo, el siguiente capítulo titulado “Características Jurídicas del Voto” apenas tiene cuatro citas a pie de página pese a que retoma textos de otros autores, mismos que fueron copiados textualmente o con modificaciones mínimas que permiten seguir ubicando su origen.
El segundo capítulo de la tesis del senador del Grupo Plural inicia con una definición de los ciudadanos y otras categorías bajo las cuales se clasificaban a los habitantes de las Ciudades-Estado de la Antigua Grecia. Este incorpora a su trabajo de titulación fragmentos del libro ‘Historia de la política’ de George H. Sabine para hablar de los “extranjeros residentes” o “metecos», aunque con la particularidad de que no lo cita y tampoco lo incluye en la bibliografía, mutila parte del texto y ordena las ideas de manera diferente aunque con una redacción demasiado similar.
La siguiente copia de ideas casi textuales se encuentra en el siguiente párrafo, donde el senador describe quiénes eran los miembros de las Ciudad-Estado que eran considerados ciudadanos con derecho a la participación política. En este se vuelve a observar la tendencia de modificar mínimamente algunos conectores, la puntuación y la conjugación de verbos respecto a lo publicado por Sabine, según se pudo consultar en una tercera edición en español de su libro publicada en 1994, aunque la primera versión en inglés data de 1937.
La adjudicación de fragmentos de la obra del autor estadounidense continúa al grado de estar presentes prácticamente en la totalidad de las páginas 34 y 35 del texto de Germán Martínez. En la revisión, se encontraron las siguientes coincidencias, aunque con algunas faltas de ortografía al olvidar algunas tildes; como en los ejemplos anteriores, el tesista decidió únicamente anular ciertas palabras para colocar las ideas como propias.
De manera particular, en la página 35 de la tesis se observa la decisión de cambiar letras minúsculas a mayúsculas y dividir en varios fragmentos un párrafo original, ubicado en la página 20 del libro de Sabine, para hacerlo pasar por una redacción original. A la par, se observa un descuido al copiar un artículo con falta de ortografía ante la carencia de una tilde, así como la tendencia descrita anteriormente de borrar conectores o palabras que no consideraba vitales para la comprensión del texto.
Pese a la cantidad de citas recuperadas sin mencionar la fuente principal y dando a entender que es una redacción propia, estas son apenas las primeras en todo el trabajo para obtener el grado. El plagio de Germán Martínez a Sabine terminó, pero dos páginas más adelante inició el correspondiente a la obra de Guillermo F. Margadant titulada “El Derecho Privado Romano”, cuya primera edición data de 1960.
Consultando una decimoctava edición publicada por Editorial Esfinge en 1992, La Hoguera observó que las páginas 20, 21 y 22 de dicho libro corresponden prácticamente a lo publicado en las páginas 37 y 38 de la tesis del expresidente del PAN. Como en las páginas anteriores, lo que hizo el autor del documento entregado a la Universidad La Salle fue un mero cambio de signos de puntuación, de conjugación de verbos y, en algunas ocasiones, la alteración del orden de las ideas; asimismo, mutiló algunas precisiones entre paréntesis, cambió cifras de letras a números y cometió posibles errores al transcribir algunas palabras.
Las páginas 39 y 40 de la tesis de licenciatura del también secretario de la Función Pública (SFP) de Felipe Calderón Hinojosa aparecen sin cita alguna cuando se habla de características de la República Romana y del Imperio Romano. Pese a ello, varios párrafos de las mismas pertenecen al libro de Margadant.
Cabe destacar que el senador frenó la reproducción textual del último párrafo mostrado debido que enseguida se describe una antigua moneda que representa una votación, misma que aparece dibujada en el libro original. Ese detalle no impidió que en su tesis el expresidente del PAN continuara copiando para llenar sus siguientes páginas, pero ahora retomando la obra “Los sistemas electorales”, en su edición de 1973, de Jean Marie Cotteret y Claude Emery, de donde también copia párrafos completos.
En sus páginas 47, 48, 49 y 59 cuando empieza a hablar de las restricciones del voto, el miembro del Grupo Plural del Senado de la República menciona ocho tipos, entre los que se encuentran algunos como la inhabilitación electoral de la mujer, el sufragio capacitario, entre otros, mismos que en realidad transcribe tal cual como lo pensó el autor original, pero sin dar crédito.
En el siguiente punto de su tesis denominado “Derechos humanos y derechos políticos”, el legislador que el pasado febrero de este año, junto con sus compañeros de bancada Emilio Álvarez Icaza y Gustavo Madero, acudió frente a la Corte con una manta en la que se leía “¡Quien roba una tesis… puede vender sentencias!”, con la que exigía la renuncia de la ministra Esquivel Mossa, también incurrió en plagio total de parte del texto denominado “Elecciones, derechos políticos y transición a la democracia” del abogado y académico guatemalteco Jorge Mario García Laguardia, que forma parte del libro “Tendencia contemporáneas del derecho electoral en el mundo” en su edición 1993 —cuatro años antes de presentada la tesis del expanista—, al cual únicamente cambia algunas palabras o signos de puntuación.
Llama la atención que aunque sí cita al autor en la bibliografía, al pie de página omite dar crédito o poner comillas en los textos que no son suyos.
En seguida, el exdirector del IMSS enumera declaraciones sobre derechos humanos e instrumentos internacionales para su defensa, los cuales cita uno a uno con sus artículos, pero al final de estos, cuando hace un análisis de los mismos vuelve a copiar textualmente las conclusiones de Jorge Mario García Laguardia. A continuación el desglose.
Cuando ya parecía superado el plagio a la obra de Jean Marie Cotteret y Claude Emery, Germán Martínez Cázares vuelve a retomarlo, pero ahora en su subtema denominado “El voto como función”, situado en la página 56 de su tesis que le dio el título de licenciado en Derecho.
Por otra parte, el contenido general de las páginas 55, 56 y 57 de la tesis del senador aparecen también en un sinnúmero de páginas de internet, como apuntes de estudiantes de derecho de diferentes países, y un texto del Gobierno de Ecuador titulado “Democracia y sufragio en el Ecuador”. Según precisan tales fuentes, los contenidos originales referenciados por el expresidente del PAN serían del texto de Cotteret y Emery de 1973 o del libro Derecho Constitucional Mexicano de Ignacio Burgoa, publicado por editorial Porrúa.
Finalmente, el capítulo tres de la tesis profesional de Martínez Cázares “Naturaleza jurídica del voto”, presenta un estilo completamente diferente al observado en el segundo, pues el último capítulo del trabajo académico hace referencia a 47 textos, en cada una de las páginas hay citas a los autores de donde se tomó el extracto. La discrepancia de estilos se ve desde la primera línea, que habla de democracia, pues desde las primeras palabras cita el libro “Introducción al Estudio del Derecho”, de Fausto Vallado Berrón.
Plagio en una de las conclusiones
Al llegar a las conclusiones nuevamente se percibe una copia. En la segunda de ellas, en la que habla sobre el derecho electoral, se advierte una transcripción fiel de lo escrito dos años antes, en 1995, por el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) en su descripción sobre esta rama del derecho.
Fue este documento el que le dio el grado de licenciado a German Martínez por supuestamente cumplir con los requisitos, entre los cuales debería estar la originalidad. En su defensa a Xóchitl Gálvez, minimizó los señalamientos de plagio diciendo que aunque no tuviera el título no tendría implicaciones dado que no aspira a un cargo público donde le hiciera falta, contrario al caso de la ministra de Yasmín Esquivel; sin embargo, él habría ocupado un cargo académico donde sí importaba tener estudios mínimos de licenciatura.
El ahora senador fungió como director de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle entre 2011-2014. Sin embargo, los estatutos de 2013 establecen que para ser director o titular de una unidad académica de pregrado de las instituciones del Sistema Educativo de las Universidades La Salle (SEULSA) se debe tener un título profesional relacionado con los estudios que se imparten en la unidad y, de preferencia, un grado académico superior.
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