Falta de protección social y austeridad, malas para la recuperación de la crisis tras la pandemia: OIT

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que la falta de protección social por restricciones fiscales o austeridad pueden condicionar desfavorablemente la recuperación económica tras la pandemia. En tanto, mencionó que el mundo fue sorprendido por el coronavirus SARS-CoV-2 con menos de la mitad de su población con este tipo de protección.

De acuerdo con el Informe Mundial sobre Protección Social 2020-2022 de la OIT, solo el 46.9% de la población mundial estaba efectivamente cubierta por al menos una prestación de protección social. No obstante, su acceso es desigual, ya que son los adultos mayores los que tienen un 77.5% de cobertura; en el otro extremo, las personas con menos protecciones son las desempleadas (18.6%) y los niños (26.4%).

La desigualdad fue observada al analizarla por continentes. Bajo la variable, Europa y Asia Central son las regiones con mejor cobertura de protección social con 83.9%; detrás, con 64.3% de población con medidas de choque socioeconómica está América. En el otro extremo, Asia y el Pacífico tienen apenas un 44.1% de su población con alguna medida de protección; la cifra baja hasta 40% los Estados Árabes y 17.4% para la población de África.

La OIT menciona también que, aunque la Covid-19 ha provocado una respuesta política sin precedentes a favor del impulso de la protección social, esta tampoco ha sido igual. Destacó que los países han buscado proteger la salud, el empleo y los ingresos de la persona para garantizar la estabilidad social; sin embargo, los países de ingreso bajo y mediano «han tenido dificultades para organizar una respuesta de protección social y de estímulo proporcional dirigida a contener los impactos adversos de la pandemia».

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Estas restricciones fiscales y la austeridad habrían condicionado una mala preparación para este tipo de crisis en el pasado; sin embargo, ahora también juegan negativamente, pues se prevé que condicionen la recuperación de las naciones al darles poca maniobra para sus políticas macroeconómicas.

Ante ello, la OIT instó a los gobiernos a contemplar que las medidas de protección se mantengan hasta que la crisis amaine y se note una recuperación. No obstante, apuntó que tras el fin de la pandemia y sus estragos seguirá siendo necesario invertir en los sistemas de protección social a fin de mantener el nivel de vida, garantizar un acceso equitativo a las vacunas, la atención de salud, y evitar una mayor contracción económica.

Finamente, recordó que las crisis anteriores demostraron que la austeridad deja «cicatrices sociales» y termina perjudicando a los más vulnerables. Por el contrario, abogó que la recuperación debe ser rica en empleo y centrada en las personas, pero alineada con los objetivos sanitarios, sociales, ambientales y de cambio climático; esto debido a que puede contribuir a los objetivos de seguridad de los ingresos, creación de empleo y cohesión social, ampliar la base fiscal y ayudar a financiar la protección social universal.