Episcopado pide “evitar conjeturas y especulaciones” sobre el caso del obispo Salvador Rangel

Luego de que se diera a conocer que el obispo emérito de la Diócesis de Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza, fue encontrado en un motel al lado de condones y con presencia de cocaína y benzodiacepinas en la sangre, cuando se presumía haber sido víctima de un secuestro exprés, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió evitar “conjeturas y especulaciones” que puedan enrarecer el caso.

En un comunicado la alta jerarquía de la Iglesia Católica dijo confiar en las instituciones por lo que dejará en manos de las autoridades la investigación del caso, pero solicitó tener en cuenta la dignidad humana a la hora de hacer especulaciones.

Dijo que una vez que se dé de alta a Rangel Mendoza este será cuidado por su familia, pero que de momento su estado de salud es reservado, sin embargo, cuando “tengas las condiciones de salud requeridas el mismo obispo rendirá su declaración e informará oportunamente”.

Apenas el pasado lunes 29 de abril el Episcopado exigía a las autoridades su pronta actuación para dar con el paradero con vida del obispo emérito de Chilpancingo, que había desaparecido desde el fin de semana del 27 de abril en Cuernavaca, Morelos. Rangel Mendoza se había reunido con grupos criminales predominantes en la zona centro del estado de Guerrero por lo que se temía por su seguridad.

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Sin embargo, el comisionado estatal de Seguridad (CES), José Ortiz Guarneros, informó que el religioso habría ingresado por su propio pie en un motel de Cuernavaca en compañía de otro hombre en el que permanecieron hasta el domingo 28 de abril. Lugar del que fue rescatado por la Cruz Roja.

“Hasta donde sabemos, entró voluntariamente al hotel con una persona del mismo sexo, esa persona después se retiró, pero es todo lo que sabemos, porque no sé, nos fuimos a pedir información, pero no, ya había llegado la Fiscalía y no nos permitieron”, expresó el funcionario sobre el obispo que en diferentes ocasiones se ha pronunciado en contra del comunismo que asegura representa el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por su parte, el fiscal general de justicia de Morelos, Uriel Carmona Gándara —señalado de encubrir el feminicidio de la joven Ariadna Fernanda—, aseguró que sí se trató de un secuestro exprés porque hay indicios de que se retiró dinero de las tarjetas del religioso.

En ese sentido, el comisionado de seguridad dijo que él piensa que no se trató de un secuestro exprés debido a las pruebas que tienen, pero señaló que será el fiscal “quien tendrá que demostrar por qué dice que sí fue un secuestro exprés (…) pues eso sí seguirá dando qué decir”.