En el mundo el litio ha cobrado importancia por sus muchas propiedades que sirven para la industria nuclear, farmacológica, el diseño de baterías y la metalurgia. En México no es la excepción y vive un debate por el «oro blanco» ante la posible regulación de este recurso.

¿Dónde está el litio en México? En diciembre de 2018, con el inicio del nuevo gobierno, la Dirección General de Desarrollo Minero de la Secretaría de Economía publicó un informe donde ubicaba el mineral en Baja California, San Luis Potosí, Zacatecas y Sonora; sin embargo, de acuerdo con la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería (REMA), hasta 2021 se ha comprobado también la existencia de este recurso en Puebla y Jalisco.

El 1 de octubre, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, anunció que dicho mineral será nacionalizado y no habrá más concesiones; sin embargo, dijo que en total existen ocho ya entregadas, de modo que se daría la oportunidad de que los concesionarios las retuvieran en caso de que acrediten que han iniciado el proceso de exploración y que están en los términos previstos para empezar la producción.

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REMA señaló que para enero del presente año había en trámite 4 concesiones mineras a cargo del Servicio Geológico Mexicano (SGM) para realizar trabajos de exploración y dejarlas “apartadas” para el Estado mexicano. No obstante, apuntó que para junio de 2020 había once empresas interesadas en desarrollar proyectos de búsqueda del mineral para su explotación.

La Cámara de Comercio del Canadá en México, A.C (CANCHAM) fue una de las organizaciones que manifestaron su «inquietud» por la reserva del litio y otros minerales estratégicos, utilizados en la Transición Energética, para la explotación estatal. Asimismo, sostuvo que el no definir cuáles son va en detrimento del Estado de Derecho y genera gran incertidumbre en el sector.

Esto no sería casualidad, dado que 5 de 11 de las empresas interesadas eran de ese país, aunque solamente Radius Gold Inc, en Chihuahua, Organimax Nutrient Corp, en San Luis Potosí y Zacatecas, y ZEOX contaban con superficie para explorar e iniciar la explotación. No obstante, la última abandonó el proyecto y dejó el país.

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Con hectáreas concesionadas, también se reportaban sin actividad Infinite Lithium Corp., en Sonora, y Zenith Minerals., en San Luis Potosí, y Pan American lithium Corp. en Baja California; por el contrario, la británico-china Bacanora Lithium sí mostró avances en sus trabajos en Sonora, siendo incluso señalada por el secretario de Gobernación como la única que estiman que pueda presentar pruebas de esto ante la Secretaría de Economía (SE).

Dicho panorama parece dar la razón al presidente López Obrador, quien señaló que la condición se puso debido a que las empresas estaban especulando, mas no trabajando, para encontrar el litio en México. “No ha habido ni exploración ni explotación, hay muchísimas así, se dedican a especular y que ahora digan: ‘Yo tengo esta concesión y la voy a usar para extraer litio’, tampoco”, sentenció tras ser presentada su propuesta.

Sin embargo, REMA lanzó un comunicado el pasado 13 de octubre redimensionando el alcance de las concesiones. Primero, comentó que no son 8 sino 31 las concesiones de litio vigentes, equivalentes a 94 mil hectáreas (ha); en tanto, otras 17 estarían en trámite por una superficie de 527 mil ha.

“Si consideramos lo que se plantea en la iniciativa de ley, significa que el 84% de la superficie de concesiones asociadas con la extracción del litio actualmente están en proceso […] las áreas de litio que le quedarían al Estado, serían de acuerdo a la información disponible, áreas marginales en comparación con las que ya han sido entregadas”, sentenció.