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Nación

David Colmenares, a un paso de la Auditoría Superior

Foto: Archivo

David Colmenares, entrevistado recientemente por lahoguera.mx, podría ser el próximo auditor Superior de la Federación, según un primer acuerdo entre las fracciones partidistas en el Congreso.

 

El nombramiento del nuevo fiscalizador federal se dará mediante voto secreto.

 

El PRI apoyaba en un principio a Arturo Orci, ligado al líder de la fracción del tricolor Emilio Gamboa.

 

Legisladores de Acción Nacional comentaron que su dirigente nacional, Damián Zepeda, ordenó a su bancada abstenerse de votar a manera de presión al gobierno y al PRI, pero consideraron que no se acatará tal medida.

 

A continuación, parte de la entrevista de lahoguera.mx al ex auditor especial de Gasto Federalizado de la ASF:

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) goza de buen prestigio pero da magros resultados, advierte David Colmenares Páramo, aspirante a dirigir el máximo organismo auditor del país, en entrevista con lahoguera.mx.

 

Lo anterior se debe a que la Auditoría Superior prioriza la revisión para castigar sobre la prevención, asevera el también académico de la Facultad de Economía de la UNAM.

 

Sobre la selección del nuevo auditor, considera que no necesariamente va a resultar el mejor, sino el que logre el mayor respaldo del Congreso, por lo que a futuro se tendría que revisar el modelo de selección.

 

Será el pleno de la Cámara de Diputados, dos terceras partes de los legisladores, el que nombre al nuevo titular de la ASF.

 

El proceso de designación del titular de la Auditoría Superior de la Federación se podría empantanar si prevaleciera la política de cofradías, señala también Colmenares Páramo.

 

Sin embargo, el economista refiere que este caso es diferente; que comenzó con la inscripción de cerca de 41 aspirantes y posteriormente la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados entrevista a cada uno de los candidatos y el 9 de diciembre presentará una terna de la cual saldrá el nuevo auditor.

 

El secretario de Finanzas de Oaxaca en el gobierno de Heladio Ramírez descarta que pueda ocurrir lo que sucede con el nombramiento del titular de la Fepade, ya que la Auditoría es una institución fuerte.

 

Sobre los procesos en marcha y por qué muchas denuncias no prosperan, el aspirante a conducir la ASF advierte que se presentan demandas pero cuando llegan al Tribunal Fiscal 80 o 90 por ciento se pierden porque van mal fundadas.

 

Corrupción propicia impunidad

También atribuye a la corrupción en el Poder Judicial que exista impunidad. En los tribunales los magistrados rechazan que haya consigna contra la Auditoría y arguyen que las demandas están mal fundadas, asevera.

 

De las cuatro auditorías especiales, la del gasto federalizado concentra 70 por ciento de la carga de trabajo y es la que emite la mayoría de las observaciones, dice. No obstante sólo cuenta con alrededor de 400 auditores que no tienen las mejores condiciones laborales, cuestiona el especialista en supervisión de gasto.

 

El experto en auditoría explica que del gasto federalizado los rubros más importantes después de educación son salud y seguridad; refiere que hay dos fondos que van directamente a los municipios: el de Fortalecimiento de las Entidades Federativas y el de Infraestructura Social Municipal.

 

La Auditoría tiene la exclusividad para auditar esos fondos ni la Secretaría de la Función Pública los toca, dice.
Para mejorar los resultados de la ASF, Colmenares plantea fortalecer su capacidad institucional para que sea más eficiente. Propone efectuar menos auditorías, pero de mayor calidad. Refiere que hay una recurrencia de observaciones, lo cual da indicio de dónde se debe poner énfasis en la revisión.

 

El ex auditor especial de Gasto Federalizado de la ASF advierte que de las participaciones federales para los estados el rubro de educación recibe la mitad de esos recursos y es el que más problemas presenta debido a los maestros comisionados.

 

Colmenares llama la atención sobre la recurrencia durante ocho o 10 años de una observación y no sólo en un mismo estado, sino en casi todas las entidades federativas. El caso de los comisionados (de la SEP, en su mayoría maestros) es patente, lo cual evidencia que algo está mal; que hay una falla en el diseño de la norma, por lo que la Auditoría tiene que darle mayor peso a la autoridad de desempeño y profundizar en la revisión de estos fondos para proponer al municipio, estado y a la Federación adecuaciones sobre el destino de los fondos y eliminar esta recurrencia.

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