Damanhur: El templo perdido de los Alpes

En la actualidad solemos pensar que los cultos o las sectas se dedican a matar gente, secuestrar y torturar personas o niños e inclusive hacer sacrificios. ¿Qué pasaría si te decimos que un culto creó lo que hoy se denomina la décima maravilla del mundo en la modernidad?

En 1978, Oberto Oriundi (ahora conocido como «Falco») era un italiano de 28 años que habitaba en las cercanías de los Alpes, en Turín, Italia. Desde niño, Falco soñaba con hacer un templo al que acudiera toda la gente sin importar religión, clase o raza para crear unidad vivir en armonía con la naturaleza. Así nació la idea de Damanhur.

La idea del culto de Damanhur ya tenía algunos seguidores cuando, un día, Falco ordenó a su grupo excavar debajo de la casa que tenía en los Alpes y que servía como sede del grupo. Tenía en mente la idea de crear un templo a la humanidad, y su idea era absolutamente revolucionaria.

Durante más de 15 años de excavación, los cultistas habían hecho de esa pequeña casa de los Alpes su santuario. Fue hasta 1992 cuando los agentes de la policía italiana comenzaron a sospechar del creciente número de seguidores de Damanhur. La policía pensaba que eran terroristas apegados a algún culto peligroso y que su base de operaciones en los Alpes podría ser un búnker terrorista.

La policía italiana decidió acabar con todo de una vez por todas, por lo que aprovecharon un descuido y capturaron a Falco. A pesar de múltiples interrogatorios, no develó nada sobre el templo. Fue entonces que los agentes le dieron un ultimátum: «O nos dices dónde está tu base o detonamos parte de tu casa y de los Alpes para descubrirlo.» Falco aceptó.

El templo de la Humanidad era una estructura sorprendente, con murales y trazos que vinculan al universo como fuerza creadora. Los seguidores lo describieron como «Un viaje profundo hacia uno mismo.»

Los agentes quedaron asombrados al descubrir que se trataba del culto al espíritu creativo de la humanidad. Damanhur tiene una extensión de cientos de metros con amplias salas en cinco niveles diferentes de la estructura que podemos ver en las imágenes.

El Templo Azul: Un pequeño cuarto, con forma de circunferencia, tiene murales de paisajes que rodean al espectador y el cuerpo femenino en la parte inferior de la sala.

La Sala del Agua: Una sala de forma cilíndrica con grabados y mapas, similar a los trazos que podemos encontrar en la superficie de Nazca.

La Sala de la Tierra: Una sala amplia, con murales, grabados e incrustados que parecen simbolizar el universo que rodea a nuestro planeta, y a la vez a nuestra existencia.

La Sala de las Esferas: Un pasillo gigantesco en donde esferas de diferentes materiales,color oro en techo, murales, en los cuales hay nichos donde se pueden ver las esferas.

La Sala de los Metales: Con esculturas metálicas rodeando a un pilar central, incrustaciones de cobre y hierro en las paredes.

La Sala de los Espejos: Una pirámide gigantesca compuesta por espejos y cristales, un mural se levanta en la parte superior de la sala. Es la última parte del templo.