Claudia Sheinbaum recibe el “bastón de mando” de mujeres indígenas y afroamexicanas

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo recibió el bastón de mando de los pueblos indígenas, de manos de mujeres indigenas y afromexicanas. Esto a fin de reconocerla como una representante suya, además de pedir que esté protegida ante los deberes que desempeñará y que estos los lleve a acabo bien.

Alrededor de las 16:00 horas, mujeres de 70 grupos indigenas del país comenzaron a ascender al escenario ubicado frente a Palacio Nacional, mientras que Claudia Sheinbaum salía del mismo. Casi 15 minutos después, la mandataria nacional subió las escaleras para acompañarles y hacer así su primera aparición como titular del Poder Ejecutivo Federal ante una Plaza de la Constitución llena de simpatizantes.

Postrada en medio del templete, la política capitalina comenzó a ser objeto del ritual necesario para proporcionarle el “bastón de mando”. La mujer que comenzó a ejecutarlo expresó su deseo de que esta sea acompañada por los elementos sagrados, que el agua bendita purifique su alma, que el aire esté con ella y la “madrecita” tierra la bendiga con la fuerza que los pueblos indígenas y afromexicanos tienen.

“Hermanita Claudia […] tú eres la voz de las que no tuvimos voz por mucho tiempo, eres la voz de nuestros pueblos con dignidad, eres la esperanza que nosotros teníamos. Hoy las mujeres indígenas estamos de fiesta, pero no solo nosotras sino todas porque por primera vez una mujer llega a este lugar tan preciado para el pueblo”, pronunció.

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Durante el rito, las mujeres indigenas pidieron que Claudia Sheinbaum esté libre de males y que siempre busque el bienestar de los pueblos, las niñas, los niños y las mujeres. Asimismo, le recordaron a la titular del Poder Ejecutivo el «gran camino» que tiene en sus manos, además de que que proteja la salud y bienestar del pueblo. 

Junto a ello, imploraron a las «fuerzas divinas» que el nuevo gobierno resuelva problemas mediante el diálogo y la construcción de acuerdos. Asimismo, solicitó que haya perdón y reconciliación con sentido humanista; a leal par, pidió el reconocimiento al respeto y la paz entre los diferentes pueblos, sin algún tipo de clasismo, racismo o machismo de por medio.

Dirigiendo sus manos hacia abajo, las mujeres indigenas y Claudia Sheinbaum pidieron perdón a la madre tierra por haberle faltado al respeto, dando paso al cambio climático. En tanto, se dirigieron finalmente a la exjefa de Gobierno de Ciudad de México para decirle que no está sola, sino que le respaldan los los pueblos indígenas, dado que están dispuestos a seguir trabajando y poniendo en alto a sus comunidades.

Finalmente, se le entregó el bastón de mando a Sheinbaum Pardo, lo que desató el grito de «¡Presidenta! ¡Presidenta!» entre los miles que se congregaron en el Zócalo. Enseguida, una de ellas explicó que este objeto representa el poder político y espiritual de los 70 pueblos indígenas y el pueblo afromexicano; en tanto, dijeron que se lo daban con amor y esperanza para construir una nación donde todos tengan un lugar justo y digno como lo propone la reforma constitucional que les reconoce sus derechos.